Natividad Espinoza R.

"La guagua come, hay que mudarla, hay que hacerla dormir y en eso ya tiene que comer de nuevo y tú no alcanzas a dormir nada entremedio. Con suerte se duerme una hora entre papa y papa y ahí es todo de nuevo".

Así describió a hoyxhoy las dificultades del primer mes de maternidad la ingeniera comercial Marcela Salazar, quien es mamá de Pedro Antonio, que pronto cumplirá tres meses. Y es que los 30 primeros días de un hijo, dicen, son los más difíciles, puesto que comprenden un cambio radical en la vida de todos, sobre todo cuando se es madre primeriza.

Tanto Marcela como Claudia Moroni, profesora de Educación Física y mamá de Bruno (3 años), se sintieron algo extenuadas el primer tiempo con sus bebés. "Es una experiencia súper rica, en el sentido de que te fusionas con tu guagua, pero es asfixiante a veces y sientes que no puedes hacer nada para ti misma, desde comer un plato caliente, bañarte relajadamente, salir, distraerte. En mi caso, ni siquiera hablar. No lo hice hasta que (Bruno) cumplió seis meses porque me sentía culpable", dijo Claudia.

Pero además de la lactancia, la falta de sueño, la pérdida de libertad, la sensibilidad e irritabilidad aportadas por las hormonas y el constante sentimiento de culpa cuando se quiere disfrutar de un momento lejos del recién nacido, las profundas dudas de quienes están criando a su primera guagua aportan altos niveles de estrés y hacen incluso más compleja esta etapa.

Un ejemplo de esto es lo que vivió la publicista Carla Segovia, quien aseguró que "un día te pasan a una guagua y asumen que sabes cómo criarla sólo porque la tuviste nueve meses dentro". Afortunadamente, Carla finalmente supo qué hacer, y su hijo Juan Ignacio ya tiene ocho años.

Consejos por mil

La psicóloga Mónica Hernández, experta en maternidad, aseguró que entre las mayores dudas que se presentan en las madres primerizas está el escuchar o no escuchar a quienes tantos consejos tienen para darles, cosa que a veces resulta agobiante.

Si bien para Hernández el apoyo de la madre u otra mujer cercana en la que la debutante en la maternidad tenga plena confianza es fundamental, también es sumamente importante usar la intuición. "A veces nadie sabe mejor que las madres lo que los niños necesitan", acotó.

También hay madres, como Marcela, que tienden a pensar que tienen depresión post parto constantemente y despejan sus dudas con su médico tratante, lo que termina siendo una gran ayuda para la tranquilidad de las debutantes en este mundo.

Por su parte, la doula post parto, Claudia Bonifetti, se refirió a los confusos sentimientos que experimentan las madres recién paridas, como la ambivalencia de "una felicidad mezclada con temor; una alegría mezclada con pena". Y explicó que, por lo general, a éstas les cuesta mucho expresarlos a otras personas.

Para ella, esto se debe a que "vivimos en una sociedad tipo Disneylandia, que te dice que tú vas a ser inmediatamente feliz apenas pares y eso no es cierto. Las mamás en el primer mes tienen como característica la ambivalencia de las sensaciones, la labilidad (inestabilidad de carácter) y les cuesta reconocerla; no saben por qué se sienten así".

Una muy buena estrategia que hoy día se está usando mucho para dejar atrás estos miedos y prejuicios es "relacionarse con otras mujeres, independiente del apoyo del marido o del entorno. Y a veces las nuevas madres se abren más con congéneres que no las conocen, que no tendrán prejuicios con ellas", añadió.

Pero, sin duda lo mejor es saber que, como dijo Marcela, "después de 30, 40 días ya no es lo mismo. Todo cambia y es mejor...cada día mejor".

las 6 mayores dificultades

A veces las guaguas se pueden negar a alimentarse o sus madres sufren mucho por el dolor que esta práctica les significa.

Durante el primer mes de maternidad es muy difícil dormir más de dos horas de corrido, de acuerdo a quienes han vivido esta experiencia.

El primer mes de maternidad es casi imposible despegarse del bebé, y además las madres se dan cuenta de que su vida nunca será como antes.

Luego del parto las hormonas están "vueltas locas", lo que hace que las mujeres lleguen a estar más sensibles y también irritables.

Al pensar en sí mismas, algunas madres tienden a sentirse egoístas y culpables de no estar todo el día pensando en sus guaguas.

Desde qué hay que hacer frente a las distintas situaciones con la guagua hasta el hecho de si están o no en óptimas condiciones de salud mental hace dudar a las madres.

"Vivimos en una sociedad tipo Disneylandia, que te dice que vas a ser feliz apenas pares.

claudia bonifetti, doula post parto"

"A veces nadie sabe mejor que las madres lo que los niños necesitan.

mónica hernández, psicóloga"