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  • La Florida: 60 personas con cáncer han tratado su dolor con cannabis

    Estudio clínico del municipio y Fundación Daya cumplió 2 años atendiendo a pacientes oncológicos con aceites de marihuana. Dos beneficiados cuentan su experiencia.

    Diego Gotelli C.

    La vida de Juan Morales cambió por completo hace un año y medio. A mediados del 2017 pasó de trabajar como gásfiter a recluirse en su casa luego que durante una operación al corazón los médicos le diagnosticaran que, además de su problema cardíaco, padecía un cáncer gástrico.

    Al ser un paciente oncológico inició un tratamiento paliativo en el Hospital Sótero del Río, pero sus malestares vinculados al cáncer comenzaron a aumentar. "Me sentía mareado, tenía que salir poco de la casa porque vomitaba. Me empecé a aislar", cuenta el hombre de 66 años.

    Para enfrentar estos síntomas, a inicio de este año Morales se sumó a un tratamiento experimental que brindan en La Florida para tratar estos males a través del consumo de aceite de cannabis. Con tres meses en este régimen, el paciente afirma ya sentir una mejora. "Estoy retomando mi vida de a poco", aseguró.

    El programa se trata de un estudio clínico liderado por el municipio, la Fundación Daya y Knop laboratorios, que busca evaluar si un extracto de marihuana tiene efecto en el control del dolor de pacientes con cáncer, iniciativa que este mes cumple dos años.

    Para demostrarlo, un grupo de médicos monitorean por 12 meses el progreso de los pacientes inscritos, suministrándoles periódicamente y de forma gratuita aceites en base a cannabis para su consumo gradual. Las primeras dosis se sortean y pueden ser placebo para los fines del estudio, pero al tercer mes todos reciben el medicamento real.

    Según el investigador principal del estudio, Ricardo Mercado, a la fecha 60 pacientes oncológicos han participado del programa, quienes cumplieron los requisitos de tener un cáncer con tumores sólidos, estar tratándose y sentir dolor pese a los analgésicos que le suministra su médico.

    De este grupo hay algunos que ya culminaron su tratamiento. Es el caso de Galvarino Pérez, un excarabinero que el 2016 fue diagnosticado con un cáncer terminal en la pierna. "Antes no caminaba nada. Me dolía mucho. No me podía movilizar, postergué muchas cosas", aseguró el exuniformado al comentar la mejoría en su situación.

    Pérez, de 71 años, terminó en enero su participación en el estudio, tras un año usando marihuana medicinal. Cuando llegó, según él, su pronóstico de vida era nulo, ya que el 2016 le dijeron que su sobrevida era de dos meses, pero ahora asegura hacer una vida "normal" luego de calmar sus dolores. "Cuando uno está en esas condiciones tira manotazos de ahogado para todas partes, y si me dicen 'esto es bueno' lo voy a hacer", señaló sobre el plan.

    Para los gestores del proyecto, casos como el de Galvarino permiten avizorar que un tratamiento en base a cannabis puede ser benéfico para la medicina oncológica del país. Así lo afirmó el alcalde Rodolfo Carter, quien enfatizó que estos efectos "demuestran que se tienen que abrir las mentes prejuiciosas de siempre, que históricamente han impedido el progreso".

    Resultados

    Según la planificación inicial, se esperaba que para esta fecha el estudio pudiera estar concluido con un informe que respalde el actuar de la medicina de marihuana. Sin embargo, el doctor a cargo afirmó que para ello aún falta que unos 100 pacientes más prueben el plan, para agrandar la muestra, lo que se espera completar este año.

    Pese a ello, preliminarmente Mercado hace un balance "satisfactorio" del estudio, ya que "la experiencia de los pacientes es buena" y no han tenido "eventos adversos" vinculados a la medicina.

    Para participar del estudio se debe escribir al correo cannabismedicinal@comudef.cl o llamar al 982332184.

    el aceite de cannabis Busca apaciguar el dolor del cáncer. A la par los pacientes siguen su procedimiento tradicional para la enfermedad.

  • La maternidad como construcción

    Por Paulina Flores

    Carolina. Es socióloga, se dedica a la investigación y la docencia y hace unos años tiene otro trabajo enorme, ser madre: "Tener un hijo cambia la vida 100%. Cuando Nahuel nació no sentí ese amor mágico-maravilloso o ese instinto del que la gente habla. Caí en depresión y fue súper difícil. Para mí, ser madre es algo que se va forjando, construyendo mutuamente. Ambos nos hemos ido adaptando y conociendo de a poco, porque es tener una relación nueva con otro ser humano. Al principio, la biología te fuerza a unión total, pero después también tienes que trabajar en la separación y aceptar la alteridad de tu hijo".

    "Soy feminista, entonces intento que él sea libre respecto a lo que quiera ser a futuro. Me gustaría que no fuera facho ni paco, pero sobre todo que se sienta querido, porque el mundo es difícil y cruel. Somos sujetos vulnerables y precarios. Entonces, por lo menos que sienta que en su casa hay amor y aceptación".

    "En lo práctico también he debido acomodarme. Sólo somos los dos, mi mamá trabaja y mis hermanas viven fuera de Santiago. Por ejemplo, cuando hay paro en la Junji tengo que pedir permiso en el trabajo. Tuve mi hijo en Inglaterra mientras estudiaba el doctorado. Ellos tienen muchos más servicios sociales para mamás con niños y el sistema público es muy bueno. Acá te piden un montón de requisitos para la sala cuna. De todas formas, me siento acompañada por mis amigas, ellas son súper parte de la vida de mi hijo. Estamos todas en la misma, todas ayudándonos".

    Envía historias y comentarios a: historiasciudadanas@hoyxhoy.cl

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