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Políticos y activistas alistan reinicio de la discusión por el futuro de las carreras de perros galgos
Defensores de las tradiciones rurales y grupos animalistas se enfrentan en el debate sobre conservar o eliminar estas competencias. En septiembre podría volver a presentarse el proyecto de ley que busca erradicar esas prácticas.
Rodrigo Castillo R.
Mientras en el mundo se avanza hacia la prohibición total de las carreras de perros galgos, Chile parece estarse quedando atrás en esa materia. En septiembre de 2019, el proyecto de ley que buscaba terminar de una vez por todas con esa práctica en nuestro país fue rechazado por la Cámara de Diputados. Dos años después, en septiembre de 2021, la iniciativa quedó archivada en esa misma corporación.
"El próximo 24 de septiembre termina el periodo de archivo, y ahí ya podríamos volver a presentar el proyecto que busca impedir esa actividad, y que se llama Boletín 12.420-12. Pero creo que para tener éxito en nuestra campaña hay que aprender de los errores cometidos anteriormente, y eso significa que hay que darle más sustancia al proyecto", comenta Cristian Apiolaza, del departamento legal de la organización animalista Vegetarianos Hoy.
"No puede ser que simplemente se presente un proyecto de ley, sin acompañar esa presentación con otros antecedentes, como denuncias y querellas en contra de la gente que realiza las carreras de galgos. También hay que entregar informes de los galgos que han sido rescatados, y mostrar las consecuencias médico-veterinarias que esa práctica ha tenido para estos animales", plantea el abogado.
Apiolaza explica que también existe un proyecto de regulación de ese tipo de competencias, y que en las actas de la cámara de Diputados está catalogado como Boletín 12.786-12. Esa iniciativa, que todavía se encuentra en primer trámite constitucional, no le resulta para nada satisfactoria desde el punto de vista de las organizaciones de protección animal, porque, según aclara el abogado, equivale a una "regularización del maltrato y la crueldad".
En esa misma línea se ubica el diputado liberal Vlado Mirosevic, quien, junto con sus colegas Renato Garín (independiente) y Alejando Bernales (Partido Lieral), conformó el grupo de parlamentarios que en 2019 presentó el proyecto de prohibición de las carreras. Su propuesta consistía en una modificación de la ley 20.380 sobre protección de animales, y en ella se contemplaban penas de cárcel y multas en dinero para quienes organizaran ese tipo de actividades.
"Este año ya podríamos presentar de nuevo esta iniciativa, y espero que ahora sí podamos ganar. El Congreso actual es más sensible que el anterior en los temas animalistas. Pero no cambiaremos nada del texto original del proyecto, porque no somos partidarios de regular, sino de que esas carreras no existan, directamente", advierte Mirosevic.
Entre los partidarios de regularizar las carreras de galgos se encuentran los diputados Ricardo Celis (PPD), Jorge Sabag (DC), Diego Paulsen (RN), quienes, junto con otros colegas presentaron la iniciativa correspondiente ante el Congreso Nacional en junio de 2019.
Otro defensor de esa forma de entretenimiento es Alfredo Moreno, convencional independiente en cupo de la Unión Demócrata Independiente (UDI), quien en marzo pasado argumentó que tener mascotas en la ciudad, como pájaros en jaulas o peces en acuarios, también es una forma de crueldad, mientras que los animales empleados para competencias campestres, como las carreras de galgos o el rodeo, recibirían todos los cuidados necesarios para asegurar su bienestar.
En la línea de la preservación de las costumbres ancestrales del campo chileno se encuentra Miguel González, presidente de la Asociación de Criadores de Caballos de Arauco, quien es partidario de modernizar y mejorar el manejo de los perros galgos que se emplean en las carreras.
"Nosotros, como representantes de las tradiciones de nuestra patria, estamos a favor de que las carreras se mantengan, porque son instancias festivas que están muy arraigadas en el pueblo, en la gente que vive en el campo y que trabaja la tierra. Ellos tienen estas tradiciones a flor de piel y disfrutan de ellas, y por eso hay que conservarlas", afirma el dirigente.
"Apoyamos la idea de regular estas prácticas, porque es cierto que los tiempos han cambiado y es necesario garantizar el bienestar de los perros, y de hecho hace poco publicamos como asociación un libro que justamente se llama 'Bienestar animal'. En él enseñamos a las nuevas generaciones a cuidar a los animales sin transgredir sus derechos, porque nos interesa mejorar la situación de ellos, proponiendo algunos cambios en su manejo pero sin perder las tradiciones", resume González.
Desde la vereda opuesta, Cristian Apiolaza manifiesta un rechazo enfático a todos los intentos de preservar la existencia de ese tipo de prácticas competitivas. Alega que las carreras de galgos conllevan un innegable maltrato a los animales y que, de hecho, son actividades que se realizan con un espíritu que no tiene nada que ver con el amor a la naturaleza o con el respeto a las tradiciones del campo.
"Estas carreras implican un trato cruel hacia los perros que son obligados a participar en ellas. El maltrato empieza desde la etapa de la crianza, reproducción, mantención y manejo de los animales, hasta las exigencias de la propia carrera y las consecuencias que ellos sufren debido a todo eso. Me refiero a problemas cardíacos, fracturas y administración de medicamentos para que mejoren más rápido cuando se lesionan o enferman, o simplemente para que corran más rápido", enumera el asesor legal de Vegetarianos Hoy.
"Entre las formas de maltrato tampoco podemos olvidar el encierro que sufren los galgos, así como la obligación de reproducirse y el posterior abandono o sacrificio del animal, cuando éste no ha tenido el rendimiento que se deseaba. Además está todo el mundo de las apuestas que rodea a esta actividad, que es una práctica ilícita en la que participan mafias que intervienen en las apuestas pero que también manejan el tráfico de medicamentos para mejorar el rendimiento de los perros", denuncia.