Conductores de buses colectivos desempleados hacen fila para recibir donaciones de alimentos, puesto que el transporte público fue nuevamente restringido en la ciudad de Quezón, Filipinas, el viernes 7 de agosto. La capital y las provincias periféricas volvieron a cerrarse luego de que médicos advirtieran que el país estaba librando una batalla perdida contra el Covid-19 tras un aumento alarmante de infecciones.