Diego Gotelli C.

No tener conocimientos de repostería ni culinarios ya no va a ser impedimento para que un grupo de extranjeros pueda aventurarse a abrir un local de pastelería en la capital, o intente encontrar una fuente de trabajo en el rubro de los restaurantes. Ello porque en noviembre abrirá sus puertas la primera escuela gastronómica para migrantes del país, cuyas clases serán gratuitas.

La inédita idea es convocada por la Universidad de Las Américas y busca ampliar las opciones de trabajo al que pueden aspirar los migrantes más vulnerables, para que completen su inserción social.

"La gastronomía es un excelente ámbito de trabajo y de emprendimiento, pero también es un lugar donde la interculturalidad encuentra un espacio de desarrollo extraordinario", comentó el director de Gastronomía de la UDLA, Joel Solorza.

El programa lo conformarán tres cursos o módulos. Uno se centrará en enseñarles técnicas pasteleras y los diversos productos que se utilizan en la repostería; otro los inducirá en la cocina chilena para que se puedan adaptar a restaurantes, además de profundizar en platos internacionales; y el tercero será para perfeccionarse en la confección de variados tipos de pan.

Los talleres tendrán una duración de 30 a 50 horas y su distribución diaria está en estudio, ya que se quiere analizar si la mejor opción para los alumnos es hacerlo los fines de semana o en días laborales. Además, se están sellando acuerdos con empresas para que los egresados salgan con contrato listo.

En su primera etapa la escuela recibirá a 45 migrantes de Lampa, comuna que firmó un convenio para impulsar la iniciativa. Así, mientras la casa de estudios dispone de sus instalaciones, el municipio se encargó de elegir a los beneficiados entre sus vecinos y verán la opción de trasladarlos hasta la sede en Providencia, donde se impartirán las clases. "Este es un nuevo concepto del encuentro de dos mundos", valoró la alcaldesa Graciela Ortúzar.

Solorza, por su parte, dijo estar ansioso por el proyecto y aseguró que buscarán lograr más alianzas para expandir la idea a toda la RM.

tres cursos tendrá la escuela. En todos se enseñará manipulación de alimentos y cocina saludable.

Si a comienzos de década era toda una novedad apostar por el uso de las luces LED, hoy es cada vez más común encontrarse con avenidas o villas completas alumbradas por luminarias con ese sistema. Y sobre todo en la capital, donde es un compromiso de los municipios que todas las nuevas luces callejeras consideren la eficiencia energética.

De acuerdo a cifras de la Intendencia, desde el 2012 a la fecha el Gobierno Regional ha financiado 95 proyectos para instalar luminarias LED públicas en 20 comunas de la región, en su mayoría favoreciendo a comunas rurales como San Pedro, San José de Maipo, Buin y Paine.

"Los municipios han visto los beneficios de utilizar esta tecnología y el ahorro que implica para sus arcas. Son recursos que pueden destinarse a otras áreas", comentó la intendenta Karla Rubilar, afirmando que las alcaldías han logrado ahorrar hasta un 50% de electricidad por el sistema.

La jefa regional además dijo que aspira que al año 2023 todas las comunas hayan erradicado sus luminarias convencionales. "Sabemos que es una meta muy ambiciosa", asumió.

$26 mil millones se han invertido desde

Las cuatro instituciones que conforman el Consejo de Rectores de Valparaíso (CRUV) iniciaron la aplicación conjunta del testeo rápido de detección del VIH SIDA. De esta manera, las universidades de Valparaíso, de Playa Ancha, Técnica Federico Santa María y Católica de Valparaíso se convirtieron en las primeras casas de estudio que lo implementan de manera sistemática y permanente en la educación superior nacional, pues hasta ahora sólo se habían realizado acciones puntuales de detección precoz en algunas entidades. La aplicación está a cargo de profesionales de la UV. La prueba dura 20 minutos, en los que se extrae un par de gotas de sangre del dedo índice de la persona, que se vierten sobre una tarjeta que detecta la presencia de antígenos del VIH. Si da positivo, al estudiante se le toma una muestra extra de sangre por vía intravenosa, que se envía al Instituto de Salud Pública para su análisis y confirmación en 30 días. Los encargados garantizaron que el examen es seguro y los resultados son confidenciales.