Carolina Collins

Tras despedirse de "Bienvenidos", y cambiar la alarma despertadora, Amaro Gómez-Pablos armó su maleta y partió rumbo al extremo sur del país para recorrer la Patagonia para un nuevo programa para la franja cultural de Canal 13.

A bordo de una moto el periodista de 53 años se encuentra hace algunas semanas recolectando historias y paisajes australes para el nuevo espacio, que por ahora tiene como nombre tentativo "Patagonia sobre dos ruedas" y que se estrenará a fines de mayo de 2022.

Serán diez capítulos en los que Gómez-Pablos se aventurará por diversos parajes entre Puerto Varas y Puerto Natales para dar a conocer "una sucesión de testimonios de vida de personas resilientes, creativas, talentosas, que optaron por radicarse en la Patagonia. Apuestas de vida que descubro en moto, explorando", según él mismo adelanta.

¿Qué aventuras has vivido en estas primeras semanas que ha estado viajando?

En ríos gélidos, en medio de bosques muy tupidos, junto a un pirquinero que se lanza al agua en busca de pepitas de oro. Y así saca adelante a sus tres hijos habiendo enviudado temprano. O junto a Rubén, un holandés que se enamora de una chilena y decide radicarse en las cercanías de Futaleufú, caminamos cuatro horas montaña arriba hasta dar con una laguna de ensueño que cuelga de unos glaciares. Y ahí nos bañamos.

¿Qué es lo mejor de viajar en moto?

La sensación de plenitud en los paisajes más bellos de Chile; soy mi cara contra el viento y soy el viento que me golpea la cara. Te sientes parte de un todo.

Adiós a la mañana

El pasado 10 de noviembre Gómez-Pablos dijo adiós desde Escocia, a donde fue a cubrir la COP 26, a "Bienvenidos", matinal que animó desde 2020 y que salió del aire tras diez años.

¿Cómo es la vida después de animar un matinal?

(Ríe). Pues la vida sigue. Aunque agradezco que sigo despertando no más allá de las 6.30 7.00 de la mañana.

¿Qué es lo que más extrañas y lo que menos?

Es curioso, porque extraño parte de lo que al mismo tiempo rechazo. Echo de menos cuestionar con dureza la incongruencia de algunos de nuestros políticos. Y confieso que me dan tedio los dimes y diretes de nuestra pequeña política.

¿Volverías a animar un matinal?

Es el turno de otros y creo que cumplí un ciclo, pero sí, lo disfruté. Creo que cumplí mi rol siendo ecuánime. No pueden acusar de facho o de comunacho, algo tan de moda y tan absurdo. Fui parejo.

¿Qué otros proyectos tienes?

Hay muchos. Tengo una serie que me llevará por los países escandinavos, y otros programas de sostenibilidad e impacto positivo.

Te hemos visto en noticieros, matinales y en programas culturales ¿en qué arena te sientes más cómodo?

Me encanta estar en terreno. Pero he sido entrenado para cumplir un sinfín de roles diversos. Y disfruto todos los desafíos. La responsabilidad que conlleva cubrir una guerra, saludar a todo Chile en un noticiero o andar en moto por la carretera austral y ser capaz de transmitir los testimonios heroicos que hemos encontrado en medio de estos bosques.

"Disfruto todos los desafíos. La responsabilidad que conlleva cubrir una guerra, saludar a todo Chile en un noticiero o andar en moto por la carretera austral.

Cuatro años después de ganar el Oscar a la Mejor Película por "La forma del agua", Guillermo del Toro acaba de estrenar en Estados Unidos "El callejón de las almas perdidas", una incursión en el cine negro que fascinó a Hollywood en los años 40 y 50.

"Es un género cinematográfico visualmente espectacular. Está, por un lado, emparentado con el cine de horror por el expresionismo alemán pero, por otro lado, exige superficies lujosas y una ambientación delicadísima y detalladísima", dijo el cineasta mexicano a EFE.

Para su nueva película Del Toro contó con un estelar elenco liderado por Bradley Cooper y Cate Blanchett, que completan Rooney Mara, Toni Collette, Willem Dafoe y Richard Jenkins, entre otros.

La cinta, basada en la novela homónima de 1946 de William Lindsay Greshan, sigue a Stanton Carlisle (Bradley Cooper), un ambicioso mentalista que viaja a Chicago a embaucar millonarios. La trama da un giro cuando una psicóloga (Blanchett), que trabaja para clientes ricos, le propone ganar millones a costa de sus pacientes.

No hay bestias fantásticas ni elementos mágicos como en "La forma del agua" (2017) o "El laberinto del fauno" (2006). Como es propio del cine noir, el filme retrata una sociedad violenta y corrupta.

"Abarca la demagogia, la idea de que nos urge ser vistos, de que nos mientan y nos digan lo que queremos oír. Es una película profundamente actual en ese sentido", expresó Del Toro.