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Proponen el "aula invertida" como fórmula para el retorno a clases
El proyecto de la plataforma Lirmi, que trabaja el método, explica el sistema que incluye un trabajo en la casa y luego en la sala.
Camila Infanta S.
La propuesta ya está en manos del ministerio de Educación como una forma de implementar de forma segura el retorno a clases cuando éstas puedan darse de forma presencial. Sin embargo, la metodología "aula invertida" se creó en 2007 en un contexto completamente diferente en EE.UU., pero que hoy cobra cierta vigencia ante la pandemia mundial.
Con una crisis sanitaria difícilmente contenida a nivel mundial, se ha hablado de diferentes métodos con los que podría volver las clases presenciales de los alumnos desde la prebásica hasta la educación superior. Se evalúa el retorno segmentado, donde los alumnos asistan a sus establecimientos dos o tres veces por semana y donde no hayan más de 10 o 15 años por cada sala. Aula invertida propone algo que toma un poco de cada una de ellas.
Isabel Loncomil, codirectora de la plataforma educacional Lirmi y profesora de educación básica, explica que esto consiste en un modelo de aprendizaje híbrido, es decir, que mezcla la casa con el colegio. "Para implementarlo los profesores extienden a la casa un material que puede ser en video o audio, para que el alumno no llegue de cero a la clase. Es decir, las bases más iniciales, se hacen en la casa", explica la experta en el método a hoyxhoy.
Agrega que de esta forma se llega a la sala de clases con una base y en el colegio sólo se sociabiliza, practica y consulta dudas de lo que ya se aprendió. "Esta solución, que ahora se ve como una respuesta a los estragos de la pandemia, ya se ha utilizado antes en alumnos que no pueden asistir fácilmente a sus establecimientos o que deben faltar mucho. En Chile hay universidades que lo están implementando", recalca.
Loncomil cuenta que esto puede funcionar para todos los niveles de enseñanza con algunas consideraciones distintas según cada edad. "En los más chicos, por ejemplo, actualmente se ve que las parvularias están enviando muchas cápsulas a sus alumnos, un cuento de 5 minutos, que después pueden comentar a través de un video o audio. Al final hoy mucha gente está usando una estructuras de aula invertida y no saben que es parte de un modelo que ya existe y que se puede mejorar", cuenta.
¿Significa esto aumentar la carga de los padres en el rol del aprendizaje de sus hijos?
La verdad es que todo lo contrario. Actualmente los padres tienen que ayudarlos en tareas que muchas veces no saben sus respuestas, y se tienen que poner a buscar, ser casi profesores. Este cambio los libera, sólo tienen que darles el soporte de un lugar donde puedan absorber la base de este conocimiento y las dudas luego las resolverán en la sala de clases. Esto está pensado también para potenciar la autonomía de los niños y su aprendizaje.
"Se da un material previo que puede ser en video o audio, para que el alumno no llegue de cero a la sala.
isabel loncomil, cofundadora de lirmi"
¿más tecnología?
La teleducación ha dejado en evidencias las diferencia de acceso que existe en el país son respecto a la conectividad o a la llegada directa y simple de un computador. Al respecto, Isabel Loncomil asegura que una buena solución es la información a través de audios, pues son más livianos que un video y se pueden descargar sin la necesidad de sobreutilizar el plan de datos de un teléfono.
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Momento de acelga
por álvaro peralta / @dontinto
Tal como se ha dicho en esta columna en innumerables ocasiones, lo que muchos llaman "cocina de temporada" es puro cuento, porque con supermercados, ferias e incluso restaurantes ofreciendo prácticamente los mismos productos durante los doce meses del año -teniendo al infame tomate larga vida como mejor ejemplo de todo esto- el concepto de "temporada" se va a las pailas. Sin embargo, en tiempos de coronavirus y encierro, cuando muchos han vuelto a sus cocinas tal vez tenemos una oportunidad para respirar hondo, calmarnos e intentar cocinar de una buena vez con lo mejor que la temporada nos ofrece. Y justamente por estos días podemos encontrar a la acelga en su mejor calidad y precio del año. Porque claro, se vende en todas las estaciones, pero es en los meses fríos cuando vive su gloria y se transforma en una gran alternativa ante la natural falta de verduras frescas en esta época o las pocas ganas de comer lechuga que nos dan en días fríos. Por si esto fuera poco, la acelga es muy versátil a la hora de prepararla. De hecho, en este mismo espacio hemos presentado recetas clásicas en base a acelga como tortillas o pejerreyes falsos, a las que se podrían sumar otras preparaciones como fritos, purés, mezcladas con legumbres o simplemente hervidas brevemente y luego aliñadas con sal, aceite de oliva y unas gotitas de limón. Para hacer presente aún más la versatilidad de la acelga, hoy les dejo una receta que suele usarse como acompañamiento pero que también funciona muy bien solita o -en este caso- con un huevo frito encima.
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Acelga a la crema con huevo frito
- 1 paquete de acelgas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 tazas de crema
- 100 grs de mantequilla
- 200 grs de queso para rallar
- 4 huevos
- Sal, pimienta, pimentón y aceite de oliva
Cortar los tallos de las acelgas y reservarlos para otra preparación. A continuación, lavar bien en agua fría las hojas de acelga y dejar escurrir hasta que estén secas. Luego, cortarlas en tiras delgadas y reservar. Pelar la cebolla, cortarla en pluma y comenzar a dorarla en una olla bien grande con abundante aceite de oliva. Una vez que comience a transparentarse, picar bien finos los ajos y agregarlos a la olla más un poco de sal. Revolver bien y mantener el fuego bajo para que nada se queme. Después, agregar toda la acelga más un poco más de sal y algo de pimienta, subir el fuego y comenzar a revolver todo. La acelga empezará a reducir y perder humedad. Si notamos que se está secando mucho, agregar un chorro de aceite de oliva. Luego, agregar la crema y revolver bien para que todo se mezcle. Bajar el fuego, tapar y dejar cocinar por unos tres minutos. Finalmente retirar del fuego, agregar un poco de pimentón (dulce o picante) y la mantequilla. Revolver bien para que ésta se derrita, corregir de sal si fuese necesario y emplatar con un huevo frito encima de cada plato más una pizca de pimienta y una buena cantidad de queso recién rallado.