• Advierten que covid podría retrotraer logros en igualdad de género

    Especialistas dicen que sobre todo mujeres debieron asumir el cuidado de los hijos y del hogar, además de su trabajo.

    Agencias

    Debido a la emergencia sanitaria, sobre todo las mujeres son quienes han debido ocuparse -en mayor medida- de los cuidados y han tenido mayor presencia en los servicios esenciales, lo que refrenda atender la división del trabajo por géneros como clave para entender el impacto del covid-19 en las mujeres.

    Así lo han manifestado expertas españolas como Lucía Artazcoz, directora del Observatorio de la Salud Pública de Barcelona, y María Montoya, científica del Centro de Investigaciones Biológicas, en el marco del ciclo "Mujeres Invisibles. La era pos-covid", una serie de sesiones que abordan el impacto que el coronavirus ha tenido sobre las mujeres y su papel en servicios como la salud o los cuidados sociales.

    Retroceso

    Las especialistas pusieron el foco en la incidencia que la pandemia ha tenido sobre las mujeres, alertando que el covid-19 ha conllevado "el grave riesgo de hacer retroceder décadas de logros en materia de igualdad de género", razón por la que han insistido en que en las medidas de recuperación post pandemia de los países se incorpore la inclusión económica y social como eje.

    Artazcoz reveló que la gravedad del coronavirus ha sido mayor en hombres, pero que las mujeres resultan más contagiadas debido a las cargas con las que deben lidiar, como principales responsables de los cuidados familiares y del hogar y dado que tres cuartas partes trabaja en sanidad o servicios sociales.

    "También ha aumentado considerablemente la cuota de trabajo no remunerado en mujeres y el teletrabajo supone una carga para muchas trabajadoras", dijo, señalando que la pandemia ha golpeado con más dureza a las mujeres que, además, están "sobrerrepresentadas" en los sectores económicos más perjudicados, como el comercio o el turismo.

    "Hasta ahora hemos tenido una visión muy simplista de la influencia del trabajo sobre el estado de la salud", agregó Artazcoz, quien añadió que "los sectores laborales feminizados tienen más precariedad, están peor valorados y peor pagados".

    María Montoya, en tanto, puso el foco en los altos niveles de estrés que han aparecido y que han llevado a que muchas personas -sobre todo mujeres- no hayan podido hacer "todo el trabajo del que son potenciales".

    Por ejemplo, indicó, "las científicas se han encerrado con sus familias y, en la mayoría de los casos, no solo se han puesto a trabajar, sino que les ha caído el peso de mantener la casa, los niños o si tenían alguna persona a la que cuidar. De repente, las investigadoras tenían que hacer tres trabajos en uno", lo que contrasta con que "colegas masculinos se han encerrado y sólo tenían que hacer su trabajo en su despacho, por lo que para la mayoría de hombres ha sido un período muy productivo para escribir proyectos o establecer colaboraciones".

    De allí que la científica del Centro de Investigaciones Biológicas añadiera que es necesario "visibilizar el trabajo que hacen las mujeres y que a menudo es silencioso", llamando incluso para animar a las niñas a que exploren esa vía profesional. "No podemos desperdiciar el 50 % del talento de nuestra sociedad", insistió.

    "Ha aumentado considerablemente la cuota de trabajo no remunerado en mujeres

    lucía artazcoz, obs. salud pùblica"

    "Las científicas en el encierro no solo se han puesto a trabajar, sino a mantener la casa y los niños

    maría montoya, científica"

  • Cómo los padres pueden apoyar a sus hijas al llegar su primer periodo

    La menarquia, primera menstruación, requiere apoyo y refuerzo positivo.

    Apoyo, confianza, información y refuerzo positivo son parte de las actitudes que especialistas recomiendan tener a los padres de hijas que han experimentado la menarquia, la llegada de la primera menstruación y que es un hito importante que marca el fin de la pubertad y la señal de que su organismo es capaz de reproducirse, que ocurre generalmente entre los 9 y 14 años.

    La doctora Andrea Huneeus, ginecóloga infanto-juvenil de Clínica Alemana, llama a atender y canalizar los desajustes que este proceso puede generar. "Lo importante es explicarle a la adolescente qué es la menstruación, para que no se sienta desconcertada cuando aparezca por primera vez y para prevenir, posteriormente, un embarazo no deseado".

    La especialista recomienda a papás y mamás hablar con sus hijas sobre este proceso; de no ser posible, que hermanas mayores u otras amigas lo hagan.

    "Es muy importante que los padres las apoyen en el proceso de la pubertad haciéndoles un refuerzo positivo respecto de los cambios. Explicándoles el ámbito biológico paralelamente al uso del desodorante, higiene personal, ropa interior y forma de vestir entre otras cosas", recomienda la doctora Huneeus.

    9 a 14 años suele ser la edad en que las jóvenes experimentan su primer periodo.

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