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"Me sentí discriminada por el Bus de la Libertad"
Carla González Aranda cambiará su sexo legalmente. Dijo que se siente mal cuando su madre se refiere a ella como "su hijo".
Claudio Rojas
Carla González Aranda se veía incómoda ante tanta prensa. A sus 19 años iba hablar públicamente de que inició el proceso para cambiar de sexo y de nombre legalmente. La expectación estaba dada porque es la hija de Marcela Aranda, la promotora del paseo por el país del llamado "Bus de la Libertad", una iniciativa que se oponía a lo que llamaba "ideología de género".
"Me sentí discriminada por el bus", señaló la joven, quien ha sido acompañada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
"Lo que a mí me hace sentir mal es cómo ella (Marcela Aranda) se refiere a mí", dijo. "Da la sensación de que se te cae todo el mundo, pero es allí en donde uno requiere el apoyo de los más cercanos", agregó.
Carla se refería al comunicado que publicó su madre hace unos días, en donde la menciona como "su hijo". En la misiva Aranda, además, dijo que el Movilh hacía del tema una "terrible utilización mediática".
La chica no niega el derecho de su madre a expresar sus posturas valóricas abiertamente, pero aclaró que hizo pública su condición junto al Movilh para "brindar un apoyo a las personas que están pasando por la misma situación, sin importar las circunstancias".
Contó que no tiene contacto con Aranda desde hace tres años. "No recuerdo la última vez que hablé con ella", dijo. Comentó que vivir con su mamá fue "normal, con las dificultades para una persona como yo de tener una madre como ella".
Rolando Jiménez, vocero del Movilh, valoró el anuncio. "La vida de la población trans en Chile sigue siendo compleja", afirmó. A él, le parece "violento" que Aranda siga refiriéndose a su hija de manera masculina. "Hacemos un llamado a las familias a pensar en la felicidad de sus hijos", pidió.
La mujer trans aseguró que a pesar de todo está bien y que cuenta con el apoyo de su pareja, la familia de él y su mejor amiga. Precisó que hace dos años inició un proceso hormonal "sin la autorización de Marcela", y que aún cree en la religión inculcada en su infancia.
Jiménez comentó se espera que el proceso de cambio de sexo legal se materialice en un período de tres a seis meses, tiempo en que, indica, la justicia facultaría al Registro Civil para formalizar la identidad con que vive Carla.
"Lo que a mí me hace sentir mal es cómo ella (Marcela Aranda) se refiere a mí.
CARLA GONZÁLEZ ARANDA"