Deborah Moreno G.

Existe un lugar en internet que permite identificar el tipo de persona de cada uno mientras está en pareja y en su relación con las redes sociales. En base a 552 respuestas, el sitio www.onlinelove.cl, creado por la Facultad de Comunicaciones PUC y Tren Digital, catalogó así, a los chilenos en tres tipos: sólido, líquido y gaseoso. ¿Por qué? Todo en base a una teoría creada por el filósofo polaco Zygmunt Bauman.

El sólido refleja a las personas que prefieren generar sus relaciones amorosas por la vía física y privilegian el cara a cara. El líquido son las personas que se desarrollan cara a cara, pero que se adaptan a las nuevas formas de conquista, como las redes sociales o la vía virtual.

El gaseoso, el más impactante de todos, es el que representa a las personas que satisfacen sus necesidades románticas y de relación por medios digitales y que generalmente dar el paso al cara a cara no es preferible.

La plataforma contiene un test de 85 preguntas que se responde bajo una escala "de acuerdo" o "desacuerdo".

En la entrega de los primeros resultados se determinó que sólo el 5% pertenece al segmento sólido, el 81% al líquido y el 14% a gaseosas.

En el rango más bajo de edad (18 a 24) el 21% se considera una persona gaseosa, es decir, que viven el amor de forma digital. A diferencia del rango más alto ( 50 y más) que no tiene casos de este segmento, pero sí un 75% en los líquidos, personas que mezclan conductas tradicional con lo digital.

Mejor por chat

La percepción y calidad de las relaciones de pareja, ya sea estable o no, el 27% de los gaseosos considera que el uso de las redes sociales aumentó la satisfacción de estar en pareja. A diferencia de los líquidos que sólo se identifican con el 10%.

A la afirmación "la comunicación por smartphone aumenta la cercanía con mi pareja" el 60% de los gaseosos respondió positivamente y los líquidos en un 39%.

El comportamiento sexual del grupo investigado indicó que los gaseosos prefieren coquetear por redes sociales en un 30% y el 31% de la misma categoría piensa que la comunicación por smartphones aumentan el deseo sexual por sus parejas.

En términos de conflictos, un 22% del grupo sólido considera que las discusiones por chat terminan sin arreglo.

por álvaro peralta / @dontinto

Vivimos una época en que la gente opina y se moviliza por las más variadas causas. Muchas veces estas inquietudes parten en un rincón del planeta -por lo general en los países desarrollados- pero a poco andar se convierten en fenómenos globales. Un buen ejemplo de ello es lo que está pasando en torno al uso de las bombillas plásticas que se suelen utilizar para consumir bebidas de fantasía y jugos, y que lamentablemente terminan contaminando ríos y océanos. Hace no muchos meses en EE.UU. partió una ofensiva por dejar de usar este tipo de elementos, lo que se ha traducido en medidas concretas para limitar su uso en grandes cadenas alimenticias. ¿Y qué pasa en Chile? Algunas cadenas de franquicias estadounidenses presentes en el país ya han anunciado que están estudiando el tema y que probablemente para 2020 ya no utilicen más bombillas plásticas. Pero hay más, porque varios dueños de restaurantes dicen que sus clientes les han reclamado por el uso de las bombillas. Por lo mismo, en algunos casos sólo las llevan a la mesa si son solicitadas y en otros ya han invertido en bombillas de bambú, las que son más amigables con el medio ambiente. Es decir, es un fenómeno que avanza. Y no es malo, porque en estricto rigor el uso de la bombilla no es imprescindible. Por eso, acá va una receta que no necesita de bombilla alguna.