Francisca Parra

El puma avistado tanto en Providencia como en Ñuñoa ayer por la mañana se encuentra internado en la clínica veterinaria del Parque Metropolitano siendo evaluado por especialistas para liberarlo a su hábitat. Esto luego de que pasadas las 10 de la mañana fuera rescatado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Carabineros y personal del Zoológico Nacional.

El puma silvestre, macho, de poco más de un año y con unos 30 kilos de peso habría, según las autoridades, bajado de la zona precordillerana en busca de alimento o de su territorio. Así logró llegar a zonas residenciales durante la madrugada gracias a la falta de presencia humana, debido al toque de queda.

El comportamiento que mantuvo fue acorde a su edad, ya que el animal no atacó, sino que más bien buscaba huir de las personas, tal como lo ha evidenciado el SAG en otros pumas silvestres como este tipo de depredador.

Durante la captura el animal fue anestesiado con dardos tranquilizantes y tras un primer chequeo del equipo veterinario, se informó que estaba sin lesiones y en buena condición corporal. Esto se podrá verificar cuando "se pueda volver a anestesiarlo para realizarle un chequeo completo con exámenes de laboratorio y radiografías que determinen si hay que realizar algún tratamiento o si está en condiciones para su inmediata reinserción en la naturaleza", contó ayer Alejandra Montalba, directora del Zoológico Nacional.

La segunda anestesia se le aplicará dentro de 48 horas, ya que no se puede hacer este procedimiento dos vecestan cerca en un animal de es te tamaño y, además, es riesgoso para su salud.

Según el director del SAG de la RM, Marcelo Giagnoni, pudo haber influido en la visita de este animal la sequía, ya que, si sus presas bajan, él también. Asimismo, detalló que, para estar alerta ante un evento similar, le instalarán el mismo radiocollar que los otros pumas libres que mantienen monitoreados.

Por medio de ese dispositivo pueden "ver por dónde se mueve, cuáles son sus patrones de comportamiento y ya con estudios más avanzados, podemos modelar un nicho ecológico y ver qué tan malo es ese hábitat cómo para que el animal se mueva", explicó Camila Dünner del proyecto GEF Montaña del Ministerio de Medioambiente.

La especie del animal que paseó por Santiago es un Puma concolor que está protegido por la Ley 19.473, por lo que no se puede cazar, ni tener de mascota de forma ilegal y tampoco atacarlo con perros.

ley 19.473 protege a la especie puma concolor para que no pueda ser cazado ni atacado.