Javiera Palta Olmos

Si bien Andrea Bocelli subió a la Quinta Vergara predestinado a romper el récord con el montaje más grande en la historia del Festival de Viña con una orquesta de 114 artistas, las sorpresas siguieron sacudiendo al Monstruo en la segunda noche.

Y es que, aun con 74 instrumentistas y un grupo de 40 mujeres coristas en el escenario, que iniciaron el concierto con "O Fortuna", Bocelli captó la atención inmediata con su aparición para "La donna è mobile", que inundó de aplausos el anfiteatro.

El italiano cantó junto a Larisa Martinez, con quien llenó a Viña del Mar con canto lírico, asimismo, invitó al escenario a la violinista estadounidense Caroline Campbell, a la vez que contó con sus propios bailarines.

Asimismo, también trajo a la estadounidense Pia Toscano para interpretar el clásico de Celine Dion "All by myself", para dar el salto al español con "Bésame Mucho" y su clásico "Vivo per lei". Ya para la segunda mitad de su espectáculo, Bocelli sumó a su hijo Matteo, con quien cantó su tema conjunto "Fall On Me".

Matteo acabó conquistando a los fans cantando también en solitario diferentes temas, incluyendo un dueto con su padre el tema de Ed Sheeran "Perfect".

Andrea Bocelli marcó otro hito en la historia durante la noche, debido a que, por primera vez en la historia, se entregaron gaviotas con escritura braile que llegaron en plata y oro. En total, el músico reapareció en el escenario tres veces, despidiéndose en un mar de pifias ante la petición incumplida de la gaviota de platino y un cuarto regreso frente a los fans.

"El público de Chile es increíble, calientísimo", dijo Bocelli a ADN tras su presentación. Matteo, en cambio, confesó no tener palabras ante su primera experiencia en el país. "Espero volver pronto", dijo.

El show sumó un rating de 35,4 puntos y el Monstruo expresó su rechazo ante el final. Horas antes, el cantante lírico reflexionó por lo vivido en la región, asegurando que "he seguido con gran dolor las cosas relacionadas con el incendio. Pensé que este evento no se iba a realizar. Estoy con el corazón de todos los que han sufrido (...) La música sirve para esto, para resucitar, para dar coraje, esperanza".

Hoy, por otro lado, se espera una puesta en escena más rockera de la mano de Maná, seguido por el humor de Luis Slimming y la banda australiana Men at Work.

El vocalista de Maná, Fher Olvera, se refirió a la emoción de volver por quinta vez al Festival de Viña del Mar en una cita que se concretará esta noche como antesala al humorista Luis Slimming y la banda Men at Work.

"Estamos muy contentos de estar aquí, en este hermoso país con el que siempre hemos tenido tanta empatía", comentó el músico en una conferencia de prensa.

En esa línea, el líder del grupo comentó además lo mucho que le impactó a la banda enterarse de los incendios que azotaron a la Región de Valparaíso, por lo que habían tomado la decisión de donar "una parte importante de las ganancias de este Festival" a Desafío Levantemos Chile y Techo, para ayudar a los damnificados.

"Nosotros venimos a Chile desde hace muchísimos años, casi 30, y cuando recibimos la noticia de los incendios nos dio mucha tristeza, nos sentimos acongojados (...) Así que inmediatamente hemos reaccionado", expresó.

Por otro lado, la voz de "Labios Compartidos" se refirió a la supuesta "amenaza" que habría hecho el propio Olvera en 2017 de no volver a Chile a menos de que el país le diera mar a Bolivia.

"A veces las cosas se sacan de contexto", comentó, asegurando que todo se tergiversó. "(Chile) es un país que nos ha dado mucho y simplemente no vamos a decir que no vamos a venir a tocar acá", sostuvo.

En esa rama, aseguró que los años de ausencia se debían al covid y giras a otros continentes, asegurando que ahora "esperamos que ya no nos tardemos tanto en venir".