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Homenajean con miles de grullas a las víctimas del coronavirus
Figuras de papel son el símbolo de una tradición japonesa de acompañamiento de las almas al cielo. Cuando la artista llevaba 88 mil se dio cuenta que necesitaba ayuda.
The Associated Press
Una artista de la iudad de Los Ángeles está rindiendo homenaje a cada una de las miles de personas que han fallecido a causa del Covid-19 en Estados Unidos con una delicada grulla de papel.
Karla Funderburk comenzó a hacer las grullas hace tres meses, uniendo las figuras de papel rosa, azul, amarillo y muchos otros colores con hilo y colgándolas en su galería de arte.
"Sentía la pérdida y una forma de procesarlo fue comenzar a doblar grullas. Las grullas son un símbolo tradicional japonés de llevar el alma al cielo", comentó.
Trató de hacer diez grullas cada noche, pero cuando el número de decesos alcanzó los 88.000 el 14 de mayo, se dio cuenta de que le tomaría unos 24 años completarlas y pidió ayuda.
Ahora, voluntarios le entregan diariamente decenas de grullas de origami.
"Comencé a recibir cajas y bolsas. Algunas veces recibía una grulla con un nombre escrito, algunas cajas tenían 300", señaló.
Hoy día, cientos de grullas de papel cuelgan del techo del Matter Studio, mientras que otras están sobre mesas y guardadas en cajas esperando a ser añadidas al triste recordatorio de la cifra de muertes a causa de la pandemia en la nación. El sitio web de la galería también enlista cientos de nombres de víctimas del virus.
"Siento que este espacio está manteniendo, mantiene el lugar, para el recuerdo de las almas que estamos perdiendo", dijo.
Funderburk tenía 9.300 grullas hasta la semana psada. Más de 165.000 personas han fallecido a causa del coronavirus en Estados Unidos, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
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ONG recibe cientos de pedidos para hallar mascotas en Beirut
Rescatistas dedican largas horas a buscar a gatos y perros perdidos tras el estallido.
La enorme explosión que devastó Beirut a inicios de mes dejó 180 fallecidos, 6 mil heridos y 30 personas desaparecidas. El catastro oficial, sin embargo, excluye a las mascotas. Eso lo sabe bien la ONG Animales Líbano, cuyos decenos de voluntarios han recibido cientos de llamados de amos que les ruegan para que les busquen a perros y gatos, y a veces pájaros.
El gigantesco estallido aterrorizó a muchos animales, que huyeron de los inmuebles destruidos o quedaron atrapados entre los escombros. Los rescatistas de animales dicen que felizmente han podido reunir a 115 gatos con sus dueños.
Jason Mier, el director de la ONG, cuenta que además han encontrado unos 50 callejeros atrapados entre los edificios colapsados.
El estadounidense añade que los perros fueron más fáciles de ubicar en los dos días que siguieron a la explosión.
Uno de los voluntarios, Kamal Khatib, se especializa en sacar a los que están atrapados entre los escombros después de que los equipos de búsqueda los ubican. La explosión, dice, también ha traumatizado a los animales, lo que complica el rescate.
"Incluso el más amigable de los gatos domésticos araña y muerde", narra. "Definitivamente es muy traumatizante para ellos. Muchos pedían ayuda, lloraban".
Estos rescatistas salen en la noche a trabajar, antes de que las calles se llenen de gente que escarba entre los restos de sus casas o de que excavadoras y otros equipos pesados hagan un ruido ensordecedor, que hace que algunos animales prefieran permanecer escondidos.
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Payasos sobreviven gracias a videollamadas y manzanas
Covid también golpea a los circos en Perú, el segundo con más contagios en la región.
En un terreno de Lima, Santos Chiroque guarda su carpa amarilla, los maderos y las cuerdas con los que hasta marzo armaba un circo pequeño que le daba de comer. La pandemia golpeó su negocio, al igual que otro centenar de pequeños circos y medio millar de payasos en Perú.
Chiroque había confeccionado una nueva carpa. "Plata invertida por las puras", dijo el hombre de 74 años. Ahora su mujer y sus cinco hijos venden manzanas acarameladas en la calle.
Los circos ya venían en declive, pero la ola de contagios noqueó al sector.
Julio y agosto son los meses más rentables para el rubro en Perú, pero esta temporada ha sido la peor de la historia. El país registra en promedio más de 7.000 casos de coronavirus al día y superó los 500 mil contagios. Los muertos sobrepasaron los 25 mil y es el segundo en Latinoamérica con más infectados tras Brasil.
Ante la falta de trabajo los payasos han tenido que adaptarse. Carlos Olazábal, de 65 años, vive con sus cuatro hijos, con quienes realiza espectáculos infantiles por videollamadas y cocina para vender manzanas acarameladas y palomitas.
A diferencia de Chiroque, la familia Olazábal tenía algunos ahorros guardados para eventuales momentos de crisis. "No pensaba en una pandemia, mi temor son los terremotos", dijo el payaso.