Agencia EFE

Uno de cada cuatro estadounidenses está dispuesto a comprar un auto eléctrico la próxima vez que cambie su vehículo, informó AAA, el mayor club de automovilistas de ese país, cuya razón principal es el elevado precio de la gasolina.

"Los consumidores que están hartos de los cambios bruscos de precios en las gasolineras pueden estar más dispuestos que nunca a cambiarse a un vehículo eléctrico", dijo Mark Jenkins, portavoz de AAA (American Automobile Association)-The Auto Club Group.

El 77% de los que piensan en hacer el cambio menciona el alza de los combustibles como motivo principal, según un sondeo realizado a 1.051 adultos con un margen de error de +/- 4%.

Entre quienes dudan de hacerlo persisten las preocupaciones por el precio de compra (60%) y la disponibilidad de opciones de carga pública, pues un 58% dice que teme quedarse sin energía al conducir.

Jenkins subrayó que "los precios récord de la gasolina han hecho que el costo de poseer un EV (vehículo eléctrico) esté más en línea con un vehículo estándar a gasolina. Aunque puede costar más dinero por adelantado, los vehículos eléctricos cuestan menos para cargar, mantener y son más eficientes".

A octubre de 2021 se vendieron casi 450 mil vehículos eléctricos en EE.UU., un 88% más que el año anterior.

Pese al rápido crecimiento, AAA indicó que representan menos del 1% de los vehículos ligeros en funcionamiento en la actualidad.

Las perspectivas de analistas de la industria indican que llegarán al 15% al 2030 y al 50% en 2050.

Si bien los costos de combustible pueden variar mucho, según el tipo de vehículo, los costos de electricidad y los precios de la gasolina, AAA determinó que el costo de cargar un EV es de 2 a 4 veces menor. A ello se agrega gastos que no existen, porque no tienen bujías, no requieren necesitan cambios de aceite o reemplazos de filtros de aire.

Sin embargo, es posible que al cabo de las 160 mil kilómetros haya que comprar una batería nueva, cuyo precio en EE.UU. oscila entre 2.500 y 10.000 dólares.

1% de los vehículos hoy en circulación en EE.UU. son completamente eléctricos.

2 a 4 veces menos gasta un auto eléctrico que uno a gasolina. También es más barata la mantención.

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La mayoría de las vacunas necesitan de varias dosis, pero con el uso de un tipo de micropartículas se podría lograr que un solo pinchazo contuviera las dosis necesarias y se fueran liberando cuando corresponda.

Un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han desarrollado esas micropartículas que pueden ajustarse para administrar su carga útil en diferentes momentos, según un estudio que publica Science Advances.

El equipo describe cómo se degradan estas partículas a lo largo del tiempo y ofrece información sobre cómo se puede proteger el contenido para que no pierda su estabilidad mientras espera a ser liberado. Según los investigadores, este método también podría utilizarse para administrar otras terapias, como medicamentos contra el cáncer, terapias hormonales y fármacos biológicos.

Con la forma de una taza de café cerrada con un tapa, esas micropartículas pueden permanecer bajo la piel hasta que se libere la vacuna y luego se descomponen.

Los autores consideran que esta forma de suministrar vacunas podría ser útil para las infantiles en zonas donde no hay acceso frecuente a la atención médica.

La primera autora de la investigación, Ana Jaklenec, indicó que se trata de una plataforma que puede ser ampliamente aplicable a todo tipo de vacunas, incluidas las basadas en proteínas recombinantes, en el ADN o en ARN.

Las partículas están hechas de PLGA, un polímero biocompatible que ya ha sido aprobado para su uso en dispositivos médicos como implantes, suturas y prótesis

En momentos en que miles de personas, tanto niños como adultos, se encuentran disfrutando sus vacaciones, los especialistas recomiendan tener un especial cuidado con las horas de descanso y en particular con las siestas de la tarde.

"Si puedes evitarlas, mejor todavía, porque de esta forma llegarás más cansado y con facilidad de conciliar el sueño cuando llegue la noche", recomendaron médicos de la clínica Somno, especializada en la materia.

"Si tienes la posibilidad de dormir siestas, intenta que estas no duren más de 30 minutos", agregaron.

El neurocirujano de dicho centro, Ignacio Gutiérrez, admite que es probable que durante las vacaciones los tiempos de descanso son menos rígidos que en el resto del año, sin embargo, advierte que "esa falta de orden en el sueño genera que nuestro reloj interno no pueda sincronizarse de manera correcta al volver a la rutina, lo que se puede traducir en cansancio y fatiga, siendo más difícil retomar nuestras tareas diarias".

Para evitar estas complicaciones al regreso, los expertos recomiendan mantener una rutina de horarios e intentar que cada noche se pueda dormir entre 7 y 8 horas. Asimismo, solicitan evitar saltarse horarios de comida o hacerlo a deshoras, aconsejando que la última sea tres horas antes de dormir, para no tener problemas relacionados al reflujo.