Los mugcakes o quequitos al microondas se han puesto de moda este año y la verdad es que son una gran solución cuando llegan las ganas de comer algo dulce y tenemos poco tiempo. Y claro, por supuesto que también se pueden hacer en una versión saludable.

La mezcla es muy parecida a la de un queque que va al horno, pero lo entretenido es que se hace en porciones individuales y se pueden variar los ingredientes y así tener versiones y sabores diferentes.

La harina puede ser de avena, harina integral o de almendras. La estevia se puede reemplazar por miel, tagatosa o azúcar rubia. Y el huevo se puede reemplazar por 2 claras.

las clases están hechas para todo tipo de niños, tengan o no problemas con el aprendizaje de la lectura.

la herramienta glifing sirve tanto para los que están comenzando, como para los que ya llevan un camino recorrido.

Una nueva herramienta promete ayudar al proceso de aprender a leer, ya sea para quienes empiezan el camino como para aquellos que llevan algunos años familiarizados con las letras.

Se trata de Glifing, una herramienta digital que permite diagnosticar y entrenar a cada estudiante en el desarrollo de calidad lectora, de acuerdo con el nivel evidenciado (desde pre-kinder a sexto básico), por lo que niveles iniciales, avanzados o con más dificultades en lectura desarrollan un entrenamiento lúdico y motivador.

El sistema integra la evaluación y el entrenamiento. Además identifica el perfil lector, de acuerdo a la edad y habilidades de lectura y trabaja, a partir de ello, las fortalezas y debilidades con un entrenamiento de 15 minutos al día, algo que permite integrar a los padres al proceso lector y de aprendizaje, además de la opción de ir creando un hábito en poco tiempo.

La plataforma procesa los datos de la evaluación y los contrasta con los parámetros de Glifing en función del curso y edad del niño. Gracias a esto, se obtiene de forma inmediata información precisa del nivel de lectura del niño. Además, registra el progreso del entrenamiento.

Más info en www.glifing.com.

Según la Asociación Americana de Anestesiólogos, y su estudio realizado con más de 20.000 mujeres, hay ciertos factores que aumentan o disminuyen la posibilidad de que las mujeres padezcan una depresión postparto. Éstos son: la raza, el índice de masa corporal, la edad gestacional al momento de que nacen sus bebés, si recibieron o no anestesia, así como la época del año en la que daban a luz. Las mujeres que tuvieron el parto en invierno y primavera tenían menor riesgo de padecerla. De acuerdo al informe esto puede deberse a que el cuidado y apoyo psicológico hacia las madres es mejor en situaciones con clima extremo.