Natividad Espinoza R.

Hay dos momentos del día en que los trabajadores y estudiantes sienten que la energía simplemente se les agota. Se trata de media mañana y media tarde, horarios en que ya ha pasado tiempo desde la última comida, pero aún hay que rendir. Por fortuna, hay snacks perfectos para "revivir" a estas horas y son fáciles de preparar.

"La ingesta de alimentos tiene un alto impacto en el funcionamiento del organismo, por lo que seleccionar el tipo y la calidad de lo que comemos es clave para determinar cuánta energía que tendremos cada día. Los alimentos energizantes son imprescindibles en la alimentación diaria, sin embargo, hay que saber combinarlos y seleccionar los más adecuados en cada momento, priorizando los de origen natural, mínimamente procesados", afirmó a hoyxhoy la académica Escuela de Nutrición y Dietética de U. de Las Américas, Evelyn Sánchez.

Consultada sobre los macronutrientes que más aportan energía, la experta mencionó los hidratos de carbono y las grasas. Por eso, "para que una comida sea energizante debe contener una porción de éstos", dijo.

¿qué preferir?

Para Sánchez, "una opción son los frutos secos, ya que aportan ácidos grasos esenciales, potasio, magnesio, fósforo, vitamina E y del complejo B, nutrientes importantísimos para potenciar el funcionamiento óptimo del organismo. Destacan las almendras, nueces, pistachos, avellanas y maní sin procesar".

Asimismo, la profesional sugirió comer "alimentos naturales a base de cereales integrales, frutos rojos, quínoa, amaranto y miel, que permiten una entrega sostenida de energía, sin el efecto rebote de los azúcares simples, ya que al ser de absorción lenta liberan paulatinamente sus sustratos energéticos al organismo".

Para la chef Natalia Avendaño (@lacocineraecologica), los snacks perfectos para preparar a partir de ingredientes energizantes son "'power balls', barritas, smoothies, bowls con frutas y cereales, sandwiches de pan integral con hummus y hummos con bastoncitos de verduras".

evelyn sánchez, nutricionista"

"Los alimentos energizantes son imprescindibles, pero hay que saber seleccionar los adecuados en cada momento."

Ingredientes (Para 4 personas)

-4 zapallos italianos

-4 tomates bien maduros

-½ cebolla

-1 diente de ajo

-¼ kilo de queso para rallar

-aceite de oliva, sal, pimienta

Pelar los tomates, cortarlos en cubos bien pequeños y reservar. Picar el diente de ajo lo más fino posible y cortar la cebolla en cubos pequeños. Luego, calentar un sartén, agregarle un poco de aceite de oliva y saltear el ajo con una pizca de sal. Antes que comience a dorarse añadir la cebolla más otra pizca de sal y revolver bien. Una vez que la cebolla comience a transparentarse agregar el tomate picado (ojalá con todo el jugo que haya salido al momento de cortarlos) más algo de sal y pimienta. Revolver bien y bajar el fuego al mínimo para que se vaya cocinando lentamente. De tanto en tanto revolver y con la misma cuchara aplastar un poco los trozos de tomate para ayudar a que se haga la salsa. En paralelo, calentar agua en olla grande y una vez que hierva poner un poco de sal y luego meter los zapallos italianos por siete minutos. Después, sacarlos del agua y dejar que se enfríen a temperatura ambiente. Una vez que se puedan manipular, cortar los zapallos por la mitad (a lo largo) y con la ayuda de una cuchara sacarles toda su "carne" interior. Después, picarla bien pequeña y agregarla al sartén. Revolver bien para que se mezcle con el tomate, corregir de sal si fuese necesario y finalmente rellenar con todo esto los zapallos. Ponerlos en una bandeja de horno aceitada, agregar queso rallado encima y llevar al horno hasta que se gratinen (esperar que se enfríen para ponerlos en un contenedor plástico).

por álvaro peralta / @dontinto

Llegó marzo y llegó con todo. Tacos (hasta de bicicletas), vagones del Metro en su máxima capacidad, los niños entrando al colegio y los adultos -que pudieron salir de vacaciones- de vuelta a sus trabajos. Así las cosas, vuelven también las largas jornadas de trabajo o estudio y los correspondientes almuerzos fuera de casa. Y ya sea porque no da el presupuesto para comer todos los días en un restaurante, porque la comida del casino del colegio es muy mala o simplemente por gusto, vuelven también las colaciones que muchos chilenos llevan todos los días al salir de su casa en su correspondiente envase plástico bien cerrado. Por ahora, que aún hace calor, muchos se van por el lado de la comida fría. Es decir, ensaladas varias, arroces con palta y tomate o salpicones. Sin embargo, cuando el cuerpo comienza a pedir cosas calientes la cosa se complica. Básicamente porque como debemos calentar la comida en un microondas, las verduras suelen ir desapareciendo para dar paso a carnes, arroz, papas y fideos. Muchos fideos. Claro, son ricos, fáciles de preparar y -lo más importante- llenadores. Sin embargo, no se puede pasar así todo el año. ¿Qué hacer entonces? Concentrarse en preparar recetas que incluyan verduras y que resistan ser recalentadas en un microondas. Es decir guisos, budines, tortillas, verduras asadas o unos muy simples zapallos italianos rellenos como los de la receta de hoy.

A lo largo de los años se ha relacionado el consumo de aceite de pescado con la prevención del cáncer. Sin embargo, un estudio publicado en el British Journal of Cancer and the Cochrane Database of Systematic Reviews reveló que, en realidad, el consumo de este producto puede prevenir las enfermedades coronarias. Pese a esto, el mismo sondeo determinó que el alimento puede subir ligeramente el riesgo de desarrollar cáncer a la próstata. El aceite de pescado se deriva de los tejidos de ciertos tipos de pescado 'aceitoso' como el salmón, el atún, el arenque y la caballa.