Diego Gotelli C.

Con cientos de cervezas y sin temor al coronavirus. Así fue una nueva fiesta clandestina registrada en la capital, la que este fin de semana fue interrumpida por personal de Carabineros, dejando a gran parte de sus asistentes detenidos.

El hecho ocurrió durante la noche del sábado, en horario de toque de queda, cuando vecinos de calle Río de Janeiro, en Recoleta, alertaron sobre una vivienda con música fuete. El lugar coincidía con una convocatoria hecha por redes sociales para juntarse a celebrar el Día del Padre.

Previa autorización de la Fiscalía, uniformados ingresaron a la vivienda, la que era custodiada por un vigilante ubicado al ingreso de la casa. Al interior habían cerca de 50 personas, de las cuales 31 fueron detenidos. El resto huyó.

Entre los apresados había una persona con una orden de detención pendiente y miembros de un grupo musical. Todos pasaron a control de detención y quedaron con arresto domiciliario nocturno. Arriesgan hasta tres años de cárcel por la nueva ley que eleva las penas a infractores de las medidas sanitarias,

El Gobierno anunció querella contra los asistentes.

En la misma jornada, Carabineros retuvo al concejal de Providencia Tomás Echiburú, quien fue acusado por vecinos de estar jugando con un skate en zona de cuarentena.

La detención se produjo en la esquina de calle Huérfanos con Miraflores, en Santiago Centro, donde la policía le pidió su permiso temporal para andar en la calle, lo que no tenía. El capitán Jorge Zúñiga afirmó que lo vieron realizando acrobacias. Tras estar en la comisaría quedó libre en calidad de apercibido.

Por Twitter el concejal reconoció que cometió "un error". Según su versión, dijo que iba a comprar a un almacén con los resguardos sanitarios, pero sin sacar permiso. "Todos debemos cumplir y ser responsables", añadió.

206 botellas de cerveza fueron incautadas en el lugar de la fiesta. También se requisaron parlantes y equipos musicales.