por álvaro peralta / @dontinto

No es un asunto de necesidad o economía. Es simplemente algo que debe ser así, porque desde que el ser humano cocina sus alimentos es que ha tratado de aprovechar al máximo los productos de que dispone. Y por esta razón es que con el paso del tiempo son incontables las recetas de todo tipo que toman como ingredientes productos que sobraron de otras preparaciones o incluso que van camino a estropearse.

Tal vez uno de los casos más ejemplificadores de todo esto es el del noble pan, que si en una casa llega a sobrar luego puede ser usado rallado para preparar todo tipo de apanados. También se puede remojar en leche y usarse así para espesar chupes y cremas o hasta puede servir como base de dulces postres. Ni hablar de la carne que sobra de los asados, que muchas veces los lunes vuelve a nuestras mesas dentro de un salpicón o un ajiaco. O esas tortillas o budines de verduras, que al final llevan un poquito de todo, pero juntos más algo de huevo, queso o crema se transforman en un contundente almuerzo o comida.

Sin embargo, parece que no todos están aplicando estas técnicas en la cocina, porque según la FAO se estima que en la actualidad un tercio de los alimentos producidos en el mundo para el consumo humano se pierden, lo que sería algo así como 1.300 millones de toneladas de comida que anualmente se van a la basura. Por lo mismo, es hora de volver a preparar comida al estilo lumami y no perder nada en la cocina. Y un claro ejemplo de esto es la receta de hoy, que tiene de todo un poco y que aguanta también ponerle o sacarle cualquier otro ingrediente que tengan por ahí.

"Ni hablar de la carne que sobra de los asados, que vuelve a la mesa dentro de un salpicón o ajiaco."

Poner una olla grande en el fuego y agregar la longaniza cortada en rodajas finas. La idea es que el embutido suelte su propia grasa. Una vez que suceda esto, agregar la carne en cubos más apenas una pizca de sal y dorar durante algunos minutos. Retirar los trozos de carne y longaniza y reservar.

Cortar la cebolla en cuartos, las zanahorias en rodajas y el apio en trozos de tamaño similar. Poner todo en la olla y dorar con sal y pimienta. De ser necesario, agregar aceite de oliva para que no se peguen las verduras. Agregar los ajos, los champiñones, los tomates cherry partidos por la mitad más las arvejas y una pizca de comino. Cocinar hasta que comience a dorarse todo. En ese momento, agregar el vino blanco y raspar con una cuchara de palo el fondo de la olla para levantar lo que se haya quedado y que luego aportará sabor.

Después, agregar la carne y longaniza y cubrir con agua fría. Tapar y cocinar a fuego bajo (tras el primer hervor) por 40 minutos. En ese momento, agregar las papas peladas y cortadas en cubos. Cocinar 20 minutos más, corregir de sal si es necesario y servir con un poco de perejil picado encima.

Camila Infanta S.

Su rector asegura que era una medida absolutamente necesaria. Algunos la criticaron por parecerles una medida extrema. Pero sin importar todo ello, desde el 1 de julio de este año la Universidad de Tecnología de Eindhoven, en Holanda, decidió contratar para cargos académicos únicamente a mujeres durante un año y medio.

Según informó la casa de estudios, los hombres que estén interesados en alguno de los puestos podrán postular únicamente cuando no haya llegado ninguna fémina después de seis meses desde que se abrió la convocatoria para el cargo.

"Es claramente un paso radical, pero creemos que era necesario, ya que medidas más sutiles que hemos intentado en los últimos 10 años no han funcionado", dijo el rector Frank Baaijens.

Y es que actualmente sólo el 16% del plantel académico corresponde a mujeres, uno de los más bajos de Europa según Baaijens, pese a que tienen políticas de apuntan a que sean al menos dos miembros femeninos en los grupos de selección para cada cargo. "Lo que ha quedado claro es que durante los procesos de selección y reclutamiento, todos nosotros -tanto hombres como mujeres- tenemos un sesgo inconsciente que significa que gravitamos hacia candidatos masculinos", dijo el rector al diario británico The Guardian y que luego fue replicado por el sitio web de la BBC.

La autoridad de la casa de estudios aseguró que para "abordar esta situación injusta, teníamos que llevar a cabo acciones de discriminación positiva, incluso con el riesgo de enfadar a algunos candidatos hombres".

¿y las ingenieras?

Según las expectativas de la universidad, con esta medida se busca aumentar la representatividad de las mujeres a 20% en 2020 y a 30% en 2030.

La universidad holandesa es reconocida principalmente por sus carreras de ingeniería, lo que a nivel del género de sus estudiantes también tiene una gran desproporción. Sólo el 25% de ellos es mujer.

De hecho, en Europa existe un importante déficit de ingenieros, en general, y por ello, según Baaijens, no se pueden permitir "excluir a la mitad del potencial intelectual de nuestra población. Además, la ingeniería es una disciplina que es todo sobre inteligencia, sin importar el género".

"Para abordar esta situación injusta, teníamos que realizar una discriminación positiva, incluso si enojábamos a los hombres.

frank baaijens, rector u. de tec. eindhoven"

2030 La medida busca llegar al 20% de representación en 2020 y 30% en 2030.

plantel académico Sólo el 16% de los profesores de la universidad holandesa es mujer.