Carolina Collins

El nexo entre la banda venezolana Los Amigos Invisibles y Chile se remonta a unos 10 años. Incluso antes de que vinieran por primera vez al país, recuerda su bajista José Rafael Torres, ya recibían mensajes de chilenos que se declaraban fans de su sonido funk fusionado con ritmos latinos.

Por eso, según Torres, hoy les parece raro que sus conciertos en el país se repleten de compatriotas suyos y que su música sea asociada a la ola migratoria de venezolanos por la crisis de ese país.

"Empezamos a ir a Chile y nos iba ya bien antes de que se fueran los venezolanos para allá", dice al teléfono desde México el bajista de la banda formada en Caracas en 1991 que integra junto a Julio Briceño y Juan Manuel Roura. Sin embargo, recuerda que vio un cambio el año pasado, cuando estuvieron en el Teatro La Cúpula junto a sus compatriotas Desorden Público. "Yo decía: '¿qué es esto?' o sea demasiados venezolanos juntos fuera de Venezuela y me asombró", admite. Pero insiste: "A mí me gusta pensar que igual en Chile había una onda antes de que pasara toda esta migración loca".

Sin embargo, matiza el fenómeno: "Esta migración venezolana es una migración que está luchando por conseguir un puesto, una chamba, dinero y tal, es una migración que no es muy fácil que tenga 30 dólares extra para comprar una entrada, entonces no es que yo diga 'ah vamos a tal lado y van mil venezolanos', no, no es una migración VIP".

¿Por qué deciden mantener la música alejada de los temas contingentes?

Las canciones de Los Amigos que más han pegado son "Mentira", que es acerca de un tipo que le pone los cuernos a su mujer, "El Disco Anal", "Ponerte En Cuatro", "Mujer policía", "Cuchi-Cuchi"; o sea hay una referencia muy sexual siempre. Obviamente es nuestro alter ego, o sea son más nuestras ganas de ser el súper machote sexual que lo que somos, pero ahí va y ha sido como el tema de la banda. Desde el primer día se planteó así, se planteó un tema muy amor romántico muy sexual, con mucho sentido del humor y el tema político no cabe líricamente, nunca lo hizo y nunca lo va a hacer y no queremos que sea parte de nuestra lírica.

Los amigos de c-funk

El último sencillo que lanzaron Los Amigos Invisibles fue "Tócamela", una canción que contó con los arreglos de un chileno, el exintegrante de Los Tetas, Cristian Moraga, más conocido como C-Funk.

"Hablamos con varios productores y les dijimos 'tenemos esta idea de esta canción, queremos ver cómo tú la arreglarías'; y se la mandamos a un productor americano, a C- Funk y a otro aquí en México y la versión de C-Funk fue la que dijimos 'no mames', o sea increíble, fue la que más nos gustó", cuenta sobre esa colaboración, que no quedará ahí, porque el chileno "va a ser nuestro guitarrista allá en el show de Santiago", adelanta Torres.

"Tócamela" es el primer sencillo de la banda tras "El Paradise" (2017), disco que aunque les valió una nominación al Grammy estadounidense, les dejó un sabor agridulce. "Nos dimos cuenta de que sacamos el disco y lo tratamos de distribuir de la mejor manera posible y de repente, año y medio después, la gente todavía no sabía que habíamos sacado un disco", dice Torres. "A la gente le cuesta mucho consumir un disco completo, porque el mundo de las plataformas digitales está repleto de discos y canciones, entonces entendimos que para promover una canción es el mismo esfuerzo que para promover un disco, entonces mejor promovamos una canción, sale mejor", explica el músico.

"Esta migración venezolana es una que está luchando por conseguir un puesto (...) no es una migración VIP"

$28.750 es el valor de las entradas para ver a Los Amigos Invisibles en el Teatro Coliseo.

Para crear su segundo disco como solista, el puertorriqueño René Pérez Joglar -alias Residente- analizó intensamente, junto a científicos de la Universidad de Yale y de la Universidad de Nueva York, para leer patrones cerebrales en gusanos, ratones, monos, moscas de la fruta y un conejo especial: Bad Bunny.

"(El álbum será) sobre todo lo que tengo dentro de mi cabeza ... porque seguía en una lluvia de ideas y dije '¡oh!, tengo que estudiar mi cerebro, y tengo que estudiar el cerebro de otras personas, y tengo que estudiar el cerebro de los animales'", dijo el músico a la agencia AP.

Daniel Alfonso Colón-Ramos, profesor de neurociencia en Yale, dijo que Residente pasó días en la universidad: "Decíamos en broma que le deberíamos dar un diploma". Ahí usaron electroencefalogramas (EEG) en insectos para registrar las ondas cerebrales.

El álbum, con un título aún por definirse, será lanzado en noviembre. Residente trabajó con Suzanne Dikker, investigadora en el Departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York para usar EEG en sí mismo y en Bad Bunny para producir el primer sencillo: "Bellacoso".

"Quería demostrar a la gente que a pesar de que somos diferentes de ciertas maneras, nos podemos conectar con nuestras frecuencias cerebrales", dijo Residente, para quien colaborar con Bad Bunny "fue como trabajar como un hermanito".

"bellacoso" es el primer sencillo del próximo disco que Residente planea lanzar en noviembre.