Javiera Palta Olmos

La Corte de Apelaciones de Santiago acogió ayer la demanda civil presentada por Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton en contra del Arzobispado de Santiago. Con esto, la justicia ordenó a la entidad pagar $100 millones a cada uno, totalizando una sanción de $300 millones.

El recurso judicial había sido rechazado el 2017, donde buscaban una compensación de $ 450 millones acusando el encubrimiento de parte del Arzobispado de los abusos del cura Fernando Karadima.

La entidad señaló que "no recurrirá en contra de la sentencia dictada" y afirmó que el hecho "marca un paso importante en nuestro proceso de restablecer la justicia y la confianza en nuestra Iglesia de Santiago".

El Arzobispado planteó "errores que hemos reconocido desde un comienzo: la forma en que se tramitaron las denuncias presentadas por los demandantes, la inadecuada valoración de las mismas y la falta de acompañamiento a las víctimas", aunque excluyó la existencia de encubrimiento. El arzobispo Celestino Aós además aseguró que la entidad "procederá a darle pleno cumplimiento" a la sentencia.

Los antecedentes

El fallo unánime apunta a la Iglesia por "no haber observado o ejercido correctamente su deber de vigilancia sobre el sacerdote Fernando Karadima Fariña, proceder negligente 'que puede ser calificado como propio de un encubrimiento que da origen a la configuración de un ilícito civil'".

Tras la sentencia, los denunciantes del caso leyeron un comunicado en el que mencionaron que "el delito es por hecho propio del Arzobispado de Santiago y en periodos dirigidos por Errázuriz y Ezzati, ambos hoy perseguidos por encubrimiento criminal y por perjurio en juicios".

En su reacción agregaron que "si bien (la sentencia) no es motivo de alegría, sí estamos conformes". Añadieron que han buscado justicia y reparación por más de 20 años. James Hamilton catalogó la resolución como "histórica", y explicó que el caso marcará un precedente.

En conversación con Mega, el arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, afirmó que "no hubo encubrimiento", enfatizando que "nunca habría encubierto a un Fernando Karadima".

El recién renunciado exarzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, expresó que "no tengo absolutamente nada que ver con encubrimiento. Pero le corresponde a la justicia declararlo".

En respuesta, Juan Carlos Cruz acusó que "él (Ezzati) vive en otro planeta. Me parece excelente que sea llevado a declarar, tiene tantas causas en su contra".

El cardenal Errázuriz declarará hoy en calidad de imputado por el presunto delito de encubrimiento en casos de abuso sexual al interior de la Iglesia en la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, pese a ser investigado por la Fiscalía de Alta Complejidad O'Higgins.

La comparecencia tiene relación con las denuncias de abuso sexual en contra de los sacerdotes Tito Rivera, Óscar Muñoz y Jorge Laplagne; además del expárroco Karadima.

Por Paulina Flores

Gustavo. Vive en la comuna de La Reina con su familia. Hace dos semanas acompañó a su hija en su defensa de tesis y en su graduación: "Cuando una hija se realiza, logra sus objetivos y además lo hace por el fruto de su esfuerzo y perseverancia, un padre no puede más sino que sentirse orgulloso. Ahora si más encima es recompensada con la máxima distinción la alegría es sublime.

Me gustaría compartir mi chochera con todo el mundo por el logro alcanzado por mi hija Alejandra. Aprobó con nota 7 y dio un examen que fue calificado de impecable. Yo me sorprendí y maravillé con su consistencia a la hora de explicar y responder las preguntas. Mi hija es además autora del primer libro escrito en el país con formulaciones cosméticas para farmacéuticos. Ha tenido mucho éxito, e incluso ha recibido pedidos desde Argentina, Perú, Ecuador y varios otros países más. Hace poco le hicieron un reportaje en una prestigiosa revista de carácter científico argentina.

Como si fuera poco, de su universidad le comunicaron que será incluida en el cuadro de honor de alumnos destacados y recibirá el premio orgullo universitario. ¿Qué más puede pedir? Soy un papá chocho y siento que necesito un babero gigante para contener tanta emoción. Mi hija es excepcional.

Pero más allá de sus logros profesionales, y más importante aún, es que es una hija buena, linda e inteligente como ninguna, amante de los perros e impulsora de causas sociales cuando se trata de apoyar a algún compañero o compañera que lo necesita. Felicitaciones Alejandra y gracias por las alegrías dadas a tus papás que te adoramos".

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