por katherine salosny / @kathysalosny

Quiero partir esta columna contándoles una iniciativa que tomamos en conjunto con José Antonio Neme (@jananeme) de contar nuestra experiencia en esta cuarentena a través de una transmisión en vivo por Instagram que me sirvió para darme cuenta que hoy hay muchas más opciones para comunicar que la televisión abierta.

Ambos salimos de la pantalla hace poco tiempo, pero como comunicadores sentimos la necesidad de comentar todo lo que está ocurriendo, analizar la contingencia y también dar a conocer nuestros puntos de vista personales y creo que no somos los únicos que lo hemos hecho durante esta pandemia de coronavirus.

En este sentido, yo como una más del millón trescientas mil personas que viven en las siete comunas con cuarentena total y obligatoria, hemos encontrado en las distintas redes sociales y plataformas como zoom, una nueva forma de mantenernos en contacto no sólo con nuestros seres queridos sino que también conectados con la población en general.

Sé que muchos chilenos y otros ciudadanos del mundo lo están pasando muy mal durante estos días, pero los que tenemos la fortuna de poder quedarnos en casa solos o acompañados de nuestras familias hemos tenido la oportunidad y el tiempo de compartir a través de internet con mucha gente que pocas veces vemos presencialmente.

Agradezco también que he podido pasar mucho más rato con mis dos perros, Sol y Ruso, que también decidí incluirlos en mis transmisiones en vivo porque debido al permiso que tuve que sacar para pasearlos durante esta semana, salimos los tres juntos todos los días a la misma hora.

También quiero agradecer profundamente a mi profesora de yoga @fernandavargas que está impartiendo todos los días clases gratuitas para las personas que necesitan distraer su mente del encierro.

Creo que a pesar de la distancia hemos logrado permanecer hiperconectados e informados y eso nos ha servido mucho como sociedad para mantenernos unidos, apoyarnos mutuamente y seguir dando la pelea contra esta dura enfermedad.

Por último, también siento que nos hemos podido reencontrar con la ciudad, ya que las pocas veces que he tenido que pedir permiso para ir a la farmacia o al supermercado a abastecerme de lo básico, lo he hecho en bicicleta y ha sido un agrado, por ejemplo, poder volver a escuchar los pájaros o el eco ensordecedor de mis perros al ladrar, en vez del sonido de las bocinas de los autos.

El Dr. Randy Cron de la Universidad de Alabama advirtió que por lo menos en un 15% de los pacientes que se recuperan del coronavirus, su sistema inmune continúa activo, pese a no tener ningún virus al cual atacar. Esto podría afectar considerablemente el organismo debido a que el sistema inmune continúa enviando citoquinas, pero a falta de un objetivo al cual atacar éstas comienzan a hacer daño a los distintos órganos. Entre médicos este fenómeno recibe el nombre de "tormenta de citoquinas". Así, el hígado, los pulmones y otros órganos pueden verse afectados y desarrollar males como el Lupus o la enfermedad de Still.

El telescopio espacial Hubble, con apoyo de otros instrumentos de la NASA, detectó recientemente un agujero negro gigante que cuenta con una masa 50.000 veces mayor que la del Sol. El hallazgo, atribuido a un grupo de científicos de la Universidad de New Hampshire, se encuentra ubicado a 740 millones de años luz de la Tierra en un cúmulo estelar. Se cree que este colosal agujero negro proviene de la explosión de una estrella de neutrones, aunque no hay certeza sobre aquello. Su lugar de origen ha sido bautizado como IMBH, que corresponde a un cúmulo estelar donde suele formarse este tipo de agujeros negros.