• Locos por los limones

    por álvaro peralta / @dontinto

    Lo hemos contado en este mismo espacio. En Chile los limones son un tema. Primero, porque se usan en exceso para aliñar ensaladas, pescados y crudos. Y segundo, y como consecuencia de lo anterior, cuando su valor de mercado sube mucho se transforma en un verdadero "tema país", con notas en los diarios y la televisión. ¿Pasará lo mismo en otros países del mundo? Lo dudo. El asunto es que ahora hacen noticia por todo lo contrario: están muy baratos. De hecho, en un noticiario me tocó ver una extensa nota en la que explicaban que en algunos sectores de Santiago es posible incluso encontrar una malla de dieciocho kilos por mil pesos. ¿La razón? Que nos encontramos en el momento peak del año en cuanto a su producción y que -más encima- se está exportando muy poco. El resultado: estamos acachados de limones. De hecho, se comenta que en estos momentos los limones cuestan lo mismo que valían hace una década. ¿Qué tal? Y claro, en un país fanático de este cítrico, cuando el precio está por el suelo la gallada quiere aprovechar y compra y compra. Pero ojo. Los limones no son eternos y se pueden comenzar a poner malos. Y si están todos juntos, con uno malo se pueden estropear muchos en pocos días. Salvo que hagan como una señora que salía en la misma nota de televisión que contaba que exprimía los limones llegando a casa y luego congelaba el jugo. ¿Para qué querrá tanto jugo de limón la veterana? Vaya a saber uno. Mejor les dejo una receta en la que pueden aprovechar unos pocos limones y les queda un postre muy bueno y que alguna vez estuvo bien de moda… igual que los limones.

    Mousse de limón y leche condensada


    (Familiar)

    -1 tarro de leche condensada

    -1 tarro de leche evaporada

    -1 taza de jugo de limón recién exprimido

    -coco rallado

    La noche antes dejar en el refrigerador la leche condensada y la leche evaporada. Al día siguiente poner la leche evaporada en un bowl grande y batirla (con batidor eléctrico) por unos cinco minutos o hasta que la leche haya doblado su volumen y tenga una consistencia bien cremosa. Sin dejar de batir, agregar después la leche condensada -poco a poco- y finalmente (lentamente) el jugo de limón. Seguir batiendo un par de minutos más para que quede todo bien mezclado. Después, tapar con papel film y refrigerar por 24 horas. Al día siguiente sacar el bowl del frío, quitarle el papel y ponerlo boca abajo sobre un plato para que se desmolde. Espolvorear con coco rallado por encima y llevar a la mesa.

  • Siga estos cuatro pasos para convertirse en un catador de agua

    La cata de agua hoy es muy común. Por eso, la Association de la Sommellerie Internationale presentó una guía para aprender.

    1. Evaluar la frescura: servir el agua y probarla.

    2. Análisis visual: levantar el vaso, llevarlo a la altura de tus ojos y observar. Luego bajarlo y mirar el agua desde arriba. Mirar desde ambas perspectivas si permite evaluar si contiene partículas extrañas, colores que no corresponden y apreciar la efervescencia.

    3. Perspectiva olfativa: acercar el vaso bajo la nariz e inspirar profundo varias veces. Se recomienda con ojos cerrados para lograr mayor concentración. Con esto se logra obtener una respuesta olfativa.

    4. Análisis gustativo: tomar un poco de agua y dejarlo unos segundos sobre la lengua. Luego, dejar que el agua circule por la boca. Después de esto tragar. Así se puede evaluar la acidez, el sabor, la estructura, la ligereza y la sensación en boca.

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