Diego Gotelli C.

Un ahogado "ce-hache- í" y tímidos aplausos que no se expandieron marcaron el final del eclipse solar a un costado del río Mapocho, donde decenas de personas se congregaron para ver el fenómeno astronómico que tuvo su peak en la capital pasadas las 16:40 horas. En la ribera los espectadores se multiplicaban valiéndose de cualquier medio para ver el evento, en su mayoría con lentes certificados o vidrios de soldador, pero también algunos trataron de usar papel celofán en los ojos.

Lo vivido en aquel sector cercano a Pedro de Valdivia fue reflejo de la realidad que vivió la región durante el evento. Mientras los curiosos se tomaban las calles y hasta los carabineros se ponían lentes para ver el eclipse, los vehículos que circulaban por Andrés Bello escaseaban. Tal como en la avenida de Providencia, los principales ejes de la capital tuvieron un menor tránsito cuando se desarrollaba el clímax del evento, bajando un 26,16% la afluencia de vehículos entre las 16.00 y las 17.00 horas, en comparación con el mismo lapso del martes de la semana pasada, según informaron desde el Ministerio de Transportes a hoyxhoy.

El reporte de flujos consignó también que entre las 15.00 y 16.00 horas, cuando recién partió el eclipse, el tránsito bajó en un 3,3%, mientras que en la hora previa al fenómeno hubo un alza de vehículos de un 13%. "Según lo detectado por la Unidad Operativa de Control de Tránsito de la Región Metropolitana, se registraron congestiones no habituales a partir de las 15.00 horas por automovilistas que se trasladaron hacia sectores altos de la ciudad", explicaron desde la cartera.

Entre las rutas con tacos destacó Diagonal Las Torres hasta el acceso al Templo Bahá'í; el eje Alcalde Fernando Castillo para acceder al Parque Mahuida; y Pedro de Valdivia Norte y El Cerro en su ingreso al Cerro San Cristóbal. En ellas se realizaron eventos especiales para recibir el hecho y fueron destacados por la Intendencia entre los mejores lugares para ver el fenómeno en el Gran Santiago.

Caos de última hora

Como en la víspera, ayer las ópticas volvieron a empezar el día con filas de clientes que buscaban conseguir los pocos lentes certificados que quedaban en venta en la región, colas que se repitieron en la Plaza de Maipú, donde el municipio anunció que regalaría anteojos a quienes llegaran a vivir el eclipse en un acto público.

A las 11.00 horas la fila de maipucinos se extendía por una cuadra y tres horas después, cuando finalmente se comenzaron a repartir los elementos de seguridad, el caos fue total, desbordando la seguridad y desatando críticas por la falta de stock.

Un hecho similar ocurrió en Plaza Italia, donde la Cruz Roja se propuso a "prestar" 40 lentes en un "acto solidario" para que quienes no los pudieron comprar, por el alza de los precios, los compartieran. Sin embargo, al lugar llegaron más de 400 personas y el llamado a no llevárselos a la casa fue en vano, ya que tras abalanzarse y luchar por las unidades (al punto de romper algunas) los afortunados que los obtuvieron se escabulleron entre la masa.

"Se nos escapó un poco de las manos. Queríamos entregarlos con RUT y que después los devolvieran, hacer algo ordenado, pero no se puede", comentó el presidente de la organización, Patricio Acosta, quien confesó que no esperaban tanta convocatoria.

Pero la locura por los lentes no sólo ocurrió en la capital. En Rancagua también hubo filas luego de que circulara una noticia de que el municipio regalaría gafas. Para mala suerte de los interesados, todo se trató de una noticia falsa que luego fue descartada por la alcaldía en Twitter.

en la rm el fenómeno se vio en un 92%, lo que frustró a algunos que esperaban un apagón total.

el estadio nacional abrió sus puertas para que los vecinos pudieran ver el eclipse desde dentro del recinto.