Ignacio Silva

Hasta antes de marzo, Rodrigo Villegas tenía en mente una nueva rutina. El humorista hasta tenía el nombre y el esqueleto de su creación: "Modo Avión", una obra que invitaba a los espectadores a alejarse de sus teléfonos celulares y disfrutar de la experiencia.

"Pero todo eso tuve que hacerlo un lulo. Ahora estamos todos dependiendo de este aparatito", bromea el comediante, que en el pasado triunfó en festivales como Viña (2017) y Olmué (2018). "Yo invitaba a la gente a volver a humanizar, a conversar, a abrazar. Mira la cuestión, todo al revés. Así que eso quedó ahí guardado, ya no lo puedo hacer".

Ante el nuevo contexto, el exintegrante de "Morandé con Compañía" decidió echar mano a "Catarsis", la rutina que estuvo presentando el año pasado, y hacerle adaptaciones para presentarla en streaming, lo que ya hizo hace algunas semanas.

"Igual estuve un par de meses medio shockeado, porque es potente lo que está pasando. Pero reaccioné y se me ocurrió hacer "Catarsis", aunque me demoré un par de meses en adaptarlo, más que nada porque no quería estar sentado frente al computador hablando. Así que hicimos todo un tema, con croma, con gráficas, con música. Quedó bueno", asegura Villegas.

Y en cuanto a la rutina, ¿tuviste que repensar muchas cosas?

Generalmente las rutinas van renovándose. Vas metiéndole temas nuevos, pero tampoco cambia tanto. Por ejemplo, no voy a meter contingencia, que nunca he hecho porque no me gusta dividir al público ni tener que dar opiniones valóricas. Juego una pará más buenista, de llevarle buena onda a la gente, que de hacerlos pensar y decirles lo que ellos están viendo en el día a día, en las noticias, en todos lados.

¿Pero no te tientas con incluir un chiste con temas como el 10% de las AFP?

O sea, dan ganas obviamente, pero no está dentro de la filosofía del trabajo que yo quiero presentar. Además que todos los comediantes están haciendo lo mismo, entonces yo hace mucho rato me abstengo de esos temas. Yo hablo de cosas más sentimentales, más de recuerdos. Y me pongo yo en las situaciones, porque en el humor siempre tiene que haber una víctima, y la mayor parte de los comediantes tienen como víctima al Gobierno y al sistema, pero en el estilo de humor mío la víctima soy yo.

Transversal

Rodrigo Villegas explica que su opción de no incluir humor político en sus rutinas tiene además otro motivo: sus planes de internacionalización.

"Quiero internacionalizar las cosas, estaba haciendo un trabajo en Argentina antes de la pandemia", revela el humorista. Luego profundiza: "Por eso me interesan las rutinas transversales, porque me interesa que en otro país también se entienda perfectamente lo que uno habla, no hacerlo tan localista".

Hasta antes de la pandemia, dice, el plan estaba andando con visitas periódicas al país vecino en las que se relacionaba con humoristas locales. "Tengo muy buenos amigos comediantes argentinos, son muy simpáticos ellos, muy querendones, muy amorosos. Hemos trabajado juntos con el Flaco Pailos, con Nicolás Biffi que ahora está en España entonces ahora quiere también que vaya para allá", explica.

¿Tu carrera internacional la proyectas haciendo personajes?

Con los personajes, todo el rato. Quiero internacionalizar los personajes. Yo ya probé a Mathiu Focker por ejemplo en Córdoba y fue un golazo. Fue en vivo, en un teatro, anduvo súper bien. Y tengo un amigo que trabaja en un matinal allá en Córdoba, y quiere que puro pase esto para que vaya con el personaje para allá y para que siga creando estos personajes en la tele. Así que cuando pase la pandemia quiero seguir con esto de internacionalizar mi carrera.

¿Qué otros planes a futuro tienes?

Hace un tiempo hice "La Media Volá", una webserie que ahora estoy subiendo en Instagram. Yo estudié cine así que lo hice todo, grabé, edité, escribí el guión, y me interesa mucho seguir con eso, crear otra webserie. Quiero hacer un montón de cosas, pero siempre me retan porque quiero hacerlas todas a la vez. No soy metódico como los alemanes, que terminan una cosa y empiezan otra; no, yo quiero hacer 4.000 cosas a a vez. Y me mareo, pero salen, las hago.

¿Y volver a Viña?

Ir a Viña del Mar es como ganar una pelea a un título de boxeo, así lo veo yo. Cada escenario es un contrincante diferente y 'tenís' que defender el título, así que si me toca defenderlo en la Quinta tendré que hacerlo no más.

"Ya probé a uno de mis personajes (Mathui Focker) en un teatro en Córdoba, en vivo, y fue un golazo, anduvo súper bien. Tenía lista una obra en que invitaba a volver a conversar, a humanizar, a abrazar (...) Tuve que hacerlo un lulo por el coronavirus.