Nicolás Labra G.

Argentina estuvo al borde del bochorno histórico, pero zafó, algo que no pudo realizar ayer Alemania, quien jugó uno de los peores partidos de su historia en los Mundiales y perdió 2-0 ante Corea del Sur, que ya estaba eliminada, quedando fuera en primera ronda por primera vez en su rica historia futbolística.

El encuentro fue la confirmación de los preocupantes síntomas que habían mostrado los campeones del mundo en su derrota ante México y la victoria en el último minuto ante Suecia. La defensa permanentemente estuvo lenta e insegura en los cortes, los laterales no marcaron diferencias, y el problema mayor fue que no hubo finiquito en delantera para conseguir goles.

Hay un dato revelador sobre eso: los alemanes dispararon 26 veces contra 11 de los coreanos, pero apenas seis fueron entre los tres palos, mientras que los asiáticos consiguieron cinco y marcaron en dos veces. Para peor, Alemania monopolizó la posesión del balón con un 70% pero eso fue insuficiente para marcar diferencias.

Joaquim Löw intentó remover al plantel y de entrada dejó en la banca a Thomas Müller y Julian Draxler, mientras que Leon Goretzka y Marco Reus fueron titulares. Pero ante la desesperación en el segundo tiempo, salieron el lateral Jonas Hector, el volante de corte Sami Khedira y al propio Goretzka para meter a Müller, Mario Gómez y Julian Brandt, dejando al equipo con una especie de 3-4-3.

Al medio solo quedó Toni Kroos, encargado de quitar y de generar y de ahí se produjo el descalabro, porque Corea contragolpeó a placer. El 1-0 cayó después de que el VAR validará el tanto de Young-Gwon Kim, habilitado por Kroos; y el 2-0 fue de Heung-Min Son al 96' después de que Manuel Neuer, volcado al ataque, perdiera el balón, en un claro reflejo de lo que fue el descontrol germano que los dejó fuera de Rusia.

reacciones Kicker, diario deportivo germano, tituló "¡Eliminación histórica!".