Ignacio Silva

Más allá de porciones o formas de comer, el concepto dieta se acuñó en Grecia como una forma de definir "modo de vida".

Pero desde hace años su significado se asocia más a fórmulas para lograr un objetivo en particular: bajar de peso. Tal vez el caso más extremo de esta práctica son las dietas restrictivas, también conocidas coloquialmente como exprés.

"Se suele denominar de esta forma a aquellas que tienen un muy bajo aporte calórico o que son de un sólo tipo de nutriente. Son dietas que pueden tener aportes calóricos de 600 calorías, 800 calorías, y a veces son en base a un sólo tipo de alimento o, por ejemplo, sacan todos los hidratos de carbono y dejan solamente las grasas o las proteínas", explica a este medio Alejandra Alarcón, nutricionista de Clínica Universidad de los Andes.

Según la especialista, estos planes de alimentación conllevan varios riesgos que van desde lo físico a lo psicológico. "Si son de un sólo nutriente no van a tener el resto de los minerales ni vitaminas necesarias y pueden dañar su sistema inmunológico, hacer deficiencias de micronutrientes como anemias, por ejemplo. Y lo otro es que están relacionadas a aumentar la aparición de trastornos de la conducta alimentaria", comenta.

Carla Reyes, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales (UDP), concuerda y agrega que los daños se pueden expresar incluso en situaciones más cotidianas.

"Pueden ir desde síntomas agudos como dolor de cabeza, náuseas, dolor abdominal, fatiga, desmayos, a otros más graves, sobre todos si la dieta se extiende en el tiempo, ya que comienzan a tener menos nutrientes circulantes", enumera la docente.

"Por lo tanto, podemos encontrar síntomas más complejos, como anemia, deshidratación severa, calambres, déficit de vitaminas y minerales, hasta tendencia a la anorexia, entre otros".

Rebote

Hay otro efecto negativo que se suele asociar a las dietas restrictivas: el efecto rebote.

"El organismo es muy adaptativo. Es decir, al verse expuesto a una reducción de alimento, se provoca una baja en el metabolismo que hará que el cuerpo entre en una especie de "hibernación", lo que provoca que se asegure la grasa corporal y no la reduzca. Es por eso que una vez que se finaliza esta dieta, se recupera rápidamente el peso corporal, ya que no se realizó una modificación real de los hábitos alimentarios", explica Reyes.

Por esto, Alarcón comenta que lo que se debe hacer es buscar una forma de alimentación "que se pueda mantener a lo largo de la vida y verlo como una forma de alimentación, no como algo restrictivo por un período de tiempo".

Trabajo saludable

A la hora de establecer claves para perder peso de manera saludable, la profesional asegura que lo primero es hacer una planificación, fijando objetivos a mediano y largo plazo.

"Hay que tratar de buscar un plan de alimentación que se adecue a la persona de acuerdo a sus hábitos, a sus preferencias alimentarias. La alimentación saludable tiene que ver con que tenemos que nutrirnos, y eso significa que tenemos que comer de todos los grupos de alimentos, pero estableciendo también una buena hidratación, incorporando actividad física, generando estructura horaria, no pasando hambre", describe la nutricionista.

Por su lado, Reyes comenta que "la clave es la modificación de los hábitos alimentarios. Es claro que, si se ha producido un aumento de peso, algo ha sucedido con la alimentación y en algunos casos con la salud, ya que pueden existir alteraciones metabólicas como, por ejemplo; la resistencia a la insulina. Es por esto que es fundamental que una persona que quiera disminuir su peso corporal se asesore adecuadamente con nutricionistas o profesionales de la salud con competencias asociadas a la nutrición".

"El organismo es muy adaptativo. Al verse expuesto a una reducción de alimento, se provoca una baja en el metabolismo y el cuerpo entra en una especie de "hibernación.

carla reyes, académica udp"

"Tenemos que comer de todos los grupos de alimentación, pero estableciendo una buena hidratación.

alejandra alarcón, nutricionista u. los andes"

este tipo de dietas tienen, generalmente, aportes que van entre las 600 a 800 calorías.

los síntomas de una dieta así pueden ir desde el dolor de cabeza, la fatiga, o el desmayo.

la recomendación es considerar un plan de alimentación y modificar los hábitos alimentarios.