Diego Gotelli C.

Sin el caos vial que se previó, pero ya con la vuelta de varios de los tacos a los que los capitalinos están habituados. Así fue el primer día hábil de marzo, el que muchos catalogaron como "Súper Lunes", y que tuvo en la calles de la región un 15,5% más de vehículos que en febrero pasado.

El temor a los grandes atochamientos era importante, ya que la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) identificó 138 puntos críticos viales, aunque en varios de ellos la congestión aún no llegaba ayer. En otros, como Camino a Melipilla y avenida La Florida, un ajuste de semáforos bastó para mejorar los flujos. Pero en zonas como avenida El Salto y la Costanera Norte el taco regresó con todo.

"En general, la ciudad y el sistema de transportes funcionó bastante bien. Los puntos de conflicto pudieron controlarse", afirmó la ministra de Transportes, Gloria Hutt.

Sin embargo, tres manifestaciones en las calles causaron colapsos no previstos. El principal de ellos fue una protesta feminista del movimiento Ukamau que cortó la Alameda a la altura de Toro Mazote, hasta donde llegaron unas 200 personas causando un taco que se extendió por varias cuadras.

"Las reivindicaciones, por muy legítimas que sean, no se hacen dañando el buen funcionamiento de la ciudad. Esto es santiaguinos dañando a santiaguinos", criticó la intendenta Karla Rubilar.

Con todo, el monitoreo de la UOCT confirmó una ralentización en la circulación de los autos: si hace una semana en promedio los vehículos transitaban a 31 km/h en la capital, ayer entre las 8:00 y 9:00 de la mañana se promedió una velocidad de 25 km/h.

Transporte público

Como parte del plan de contingencia ante el alza de usuarios, el Transantiago aumentó un 25% su flota en hora punta de ayer respecto a la época estival. Ello significo que a las 9:00 horas hubiera casi 6 mil buses recorriendo la capital.

De acuerdo al Directorio de Transporte Público Metropolitano, las micros tuvieron una frecuencia del 92% y transportaron a 850 mil pasajeros en la mañana.

En el Metro, en tanto, las Líneas 1 y 2 inyectaron más trenes para aumentar su oferta, además de operar con recorridos cortos y el ingreso de vehículos vacíos en las estaciones más llenas para bajar la congestión. Así, transportó a 1.588.180 usuarios hasta las 17.00 horas y las más congestionadas fueron La Cisterna, Estación Central, Universidad de Chile, Plaza de Puente Alto y Plaza de Maipú.

La vía que más subió su demanda fue la nueva Línea 3, que en su primer día hábil registró 30% más de usuarios que en febrero, operando sin contratiempos en su interior pero con complicaciones afuera de la estación Los Libertadores, en Quilicura. Allí, varios usuarios acusaron tardar 15 minutos más en llegar al Metro por los cambios de paraderos realizados para disminuir la congestión peatonal, sin embargo, del ministerio lo descartaron ya que "sólo se desplazaron 30 metros".

Las autoridades confirmaron que las medidas de contingencia se mantendrán por todo el mes, con un foco especial hoy, cuando más de 900 mil escolares vuelvan a clases. "Todavía no han entrado todos los establecimientos educacionales y universidades. Vamos a sufrir mayor congestión en los días futuros", dijo el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez.

línea 3 pasó su prueba de fuego pero hubo complicaciones fuera de la estación Los Libertadores.

un conductor del Transantiago del recorrido 503 fue agredido al exigirle a un pasajero el pago del pasaje.

Para la Fiscalía, el relato de Sebastián Cornejo puede ser clave para desentramar el viaje que culminó con la muerte de Sebastián "Cangri" Leiva y de Germán Gundian, quienes fueron hallados muertos en el desierto boliviano hace 9 días.

Cornejo iba con ellos en la camioneta en compañía de un boliviano y ayer, sin mostrar su cara, un sujeto que se presentó con esa identidad contó en Canal 13 su versión de lo ocurrido en el altiplano.

Según relató, al llegar a Bolivia los tres chilenos fueron encañonados y bajados de la camioneta. Incluso Cornejo asegura haber recibido un balazo al tratar de sacar las mochilas donde llevaban ropa para el frío de la zona.

En la soledad del desierto caminaron por horas buscando un poblado. Germán los lideraba, ya que "conocía el camino". Tras cinco horas andando se les hizo de noche y los pies se les acalambraron por el frío. "Nos refugiamos al lado de una piedra los tres, abrazados tratando de abrigarnos. Fue una noche terrible, el Cangri me decía 'me voy a morir'", relató.

Al día siguiente, contó, ambos retomaron la caminata pero Germán se quedó. Cangri decidió devolverse a buscarlo y Cornejo siguió su rumbo solo. "Seguí las huellas de autos", afirmó.

Tras hallarse los cuerpos, el sobreviviente fue detenido en Chile por una orden pendiente. Quedó con arresto domiciliario, pero se fugó.