J.R.P.

Los túneles sanitizadores se han convertido en un impensado factor de controversia en la manera en que se enfrenta la pandemia del Covid-19 en el país. Mientras avanza su uso en distita comunas y actividades, ayer la secretaría regional ministerial (Seremi) de Salud del Biobío prohibió su uso, aplicando las facultades que le entregó una circular que emitió el lunes la Subsecretaría de Salud Pública.

Ese día la subsecretaria Paula Daza cuestionó estas instalaciones, explicando que no hay base científica que avale que evite la propagación del virus y llamó a las seremis a que fiscalicen los productos que se utilizan. Según el organismo, se debe aplicar sólo en productos y no en personas.

La decisión del Biobío se sumó a la que ya aplicó hace unos días la seremi de Atacama. En Concepción la medida causó extrañeza, pues algunas autoridades comunales recordaron que hay túneles en gran parte de los consultorios y varios de ellos fueron inaugurados por la propia seremi. Por lo mismo, el alcalde de San Pedro de la Paz, Audito Retamal, se declaró "en rebeldía" y dijo que no acataría la prohibición.

En Santiago, desde la seremi metropolitana explicaron que fiscalizarán aleatoriamente a quienes instalen estos túneles, además de exigir un permiso a las empresas que quieran contar con la herramienta.

Y se espera un uso aún más masivo, pues el miércoles el Ministerio de Vivienda y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) presentaron un protocolo de salud para prevenir los contagios en las faenas. El plan establece que en cada entrada habrá uno de éstos aparatos.

En la seremi contaron que le han insistido a los constructores que los túneles no son confiables, pero les responden que son los trabajadores quienes lo piden para sentirse más seguros. Justamente desde el Gobierno dicen que esa "falsa sensación de seguridad" puede ser un riesgo.

La CChC y una de la empresas que lo instala, Saniticov, no quisieron referirse ayer a este asunto.

alcaldes del biobío explicaron que no tomarán en cuenta la prohibición y no retirarán los túneles.

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En una semana en que la veracidad sobre una anunciada donación del gobierno chino ha sido puesta en duda por el propio Beijing, ayer el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, comprometió que la cifra de respiradores mecánicos con que contará Chile al menos se triplicará en un mes y medio, para llegar al 15 de junio a 4.263 aparatos.

La autoridad dijo que al 15 de marzo en el país habían 1.229 equipos. Explicó que la planificación consideró compras, la transformación de ventiladores pediátricos y de máquinas de anestesia, y la habilitación de equipos que se tenían para soporte y de otros que ahora podrían suministrar oxígeno a dos personas a la vez.

En los últimos días China ha negado que haya comprometido 500 para el gobierno chileno, como anunció el ministro Jaime Mañalich el 19 de marzo. Su embajador, Xu Bu, dijo que dos empresas acordaron enviar 60, pero que eso se trata de decisiones privadas.

Ayer, en tanto, el embajador de Chile en China, Luis Schmidt, aseguró que unas 140 compañías chinas han colaborado con suministros médicos convenidos con la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), incluyendo 441 respiradores.

"Ahora tengo ventiladores en el living, en el comedor, en los dormitorios de mi casa y me siguen llegando todos los días", dijo Schmidt a radio Agricultura, agregando que esperan traerlas en un avión de la FACH.

Según informó ayer el Gobierno, actualmente hay 316 personas en el país conectadas a un respirador mecánico y hay otros 536 disponibles.

El ministro de Educación, Raúl Figueroa, aseguró ayer que no tienen una fecha para definir el reingreso a las clases presenciales, frenadas desde marzo para evitar contagios de coronavirus.

"Sería una irresponsabilidad de mi parte dar una fecha porque no la conozco, porque depende de una serie de factores esencialmente sanitarios", dijo.

El lunes, cuando terminen la vacaciones, las clases se mantendrán a distancia. El ministro dijo que reforzarán la entrega de recursos pedagógicos y la alimentación.

Figueroa ratificó que cuando se inicien las clases presenciales será de manera gradual, por etapas y con flexibilidad, para que cada colegio lo adecue a su realidad. El ministro trató de tranquilizar a los apoderados y agregó que no se pondrá en peligro a los estudiantes. Pese a ello, añadió: "Los niños no son un factor de riesgo en esta pandemia, se contagian y obviamente hay que tomar medidas para que no se contagien y para que esos niños a su vez no contagien a otros".

Una de las ideas que se barajan es comenzar por comunas rurales y que tengan bajos casos de infectados. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, reconoció que "es muy distinto" enfrentar la reapertura en un colegio con mil alumnos en una comuna de alta incidencia de de Covid-19, que en un establecimiento pequeño y con menos casos.