"Unidos", lo nuevo de Pixar, es una sentida fábula sobre dejar atrás los miedos, sobre la importancia de la figura paterna, sobre el mundo moderno versus el antiguo, pero puede que lo más cautivador tenga que ver con la ejecución, con la superficie, con la historia en sí, que es como Harry Potter pero pensada para la generación que juega Fornite y tiene una mente más hiperactiva y extravagante.

Es la aventura de dos hermanos jóvenes -y elfos, pequeño detalle- que, aunque diferentes, comparten cierta desadaptación social y el hecho de haber perdido al padre. El mayor, Barley, es el más extraño y solitario; un personaje que mezcla el gusto por estética rockera desaliñada con fanatismo por los juegos de rol y la fantasía medieval. Pese a ser grande, sigue soñando inocentemente con un supuesto pasado mágico. El menor, Ian, es socialmente más adaptado, pero acarrea silenciosamente una timidez que le impide cuestiones como invitar a otros a una fiesta en su casa o atreverse a manejar. Ian es el protagonista y, aunque la trama se centra bastante en su fuerte añoranza o curiosidad por su papá (a quien no alcanzó a conocer), "Unidos" nunca es un dramón, sino que una película en cierta medida muy alegre e ingeniosa.

Progresivamente la magia se va tomando la historia, pues aunque Barley es quien sueña con ese mundo, resulta ser Ian quien de repente tiene un desconocido talento para ella. La magia es también la que promete revivir al padre por un tiempo limitado, y dicha promesa movilizará la aventura principal de "Unidos", llenándola de conjuros, duendes, dragones y personajes inusuales. Pese a su espíritu peculiar, pese a lo deschavetada, la película nunca se vuelve trivial ni tonta gracias a que mantiene un piso emocional genuino, sabiendo abordar incluso con cierta sofisticación ciertos temas, como la relación entre hermanos, pues Ian aprenderá a apreciar de otra manera a Barley, a quien solía ver únicamente como alguien intenso y estrambótico.

Visualmente es impecable, cuestión que no es novedad viniendo de la misma productora de Toy Story, Wall-E o Up. La vara es alta, pero "Unidos" tiene méritos suficientes como para no palidecer dentro de semejante catálogo.

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dir| d. scanlon / ee.uu. / 2020 / 114 minutos /cines cinemark, cineplanet, cine hoyts.

El mundo de las tablas está de luto tras la muerte del destacado actor y dramaturgo Alejandro Sieveking, quien con un repertorio de más de 40 obras -entre ellas "La remolienda"- dejó una profunda huella en el teatro nacional. El Premio Nacional de Artes de la Representación 2017, murió ayer a los 85 años y sus restos están siendo velados en la Sala Antonio Varas. Su vertiente como dramaturgo comenzó en los 50, cuando entró a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, donde conoció a Víctor Jara, con quien entabló una amistad y una prolífica relación de trabajo. Tras el golpe de Estado se autoexilió junto a su esposa, Bélgica Castro, en Costa Rica y tras su regreso, en 1984, escribió guiones para la TV. En los últimos años tuvo varios roles en el cine, en cintas como "Gatos viejos" (2010), "El club" (2015) y "Los perros (2017).