Nicolás Labra G.

Gianluigi Donnarumma es el héroe de Italia que quedará en la historia, al tapar dos de los tres penales que falló Inglaterra en la definición desde los 12 pasos en la final de la Eurocopa en Wembley, con 67.173 espectadores, unos 60 mil de ellos ingleses, amargados y sin la fiesta que esperaban en Londres.

El portero, notable de principio a fin en la cita, fue elegido además como el mejor jugador del torneo, y en la definición tapó los disparos de Jadon Sancho y Bukayo Saka, mientras que Marcus Rashford aguantó mucho su lanzamiento y le terminó dando al palo derecho.

Quedará Donnarumma de un lado, y el técnico inglés Gareth Southgate en el banco de los acusados, muy probablemente señalado por la prensa inglesa por sus decisiones. Tras un frenético primer tiempo donde Inglaterra se puso en ventaja en el minuto 2 gracias a un gol del lateral Luke Shaw, el equipo se echó atrás en el segundo lapso, algo que ya había realizado en todos los encuentros anteriores de la cita.

Inentendible, considerando que Italia nunca se encontró en el primer tiempo y reaccionó a partir del repliegue inglés, para terminar empatando al 67' gracias a Leonardo Bonucci -el mejor de la final- , que puso el pie en el borde de la línea tras una serie de rebotes en un tiro de esquina.

Le penará al DT también su decisión en el minuto 118. Hizo ingresar a Rashford y Sancho para los penales, pero ambos jóvenes fallaron sus disparos, quedando afuera de la definición otros más experimentados como Raheem Sterling el propio Shaw o Jack Grealish.

No hubo ni siquiera consuelo para el portero inglés Jordan Pickford, que también tuvo una excelente actuación tapando los disparos de Andrea Belotti y Jorginho. Sí convirtieron Domenico Berardi, Bonucci y Federico Bernardeschi, mientras que para Inglaterra lo hicieron el capitán Harry Kane y el defensa Harry Maguire.

Justicia, en el resumen del torneo, para una Italia que terminó invicta con cinco triunfos y dos empates y que de la mano de Roberto Mancini alcanza una histórica racha de tres años y 34 partidos invictos tras el fracaso de no clasificar al Mundial de Rusia.

de 1968 databa la única Eurocopa que había ganado Italia, justamente en casa, hace 53 años.

inglaterra sigue sin romper su maleficio y es el único grande europeo sin ganar la Eurocopa.

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Leonardo Bonucci y Giorgio Chiellini se conocen desde hace años en la Juventus, donde forman una de las parejas más rocosas de la Serie A. Pese a las lesiones en los últimos años, ayer ambos estuvieron aptos para elevar su nivel y afirmar a una Italia que se agrandó en penales y ganó la segunda Eurocopa de su historia.

Bonucci anotó el gol del empate y en la tanda de los 12 pasos, destacando a "Sky Sports" tras el partido que "hicimos un grandísimo partido, ahora somos leyendas". Bonucci habló junto a Chiellini, de 36 años, y avisó que "yo le convenceré para que siga hasta el próximo Mundial".

Chiellini, capitán del equipo, destacó por su parte que "entramos en la historia. Llevábamos diciendo desde mayo que notábamos un ambiente particular, había algo mágico en nuestro vestuario".

Marcados

Por el contrario, la tristeza marcó al camarín inglés, donde fallaron tres penales y siguen sin levantar el título continental. "Deberíamos estar muy orgullosos como grupo de lo que hemos logrado. Queremos ganar siempre, así que esto dolerá durante el resto de nuestras carreras, pero así es el fútbol", dijo el capitán Harry Kane.

El técnico Gareth Southgate defendió a sus pupilos y dijo que "no pueden recriminarse nada. Ha sido un disfrute trabajar con ellos y han llegado más lejos que nunca en este torneo". En tanto, el histórico volante irlandés Roy Keane criticó a Raheem Sterling y Jack Grealish por no patear en la tanda de penales.

35 motocicletas, cinco autos y más de 70 efectivos de la Gendarmería Nacional fueron los encargados de mantener la seguridad de los dos buses de la selección argentina que llegó ayer en la mañana a su país, agrupando a una gran cantidad de hinchas en Ezeiza, que esperaban ansiosos a los nuevos campeones de la Copa América tras vencer a Brasil.

El equipo viajó de madrugada desde Río de Janeiro y llegó a eso de las 9 de la mañana a Buenos Aires. Tuvieron que someterse a test PCR antes de abandonar el aeropuerto y de ahí emprendieron el retorno al predio de Ezeiza, el que se retrasó debido a la gran cantidad de gente que los esperaba.

En el predio recibieron a los jugadores con fuegos artificiales, humo de color celeste y blanca junto a una Copa América inflable de 10 metros. Además, los buses tenían impreso el 15, tras igualar esa cantidad de copas ganadas, al igual que Uruguay.

Lionel Messi fue uno de los más fotografiados, ya que iba del lado del público, en los primeros asientos y atento mirando en la ventana. Su amigo Neymar le dedicó un emotivo mensaje tras las imágenes donde se los vio compartir en el Maracaná, pese a la caída brasileña. "Cuando perdí, fui a darle un abrazo al más grande y mejor de la historia que vi jugar", escribió.

El plantel argentino recibió el saludo del presidente Alberto Fernández y después fue liberado. Messi viajó a Rosario donde se juntó con su familia, en el barrio de sus suegros, a las afueras de la ciudad.