Agencia Efe / L. R. C.

La policía italiana lanzó ayer una operación en Roma, Milán y otras cuatro ciudades del norte del país para investigar a integrantes de grupos antivacunas que, organizados a través de aplicaciones de mensajería, pretendían llevar a cabo acciones violentas en lugares públicos.

Los detractores del uso de antídotos para enfrentar la pandemia del coronavirus en las últimas semanas han protagonizado agresiones y amenazas a periodistas, científicos y políticos.

Las investigaciones se centraron en el registro de los domicilios y los equipos informáticos de los sospechosos en Roma, Milán, Bérgamo, Reggio Emilia, Padua y Venecia. Los ocho cabecillas del grupo de Milán investigados se autodenominaban "Los guerreros" en Telegram y pretendían fabricar explosivos caseros y adquirir cuchillos, según la prensa.

La fiscalía antiterrorista milanesa indicó que estos son acusados de instigación a delinquir por planear "delitos con connotaciones de violencia contra personas y cosas" como parte de iniciativas "para afirmar las creencias" de los antivacunas.

Los investigados incitaban supuestamente a los demás miembros del chat, unas 200 personas, a realizar acciones violentas en sus provincias contra "objetivos institucionales" o aprovechando la visita de miembros del Gobierno, como el ministro de Sanidad, Roberto Esperanza.

Para mañana está prevista una manifestación de antivacunas, conocidos en Italia como "No-Vax", y los investigados querían fabricar los artefactos caseros para utilizarlos en esa ocasión, según la policía.

En las últimas semanas, los grupos de Telegram que estos grupos violentos usan para convocar protestas se llenaron de amenazas que en algunos casos culminaron en agresiones, como la sufrida por el director del departamento de enfermedades infecciosas en el Hospital San Martino de Génova, Matteo Bassetti, o por varios periodistas.

El 1 de septiembre, el día en el que entró en vigor en Italia el certificado de vacunación para acceder a escuelas, trenes, aviones y barcos, estos grupos violentos habían amenazado con bloquear más de 50 estaciones ferroviarias del país.

"los guerreros" se denominaban los cabecillas de un grupo de Telegram que organizaba la ofensiva.