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Chiqui Aguayo: "Sinceramente me encantaría volver al Festival de Viña, pero tengo cero ansiedad"
La comediante estrena mañana su nuevo show, "Soy Otra", con el que comenzará a recorrer el país. En él hablará de los cambios que ha sufrido su vida en el último tiempo, como su papel en "El Purgatorio", que le ha costado el enojo de famosos como Viñuela.
Carolina Collins
Desde la primera vez que Daniela "Chiqui" Aguayo estuvo en el Festival de Viña, en 2017, han pasado muchas cosas en su vida. En 2019 fue mamá por primera vez, fue rostro de TVN, lanzó un libro, un podcast y un show con su amiga Alison Mandel y el año pasado fichó por Canal 13, donde ahora hace "El Purgatorio", su apuesta más arriesgada como comediante.
Todo eso y más condensará en "Soy Otra", un show que estrenará mañana en el Club Chocolate de Santiago, con la idea de recorrer el país. Ya tiene agendadas fechas en Iquique, Valdivia, Temuco, Coyhaique y Punta Arenas.
"Lo bauticé Soy Otra porque siento que estoy en un muy buen momento laboral y personal y un poco les cuento cómo ha cambiado mi vida en todo este tiempo", adelanta Aguayo previo al estreno.
En el purgatorio
Una serie de cambios que coronó este año con su participación en "El Purgatorio", que la tiene junto a Luis Slimming haciendo una rutina de humor a costa de los invitados que van a definir quién irá al cielo y quién al infierno. Un tipo de humor conocido en inglés como "roast", que apunta a reírse de una persona sin misericordia.
Y varios se han enojado. José Miguel Viñuela se molestó por los chistes sobre la estafa de Alberto Chang y sobre la polémica por el corte de pelo en vivo. Y la modelo Claudia Schmidt interrumpió la rutina de los comediantes, que consiste en ficcionar la muerte de los invitados y leer un libro de condolencias.
"Yo creo que en ese caso quizás había una predisposición anterior", reflexiona Aguayo sobre lo que pasó con Schmidt. "No sé, nosotros nunca hablamos con los invitados después. O sea, no es porque lo decidamos, porque en general nos juntamos después del programa y cuando los invitados salen muy contentos generalmente llegan y conversamos. Me acuerdo el Profesor Rossa y Willy Sabor nos quedamos hasta las 3 de la mañana muertos de la risa, pero generalmente pasa cuando los invitados no se van tan contentos que se van altiro", cuenta.
¿Cómo evalúas tu participación en "El Purgatorio"?
"El Purgatorio" fue un desafío desde el día uno. Yo decía: '¿Será que los chilenos estamos preparados para hablar de la muerte?'. Y en general la gente se ha prestado para el juego y para nosotros como comediantes es un desafío poder hacer reír a la gente que está ahí en base a sus pecados. Con el tiempo nos dimos cuenta de que la gracia es que ellos puedan disfrutar la rutina y no que el nivel de incomodidad sea tanto que no les permita disfrutarla. Finalmente a veces hay heridas que están abiertas, por lo tanto hay gente que no le hace gracia todavía reírse de algunos de sus pecados. Y por otro lado también hacemos nuestro mea culpa, que a veces no han estado tan bien logrados los chistes para que esas personas se sientan cómodas.
¿Quizás Chile no estaba preparado para el roast?
Yo no sé si somos tan capaces de reírnos de nosotros mismos, siento que todos nos picamos un poquito. Hay rutinas que se han logrado más que otras y siempre es más agradable cuando el invitado se ríe. La rutina no funciona tan bien si hay alguien que está absolutamente incómodo. Yo creo que estamos partiendo en este camino y en general siento que los chilenos tenemos buen humor, pero para algunas cosas. Siento que somos más buenos para burlarnos, pero no para reírnos de nosotros mismos. Mi teoría es que cuando uno tiene una herida un poco abierta difícilmente te vas a poder reír porque todavía duele. Cuando Viñuela manifestó que no le había parecido tan buena la rutina, siento que a lo mejor todavía no puede reírse del episodio del corte de pelo y a lo mejor en diez años más sí, pero todavía es muy reciente.
Esta semana salió casi toda la parrilla de Viña 2024, ¿a quién llevarías para el humor?
A Luchito Slimming; al Álex Ortiz, el Flaite Chileno; y a la Alison Mandel.
¿Y a ti misma?
La producción fue a ver mi espectáculo y no he recibido una invitación, pero entiendo que hay un montón de comediantes que han ido a ver. A mí sinceramente me encantaría volver a Viña, porque siento que la primera vez que fui tenía poca experiencia sobre el escenario, entonces lo pasé más o menos no más, estaba súper nerviosa. Siento que ahora lo podría pasar mejor. Pero te prometo que tengo cero ansiedad, o sea si no es este año podrá ser el otro y sino en un par de años más. De que quiero volver, quiero volver, pero tengo cero ansiedad con que tenga que ser este año. Viña depende de otros factores no sé, me ponen después de un urbano me daría mucho susto.
En ese sentido, ¿cómo ves la decisión de Daniel Alcaíno de bajarse del Festival?
La comparto, porque no todos los comediantes somos para todos los públicos. Yo por ejemplo, hago mucho tema de crianza que unos niños de entre 20 y 25 capaz que se aburran. Quizás fue súper acertado poner al Diego Urrutia ese día, porque era un público menor. Eso no significa que el Diego no sea un seco y no pueda hacer reír a gente más grande, pero sí siento que estamos todos posicionados en un cierto nicho y uno lo ve en los shows de uno. A mis shows va un 70% de mujeres, entonces si me ponen con algo demasiado masculino también me sentiría un poco insegura.
"También hacemos nuestro mea culpa, a veces no han estado tan bien logrados los chistes para que esas personas se sientan cómodas."
"Cuando Viñuela manifestó que no le había parecido tan buena la rutina, a lo mejor todavía no puede reírse del episodio del corte de pelo.