por álvaro peralta / @dontinto

Si uno va a una fuente de soda o sanguchería puede comprobar que las preparaciones que llevan palta suelen ser las más solicitadas. Si se pasa por un café bien temprano por la mañana, las tostadas con palta vuelan. En los, tan de moda, brunchs santiaguinos donde se sirven los tan de moda huevos pochados, éstos suelen ir encima de un pan (de masa madre, obvio) con palta. Hay incluso lugares donde se puede saborear la palta tibia, previamente grillada, o incluso como parte de una sopa. Y se han visto por ahí pizzas, ceviches y hasta tallarines con palta. Además, en supermercados, ferias y hasta almacenes de barrio hace rato que las paltas están presentes durante todo el año. En resumen: nos encanta la palta y la consumimos mucho. De hecho, andamos en un consumo per cápita que supera los cinco kilos anuales y que nos deja en primer lugar en Sudamérica y segundos en Latinoamérica, sólo superados por México, un gigante con fama mundial a la hora de consumir paltas. No nos dimos cuenta, pero durante los últimos quince o veinte años comenzamos a dejar de consumir este producto en ocasiones especiales y fuimos poco a poco incorporándolo a nuestro menú casi diario. Todo esto de la mano de la proliferación del cultivo -principalmente- de la palta hass, esa perfectamente carnosa y sin hilos que a todos tanto nos gusta. Y así, como años atrás fue con los kiwis, la crianza de conejos angora o -en otro ámbito- los videoclubs; distintos puntos de la zona central chilena se transformaron en una verde alfombra de paltos. Y claro, por estos días se ha vuelto a instalar el tema de la catástrofe hídrica que esto ha significado para esos lugares y su gente. Sin embargo, lo que más nos inquieta -seamos honestos- es el precio del kilo de palta, que algunos aseguran haberlo visto rondando las cinco lucas. Y eso, considerando que muchas veces en tres o cuatro paltas ya tenemos un kilo es simplemente demasiado. ¿Entonces qué? De momento sólo nos queda dosificar nuestro consumo de paltas y dejarlas para ocasiones especiales -respetando su estacionalidad- como el desayuno del domingo o una comida con amigos, donde una entrada con palta reina (que presentamos en la receta de hoy) funciona perfecto

Ingredientes (Para 4 personas)