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"No quise jugar al erudito, ni andar de intelectual midiendo las palabras para estar a la altura"
El cantautor guatemalteco detalla el proceso de "Blanco", su último disco que tendrá una segunda parte titulada "Negro" y que grabó en el mítico estudio Abbey Road. "Estoy más joven, más feliz y más peligroso que nunca", asegura a sus 56 años.
C.C.
Ricardo Arjona estaba trabajando un disco de duetos con 12 artistas femeninas que pensaba titular "Mujeres", cuando "una noche en un bar de Londres lo cambió todo". Apareció su canción "Hongos" y con eso "Blanco", su más reciente disco al que seguirá un segundo álbum, "Negro", que lanzará más adelante.
"Estaba haciendo otro disco hasta que apareció la canción 'Hongos' en un bar de Londres con su detonante: 'Quién le dio los hongos al Dios que nos hizo', en ese momento el rumbo cambió y yo con él", dice el guatemalteco en una entrevista promocional. "Me encontré con el hecho de defender los sonidos de la música básica. Hoy todo el mundo se adapta para encontrar un espacio en la radio. No tengo nada en contra de ningún género, pero sí tengo una animadversión especial por los que se suben al colectivo que mejor les quede, aunque los lleve a cualquier lado", opina.
Arjona confinado
Arjona presentó "Hongos" en abril, en plena pandemia, y en mayo lanzó "Blanco", cuyo ciclo él mismo dio por finalizado con el lanzamiento el viernes recién pasado de su último single, "Morir por vivir" que, como todos los de este álbum, acompañó con un videoclip en blanco y negro que lo muestra tocando junto a su banda en el estudio.
Justamente ese ha sido uno de los datos de este nuevo trabajo del cantautor que más se ha comentado. "Blanco", y su segunda parte aún inédita "Negro", fueron grabados en los estudios Abbey Road, famosos por haber sido el lugar en que The Beatles produjo prácticamente la totalidad de su discografía.
"Lo grabamos en Abbey Road absolutamente en vivo. Lo retocamos muy poco. Tiene gusto a músico en vivo y a cantante y compositor feliz. Lo que le pase a este proyecto será todo felicidad extra porque ya nos dio mucha felicidad cuando lo hicimos", cuenta el artista, que acompañó este lanzamiento de un libro que tiene fotografías, poemas inéditos y hasta cuentos cortos. "Es una pieza impecable y una de las mejores cosas que hice en mi vida", asegura el propio Arjona.
"Blanco" es el décimosexto disco de estudio del músico, sucesor de "Circo Soledad" (2017), que fue el último que lo trajo a Chile. "Este proyecto me impactó y me sorprendió a mí y eso es lo más importante. Pecaría de mentiroso si te digo que no me gustaría que sorprenda a otros. Por supuesto que me gustaría, si tengo claro que los que nos dedicamos a esto en su mayoría estamos corrigiendo problemas serios de personalidad, buscando quizás en otros la aceptación que nosotros mismos no nos damos", admite.
Y aunque es evidente que está feliz con el resultado, hay una cosa que lo frustra, y es que su álbum doble haya coincidido con la pandemia que vivimos. "Del encierro yo soy un tipo acostumbrado al confinamiento, me jode que me haya sorprendido este encierro con dos discos ya hechos y 24 canciones producidas", afirma el compositor, que confiesa que "por consecuencia me quedaron muy pocas ganas de seguir componiendo, aunque entiendo que este encierro era ideal para parir canciones".
Más feliz y peligroso
"No me gustan los artistas de culto", dice categórico Arjona, que en 34 años de carrera ha vendido más de 80 millones de copias y que sólo en Chile ha sido capaz de hacer cinco conciertos al hilo. "Formé parte del gueto hasta que me fue bien (risas). Después no quise jugar al erudito, ni tener que andar de intelectual midiendo las palabras para estar a la altura. Yo sé, por ejemplo, que 'Historia de taxi' tiene un lenguaje que pudo ser mejor tratado y como autor te aseguro que estuve a la altura para hacerlo, pero la esencia de las historias siempre deberá ir primero que la exactitud y la matemática", reflexiona.
Hoy, a sus 56 años, asegura que se aburrió de la industria: "Nunca me gustó pero me entretenía. Hoy solo me aburre". Y asegura que "está diseñada para mantener dormido el proceso creativo". "No sé bien cuánto tiempo podré soportarla porque a pesar de la independencia sigue habiendo lugares donde lamentablemente hay que coincidir", añade.
Sin embargo, asegura que no siente rencor. "Yo no estoy peleado con nadie, tampoco con la industria, nada de eso, solo me siento con la libertad de decir lo que siento justamente por la falta de favores que tengo para devolver", explica. Y sentencia entre risas: "Estoy más joven, más feliz y más peligroso que nunca".
"Soy un tipo acostumbrado al confinamiento, me jode que me haya sorprendido este encierro con dos discos ya hechos y 24 canciones producidas."
"Me siento con la libertad de decir lo que siento justamente por la falta de favores que tengo para devolver."