Leo Riquelme

Tras nueve meses de investigación, la PDI detuvo a tres hombres y una mujer como sospechosos de integrar una banda dedicada al narcotráfico en el sector sur de la capital, entre las comunas de Pedro Aguirre Cerda y Lo Espejo.

Según la indagatoria, la banda era liderada por un joven de 27 años, quien acompañado de una mujer de nacionalidad colombiana viajaba por avión a la frontera norte para internar la droga. Para su última transacción compró una camioneta de $27 millones en efectivo que habilitó especialmente para ocultar la mercancía.

Fue en ese vehículo que la policía descubrió que traía desde Calama 172 kilos de cocaína base. El jefe de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana, comisario Marcelo Atala, explicó a hoyxhoy que estaba avaluada en unos $2.500 millones, pero descubrieron que el sindicado como líder tenía los elementos y conocimientos químicos para triplicar su volumen y valor, que de esa manera subía a unos $7.500 millones.

La investigación apunta a que la banda habría operado por al menos dos años y su manera de internación habría sido regularmente el uso de vehículos de alta gama.

Además, le hallaron una pistola marca Glock; un conversor que le permitía actuar como subfusil, que al ser percutado guardaba las vainillas, lo que le permitía no dejar evidencia; 280 cartuchos de distintos calibres; y dos fusiles de juego airsoft, réplicas de armas reales.

El presunto líder no tenía antecedentes, había instalado un servicio automotriz en Recoleta, adquirido oficinas en esa misma comuna y remodelaba la casa que compró en un condominio en Algarrobo.

"Era a todo lujo", la calificó el comisario Atala, que sospecha que todo fue financiado con dinero del narcotráfico y como una forma de blanquear el dinero.

El fiscal Yans Escobar, de la Fiscalía Metropolitana Sur, contó que indagan si hay más personas involucradas. Por ahora, los delitos asociados serían tráfico de drogas, tenencia de armas de fuego, de municiones y de partes. No se descartaba también que existiera un posible lavado de activos.

$27 millones costó la camioneta que el jefe de la banda pagó en efectivo para trasladar la droga.

La Conferencia Episcopal confirmó ayer que la nunciatura le solicitó a quienes han expresado su deseo de declarar ante el enviado papal que investigará las denuncias de presuntos encubrimientos en los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima, el arzobispo Charles Scicluna, que detallen en un resumen los antecedentes que expondrán. La situación desató la molestia de una de las víctimas, Juan Carlos Cruz.

El vocero de la instancia, Jaime Coiro, dijo que el Nuncio Apostólico en Chile, Ivo Scapolo, lo requirió sólo para ordenar el proceso, que apunta a verificar si el obispo de Osorno realizó gestiones para encubrir los ataques, como dicen algunos abusados.

"Debe presentarlo a consideración de monseñor Scicluna, porque él va a estar escuchando personas desde el día 20 al día 23 y viene a escuchar personas que tengan elementos que aportar respecto de la situación de monseñor Juan Barros", dijo Coiro a radio Cooperativa.

"No es lo mismo quien quiera entregar un antecedente respecto de una situación constitutiva de delito a alguien que quiere entregar su opinión", agregó.

La decisión indignó a Juan Carlos Cruz, quien contó que le escribió a Scicluna y éste le respondió que le enviaran el resumen a él.

"Hay que mantener (la) investigación independiente lejos de garras del Episcopado", tuiteó. "Los cardenales, obispos chilenos y el nuncio tienen CERO credibilidad", agregó por la misma vía.

del 20 al 23 de febrero estará el arzobispo Scicluna, enviado por el Papa a recabar antecedentes sobre el obispo de Osorno, Juan Barros.

Una pasajera proveniente de Europa fue descubierta cuando intentaba ingresar al país por el aeropuerto Arturo Merino Benítez con 13.175 pastillas de éxtasis y 1 kilo 572 gramos de la misma sustancia en polvo.

La mercancía fue detectada cuando los funcionarios de Aduanas pasaron la maleta de la turista por el sistema de escáner. Éste arrojó la existencia en su interior de superficies irregulares.

En la revisión física ase encontraron cuatro paquetes plastificados, dos de ellos con pastillas de diferentes tamaños y colores, y dos con un polvo café claro. Todos fueron sometidos a pruebas de campo, lo que confirmó que se trataba de este tipo de sustancia. El avalúo de la droga asciende a más de $221 millones.

"Este hallazgo se suma a otros de similares características que se han producido durante los últimos meses. El último de ellos de estas dimensiones se verificó en noviembre del año pasado. Es la confirmación de una tendencia que se viene presentando desde hace un par de años, con un aumento de decomisos de drogas sintéticas, ya sea en el sector de pasajeros o vía postal", comentó el director de la Aduana Metropolitana, Wildo Arévalo.

Los últimos postales fueron el decomiso de 25 unidades y de seis gramos ganulados. Entre 2015 y 2017 aumentó en más de un 200%, llegando a 374.741 unidades y 40 kilos 196 gramos.