Pamela De Vicenzi

Dos comunas de la Región Metropolitana aprobaron la semana pasada ordenanzas que sancionan el acoso callejero. La primera fue Recoleta, cuya normativa dada a conocer el martes impone multas que van desde $47.000 hasta $236.000. La iniciativa fue replicada dos días después por Las Condes, que castigará a los infractores con montos de hasta $230.000.

En el caso de Recoleta, se establecen cuatro niveles de acoso, cuyas multas tienen diferentes valores según la gravedad. El primero tiene relación con los gestos obscenos, silbidos, bocinazos, comentarios, insinuaciones o expresiones verbales de tipo sexual. Mientras, el segundo corresponde a la captación del cuerpo de una persona sin su consentimiento y de connotación sexual, a través de registros fotográficos o audiovisuales.

En cuanto a los que revisten mayor gravedad y por ende una sanción mayor, están los abordajes intimidantes, exhibicionismo o masturbación en público (tercer nivel) y el contacto corporal de carácter sexual, como tocaciones indebidas y roces (cuarto nivel).

Espacios seguros

La Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) valoró la medida tomada por el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, y el concejo municipal de la comuna. También resaltó la decisión del edil de Las Condes, Joaquín Lavín, de instaurar una iniciativa similar para frenar las denuncias de acoso callejero en la zona.

La presidenta de la Comisión de Género de la AChM, Ramona Reyes, señaló a hoyxhoy que "me parece una iniciativa digna de alabar, reconocer y replicar. Felicito a los alcaldes Jadue y Lavín, que junto con sus concejos han aprobado estas ordenanzas que pretenden proteger los espacios públicos y sancionar a quienes ejerzan acoso sobre mujeres, hombres, niños, niñas y adultos mayores".

La también alcaldesa de Paillaco aseguró que, al menos en el caso de la institución que agrupa a las administraciones comunales, estas ordenanzas están siendo observadas por todas las municipalidades. De hecho, la propia edil busca proponer en su comuna una normativa de estas características.

"Tenemos que generar espacios seguros para nuestra gente, porque tenemos que estar a la altura de las demandas ciudadanas y las demandas que tienen los movimientos sociales y en forma especial las mujeres", reflexionó Reyes. "Hay mucho por lo que hay que seguir trabajando y mucho que construir para avanzar en un Chile democrático y participativo, que respete los derechos de todos y todas".

hasta $236.000 llegan las multas en Recoleta y Las Condes que sancionan el acoso callejero.

consultas hoyxhoy se contactó con cinco municipalidades y dijeron no estar trabajando, por el momento, en la iniciativa.

Por Paulina Flores

Luis Mora. Es casado y vive en La Florida. Su hijo estudia periodismo (becado) y su hija psicología en la Usach con gratuidad: "Yo soy el hijo de una vendedora y un obrero. Gracias a ellos y a mis abuelos, que también me criaron, me convertí en la persona que soy, éramos pobres, pero con muy buenos valores. Trabajé en el campo cortando porotos, en la construcción, de aseador.

También fui junior e hice carrera. Ascendí de secretario a recepcionista y luego a administrativo contable, director suplente y hoy, gracias a toda esa experiencia, soy asesor académico.

Trabajo de 9 a 10 horas, pero jamás me arrepiento. Pero también hay que mantener los ideales. Por eso fui presidente del club de fútbol de mi barrio, la labor social más importante de mi vida. Di todo para lograr que no fuera rematado. De ahí nació mi primer libro: "Memorias de un Club de Barrio". Luego escribí el segundo: "Marcelo Bielsa. El día que todo cambió". El 28 de julio, a las 6:20 de la mañana pasó algo increíble: recibí el llamado del mismísimo entrenador, había leído mi libro. Sentí que Dios me premiaba, me bendecía. Mi sueño era poder recibirlo en mi hogar y que se sirva unas empanadas. Es posible hacer cosas diferentes, cosas que llenen el corazón. Hice radio con mi hijo, el trabajo más hermoso de mi vida, participé en la coordinadora social metro San José de la Estrella y pude aprender de personas que han dado su vida por el bien social y eso me nutrió de sabiduría y amor. La vida es corta y hay que vivirla a concho. Nada es gratis, hay que sufrir para saber que se está vivo. Soy un bendecido".

Envía historias y comentarios a: historiasciudadanas@hoyxhoy.cl