• 10 consejos para evitar o disminuir los problemas gástricos en el embarazo

    Evitar acostarse inmediatamente luego de comer y preferir ropa suelta y cómoda pueden marcar la diferencia.

    Natividad Espinoza R.

    Especialmente durante el primer trimestre de gestación, hasta el 80% de las embarazadas sufre náuseas y vómitos, de acuerdo con el Manual MSD. Y más avanzado el desarrollo del bebé, suelen aparecer otros problemas gástricos, como la acidez y maldigestión (incapacidad de descomponer las moléculas de los alimentos), lo que también genera gran incomodidad.

    "Lo primero que deben tener en cuenta todas las embarazadas es que es muy frecuente y común que tengan malestares gástricos durante el proceso de gestación, principalmente aquella que están cursando el tercer trimestre", explicó el dr. Rodrigo Carvajal, especialista en reproducción asistida de la clínica IVI Santiago.

    Esa sensación de ardor y reflujo ocurre por dos motivos, alcaró el médico: "La presión que ejerce el útero sobre el sistema digestivo y, por otra parte, las hormonas, responsables del relajo de la válvula o esfínter que impide que los alimentos que están en el estómago regresen al esófago, conocido como reflujo".

    ¿qué hacer?

    Aunque no siempre vayan a evitar en un 100% estos molestos problemas gástricos típicos del embarazo, hay 10 hábitos alimenticios que según Carvajal pueden, al menos, aminorarlos.

    1Evitar los alimentos grasos, frituras y rebozados.

    2Evitar aliños muy ácidos como el vinagre o el limón, así como también las bebidas de fantasía, el té, el café, chocolate y, por supuesto, el alcohol.

    3Preferir comer cantidad pequeñas y cada dos o tres horas, en vez de una gran cantidad de alimentos de una sola vez.

    4 Privilegie el consumo de alimentos cocinados a la plancha, al vapor o a la parrilla, siempre sin grasas.

    5Coma lento, así evita malestares estomacales posteriores.

    6No se acueste a descansar o a dormir inmediatamente después de comer. Siempre espere que pasen un par de horas.

    7Prefiera consumir líquidos sin gas.

    8Beba bastante agua durante el día, especialmente entre comidas. Durante las comidas intente no tomar agua o reducir su consumo.

    9Prefiera ropa que no sea ajustada por el abdomen y la cintura.

    10 Duerma en posición semisentada con un cojín debajo de la almohada; de esta manera es más difícil que el ácido estomacal suba por el esófago.

    "Lo primero que deben tener en cuenta todas las embarazadas es que es muy frecuente y común que tengan malestares gástricos durante el proceso de gestación.

    dr. rodrigo carvajal, especialista en reproducción asistida"

    el vinagre y el limón son aliños poco recomendables durante el embarazo por su acidez.

    comer cada 2 o 3 horas porciones pequeñas de comida es mejor que comer mucho de una sola vez.

  • Las mujeres que sufren síntomas de ansiedad suelen dar a luz antes

    Cuando los síntomas se presentan en el tercer trimestre es más fuerte la asociación.

    Las mujeres que experimentan ansiedad por sus embarazos suelen dar a luz antes que las que no, según un estudio publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA). En razón de esto, la entidad opina que los médicos deberían evaluar a las embarazadas en los primeros meses de gestación para detectar si están ansiosas, a fin de prevenir partos prematuros.

    "La ansiedad por un embarazo actual es un estado psicosocial potente que puede afectar los resultados del nacimiento", dijo la autora principal del trabajo, Christine Dunkel, de la Universidad de California en Los Ángeles.

    "Hoy, los síntomas depresivos se evalúan en muchas clínicas para prevenir complicaciones de la depresión posparto en madres e hijos. Este y otros estudios sugieren que también deberíamos evaluar la ansiedad en mujeres embarazadas", agregó.

    Otros sondeos habían hallado que una de cada cuatro embarazadas tiene síntomas de ansiedad altos y que ésta puede ser un factor de riesgo de parto prematuro o nacimiento antes de 37 semanas.

    El nuevo estudio analizó tanto la ansiedad general como la ansiedad específica del embarazo, la que es derivada de preocupaciones sobre el parto, la crianza y la salud del bebé. Así, descubrieron que la ansiedad relacionada con el embarazo en el tercer trimestre estaba más fuertemente asociada con nacimientos más tempranos, aunque la ansiedad general en el primer trimestre también contribuyó al riesgo de parto prematuro.

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