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Estudio lo confirma: el esmog resfrió a los árboles de Santiago
Docente de la U. de Chile reveló que la contaminación complica la fotosíntesis al cubrir las hojas, causando "estrés" en el arbolado.
Diego Gotelli C.
Las 10 preemergencias ambientales que se han registrado durante este año en la capital, tres más que las que hubo en todo el 2018, ha generado alerta por los efectos de la contaminación en la población. Pero según un estudio no sólo las personas sufren por el esmog, ya que un investigador de la Universidad de Chile confirmó que el material particulado también está afectando a la salud de los árboles santiaguinos.
"Les pasa lo mismo que a las personas cuando tienen que correr con contaminación: respiran mal, se enferman", comentó el académico Jaime Hernández, quien lideró un estudio sobre el sistema vegetal urbano de la capital en el que corroboró la afectación del esmog en los árboles.
Según explicó, los daños al arbolado se producen por la retención de las partículas contaminante en sus hojas, lo que genera dos situaciones que afectan al ejemplar. Una es que al cubrir parte de esa cubierta vegetal se crea una capa que disminuye la cantidad de luz solar que absorbe, reduciendo la capacidad del árbol para hacer fotosíntesis. Por otra parte, las aberturas de la hoja por donde ingresa el oxígeno necesario para la fotosíntesis, llamadas estomas, también se obstruyen, complicando el proceso químico.
Se estimó que la afectación altera entre un 13% y 49% la capacidad de hacer fotosíntesis de los árboles estudiados. "Si bien las especies no se van a morir, sí van a crecer menos y se van a estresar. Por así decirlo, van a tener gripe durante todo el invierno", añadió Hernández.
Con estas conclusiones, el experto llamó a dejar de pensar al arbolado como "una aspiradora" ambiental, aludiendo a las iniciativas que contemplan el instalar árboles para bajar la contaminación de ciertas zonas. "Primero hay que contaminar menos. Actuar en la causa y no en el efecto", enfatizó.
El estudio utilizó como muestra ejemplares del árbol quillay (nativo) y robina (exótica) y en ambos se constató los daños por el esmog. A futuro el investigador apunta a que otro análisis pueda determinar si hay distintos grados de afectación dependiendo del tipo de arbolado.
Preocupante situación
En lo que respecta a la población humana, el Colegio Médico manifestó ayer su preocupación por los episodios críticos de contaminación registrados este año en la RM, principalmente luego de que en julio se decretaran cinco de estas situaciones.
"Se sabe que la contaminación aumenta la mortalidad por enfermedades broncopulmonares y cardiovasculares entre uno y tres días después de la exposición", dijo el presidente del Departamento de Medio Ambiente del gremio, Andrei Tchernitchin.
Sin embargo, el seremi de Medio Ambiente, Diego Riveaux, desdramatizó las cifras afirmando que las alertas ambientales han bajado respecto al 2018. "El balance se tiene que hacer realmente en el mes de septiembre, una vez que la gestión de episodios críticos haya terminado", apuntó según radio Cooperativa.
"A los árboles les pasa lo mismo que a las personas que corren con contaminación: respiran mal
jaime hernández, investigador"
el estudio estimó que hay más de 6 millones de árboles en la región. Un 14% de ellos son nativos.