Leo Riquelme

En los 13 años que lleva como voluntario del Cuerpo de Bomberos de Santiago, el médico veterinario Pedro Krauss nunca había encabezado un operativo de rescate en que la víctima fuera un burro. Es que a pesar de que el equipo capitalino fue el primero del país en tener un protocolo para atender emergencias animales, las llamadas habituales son para socorrer a perros, gatos, equinos o vacas. Pero ayer debieron extremarse para salvarle la vida a un burro sin dueño, que estuvo casi diez horas atrapado en un ducto del alcantarillado.

La emergencia se produjo en Lo Barnechea, donde trabajaron funcionarios bomberiles y de la unidad municipal de Higiene Ambiental. El animal cayó con las patas traseras por un tubo de unos 60 centímetros de diámetro, mientras que en su parte más ancha la víctima medía unos 64. Sólo le quedaron la cabeza y las pezuñas delanteras afuera.

Krauss explicó que en esas condiciones tirarlo hacia arriba era imposible, por lo que solicitaron una máquina retroexcavadora que hizo un hoyo contiguo que permitió romper el ducto de concreto. Mientras, con arneses que le cruzaban por atrás de las patas delanteras era sostenido por una grúa, que lo elevó apenas tuvo la posibilidad.

El animal estuvo todo el tiempo sin comer ni tomar agua. El veterinario aseguró que lo sacaron en el momento exacto. "Con más horas la historia sería diferente", dijo, pues estaba expuesto a sufrir un Síndrome Compartimental, que si se llevara a los humanos sería como sufrir un entumecimiento de las extremidades a tal nivel que se generarían daños en nervios y el sistema de irrigación.

"Podría haber muerto", reconoció Krauss, añadiendo que hasta pudo haberse expuesto al sacrificio para evitarle más sufrimiento.

Tras su evacuación el burro fue llevado a la Granja Educativa de la municipalidad de Lo Barnechea, donde ayer comenzó a recibir suero pues estaba deshidratado. "Ha estado comiendo y tomando agua bien, pero aún no logra pararse, por esto, se quedará en observación", dijo el encargado del Departamento de Higiene Ambiental, Matías Pavéz.

La identidad del dueño del animal hasta ayer era un misterio. "Estamos muy preocupados por el cuidado del burro. También vamos a hacer las acciones correspondientes y hablaremos con la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente de la PDI para ver si podemos encontrar al dueño y hacer la denuncia por maltrato animal correspondiente", avisó el alcalde Felipe Guevara.

sin agua ni comida estuvo durante su cautiverio en calle San José de la Sierra y Monseñor Escrivá de Balaguer.

la víctima estaba expuesta a un síndrome que le provocaría graves consecuencias en músculos, nervios y flujo sanguíneo.

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Poco antes de las 11.30 horas llegó a la sucursal del banco Itaú de Alonso de Córdova un camión de transporte de valores. Sus vigilantes se bajaron, sacaron bolsas con dinero de remesa, entraron al local, las dejaron en la zona de cajas y se retiraron.

Según testigos, cerca de las 11.35 frente a la entidad se estacionó un automóvil sedán gris, sin patente y con la parte delantera chocada. De su interior descendieron raudos cinco personas con el rostro cubierto y armados, quienes irrumpieron en la sucursal.

Adentro, arremetieron contra el guardia, a quien le arrebataron su revolver. Luego intimidaron al único cliente que había a esa hora y se fueron directo a las cajas, donde tomaron las bolsas, corrieron de vuelta al auto y huyeron por avenida Américo Vespucio rumbo al norte. Carabineros estimó que el botín asciende a 140 millones de pesos, más unos 20 mil dólares.

El coronel Carlos Abarza comentó que investigan si los ladrones veían siguiendo al camión de valores. El OS-10 indaga también si los funcionarios de esa empresa cumplieron el protocolo, que indica que las remesas de dinero se deben dejar en las bóvedas y no en las cajas.

El fiscal Ernesto Navarro contó que en el banco encontraron un arma de fuego que habrían utilizado los asaltantes en el atraco, por lo que encargó al Laboratorio de Carabineros que la someta a pericias para buscar huellas.

La Fiscalía Metropolitana Centro Norte inició una investigación en la Policía de Investigaciones, luego que el subcomisario y abogado Alejandro Vignolo denunciara presuntas irregularidades en la escuela de la institución.

El subcomisario le reveló al Fiscal Nacional Jorge Abbott la existencia de presuntos delitos de "omisión de denuncia" y "encubrimiento" de un supuesto modelo de defraudación, acusando que el secretario de Estudios de la PDI, Manuel Muñoz, exigía pagos, beneficios y regalos a profesores para mantenerlos en la docencia. La Segunda reveló mensajes de Whatsapp en que pedía "centollas, whisky y perfumes".

Tras reunirse ayer con Abbott y luego con el ministro del Interior, Andrés Chadwick, el director de la PDI, Héctor Espinosa, descartó ilícitos. Según él, fueron "bromas" y "falta de prudencia" en los mensajes. A su juicio, sí "habría falta administrativa por un uso del Whatsapp que se habrían dicho algunas palabras ofensivas que se van a aclarar en la investigación".

Diez personas fueron detenidas como sospechosas de integrar bandas dedicadas a asaltar estaciones de servicio en la Región Metropolitana. A los apresados se le atribuyen robos con violencia registrados en gasolineras de Huechuraba, Independencia, Quinta Normal y Renca, donde han atacado a minimarkets, trabajadores y también a clientes. La indagatoria se denomina Operación 97 Octanos y la ejecutan desde hace unos tres meses miembros de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) de la PDI. Para las pesquisas resultaron claves los registros captados por las cámaras de vigilancia que suelen tener estos locales, que proporcionaron antecedentes que más tarde los detectives cruzaron con las redes sociales. La fiscalía otorgó 22 autorizaciones de allanamientos, en los cuales también se les incautaron armas a los ladrones. Según la policía, hay unos 700 delitos de este tipo que se encuentran con indagatorias en curso.