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Expertos estiman que para el Santiago post pandemia será clave acabar con los viajes largos
Urbanista e ingeniero civil llaman a acercar servicios y crear recintos intercomunales de teletrabajo para reducir traslados. "Debemos ir hacia una ciudad de 15 minutos", dicen.
Diego Gotelli C.
Con una vacuna que se estima no esté disponible hasta el próximo año, el mundo busca acostumbrarse a convivir con la pandemia del Covid-19. Países fuertemente golpeados por el coronavirus, como Italia y España, ya han iniciado una desescalada de medidas restrictivas, lo que se espera se vaya propagando por el orbe a medida que más naciones contengan sus contagios.
Y aunque Chile aún sigue creciendo en su curva de casos, algunos expertos ya comienzan a pensar cómo preparar la ciudad para cuando cesen los confinamientos y se retome cierta normalidad con el virus aún presente.
"En ese proceso será clave acortar los traslados en la ciudad", afirma Francisco Morales, ingeniero civil que lideró un estudio colaborativo entre la Usach y la Universidad Bernardo O'Higgins sobre el Santiago post pandemia.
El análisis concluyó que la ciudad requerirá crear centros de teletrabajo públicos para fomentar que se mantenga el trabajo remoto, evitando así grandes traslados de trabajadores que deben cruzar toda la capital en transporte público, exponiéndose al virus. "El teletrabajo llegó para quedarse", enfatiza Morales.
El académico detalla que estos recintos podrían emular el formato coworking, pero sin un incentivo comercial detrás. Para ello sugiere un modelo de concesiones similar al que se usa para los hospitales, y para hacerlo factible propone que se hagan en cuatro zonas accesibles, distribuidas equitativamente por la RM.
En la práctica, el recinto sería un espacio acondicionado para quienes no cuenten con una buena situación hogareña que les permita extender su empleo remoto, locales que se ubicarían a menos de media hora de su hogar.
El estudio incluye otra serie de propuestas laborales, estudiantiles y de transporte y está en proceso de ser entregado a las autoridades.
Acercar servicios
Una visión similar tiene Pablo Allard, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, quien ha trabajado en un modelo para acercar los servicios hacia los barrios más vulnerables de la RM, a fin de acortar los traslados de quienes deben viajar largos tramos para hacer trámites o realizar compras.
La iniciativa, llamada "Corazones de barrio", fue encargada por la Intendencia como una forma de llevar equidad a los sectores menos favorecidos. Sin embargo, su impulsor afirma que con la pandemia la idea ha cobrado un mayor sentido de urgencia.
Allard detalla que el plan busca crear mega-recintos que agrupen en un mismo lugar a locales comerciales, sucursales de organismos públicos, espacios deportivos, áreas verdes y los servicios que requieran los vecinos. Como ejemplo, contó que en un barrio los vecinos pidieron un puesto de pollos asados porque en el sector no hay y los delivery no llegan.
"Serían como strip centers populares", grafica el urbanista, quien asegura que hay más de 40 sitios eriazos fiscales en la RM que potencialmente podrían ser usados para crear estos recintos.
El proyecto se trabajó por casi dos años en alianza con fundaciones locales e internacionales, e iba a patir en octubre del 2019 con pilotos en Padre Hurtado y Pedro Aguirre Cerda, pero el estallido social y la crisis sanitaria lo postergó.
Allard espera que se pueda retomar la iniciativa, pues con la pandemia es "aún más importante" acortar los viajes en la ciudad. Cuenta que esta crisis ha hecho que zonas como París refloten el concepto de "ciudades en 15 minutos", que apunta a que la población pueda hacer su vida sin tener que realizar traslados de más de un cuarto de hora.
"En Santiago eso aún es lejano, pero debemos avanzar hacia allá", señala.
equidad social Ambos expertos afirman que el acortar los viajes irá en ayuda de los más vulnerables.
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OMS y crisis del Covid-19: "Lo peor está por venir"
Insistió en la aceleración de los contagios y el efecto de las divisiones políticas.
Aunque van 10.199.798 de contagios en el planeta y 502.947 mil fallecidos, según el conteo de la U. Johns Hopkins, la crisis política y social que ha generado la pandemia hacen temer a la Organización Mudial de la Salud (OMS) que la situación se tornará aún más complicada.
"Lo peor está por venir", dijo su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Con este ambiente y condiciones, tememos lo peor", agregó.
El encargado insistió en que los contagios se están acelerando en muchas partes del mundo, a lo que se suman rebrotes en países que ya tenían el virus controlado en zonas de Europa y Asia.
"Hace seis meses nadie podría haber imaginado cómo nuestro mundo, y nuestras vidas, cambiarían tanto. Todos queremos que acabe, todos queremos volver a nuestras vidas, pero la dura realidad es que no estamos ni cerca de que esto acabe", añadió.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU al solicitó ayer casi US$5.000 millones para alimentar al creciente número de pobres.
"Hasta el día que tengamos una vacuna médica, la comida es la mejor vacuna contra el caos", comentó el director ejecutivo de este programa, David Beasle.
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En seis regiones prueban vacunas contra el coronavirus
La lucha por conseguir un antídoto para el coronavirus continúa e investigadores británicos y chinos ya están probando posibles vacunas en países como Brasil y los Emiratos Árabes, porque el declive en el número de nuevos contagios en sus países les impide obtener respuestas claras. Lo mismo se hace en Sudáfrica, mientras que Estados Unidos se prepara para comenzar la prueba más grande: 30.000 personas recibirán una inyección creada por el gobierno a partir de julio y un mes después otras 30.000 probarán una inyección británica.