Leo Riquelme

Mónica y Claudio viajaron el fn de semana de Rancagua a Santiago, y aprovecharon de pasar al mall Costanera Center, en Providencia. "Fue impresionante. ¡Estaba lleno de argentinos, y todos con bolsas y maletas!", contó ella.

La escena es hoy habitual para quienes transitan por los centros comerciales de la Región Metropolitana. Según la PDI, entre enero y julio han ingresado a Chile 2.380.266 turistas argentinos, un 23% más que en igual lapso del 2016. En el Gobierno Regional dicen que al menos 350 mil han llegado a la capital para comprar bienes, practica que se conoce como "turismo de shopping".

El gerente general de la Corporación de Turismo de la RM, Matías López, concede que el boom se explica por el favorable tipo de cambio para los vecinos, a lo que se añade que la economía nacional tiene mejores condiciones para el consumidor gracias a los múltiples tratados de libre comercio firmados por el país en las últimas décadas.

"Tenemos el mall más grade de Latinoamérica, tenemos la infraestructura y una gran cantidad de marcas que no existen en otras partes de Sudamérica y a valores muy interesantes", destacó.

En el Gobierno Regional recuerdan que el turismo de compras es una oportunidad para potenciar la actividad como uno de los ejes de la economía local, por lo que ya piensan en estrategias para conseguir que el visitante aumente sus días de estadía, de sitios que recorre y en los rubros en que gasta.

"Nuestro interés es que atravesar la cordillera para comprar no sea una moda (...) Estamos trabajando fuertemente para que la oferta sea variada y atractiva, complementando el recorrido comercial con una variedad gastronómica y cultural que poco a poco se ha ido consolidando y tomando el escenario Latinoamericano. Hay ciudades como Buenos Aires que tiene una historia y tradición importante. Nosotros debemos promover lo que tenemos y somos; una ciudad segura, con un casco antiguo y barrios bohemios, con entornos llenos de viñas, nieve y playas", dijo el intendente Claudio Orrego.

El promedio de pernoctancia de un turista en la RM es de dos días. López precisa que aspiran a que el turista que viaje para comprar se interese por ir también a restaurantes o tome un tour por alguna de las 34 viñas de la Ruta del Maipo, por ejemplo, para que aumente su estadía.

Para conocer su preferencia, la corporación trabaja en un proyecto llamado Santiago Welcome Point, que consiste en habilitar un sitio en el aeropuerto donde se le consultará al turista por sus motivaciones de viaje, qué busca, la ciudad de la cual proviene, con quiénes lo hace y qué espera de la ciudad, entre otras. Así, se podrá hacer un perfil del turista extranjero que llega a la capital.

"Con ello esperamos conocer mejor al turista, porque al conocerlo mejor la oferta se adapta a él. Con esto nos podremos preparar mejor", agregó López.

438.969 turistas argentinos más que el 2016 llegaron entre enero y julio de este año, según la PDI.

stgo. welcome point se llama el proyecto que apunta a identificar el perfil de turista que llega a la capital.

Por Paulina Flores

Jorge Castillo. Estuvo sin trabajo desde noviembre del año pasado hasta el mes pasado. "Casi un año entero, en un momento me desesperé y me dio depresión, porque a todas las entrevistas a las que iba, siempre me decían lo mismo; que estaba pasado en la edad de lo que ellos buscaban, que querían a alguien más joven. Una vez, incluso me dijeron que buscaban a hombres de hasta 56 años, y yo pregunté cuál era la diferencia, sólo tengo un año más. 'Pero parece mayor', me dijeron, 'si se tiñe el pelo, quizás podría tener más posibilidades'. No lo podía creer, me sentía fuera del sistema, inútil, desechable".

Comenzó a trabajar en uber en marzo, cuando llevaba ocho meses cesante. "Diciembre, enero y febrero como vacaciones. Llevaba 10 años en el trabajo anterior y me había dejado de lado en muchos sentidos, en cierta forma hasta se podría decir que lo necesitaba. Además, pensé que la oferta laboral no iba a cambiar mucho por ser año electoral. Así que entre no hacer nada y hacer algo sencillo como es conducir y hablar con gente, preferí mantenerme ocupado. Además a nadie le importa si te ves muy viejo o muy joven tras el volante, sólo que manejes bien".

En julio le llegó una oferta laboral desde el norte para una minera en Sierra Gorda. "Yo no tenía experiencia previa en minas, pero coincidentemente, el jefe había sido compañero mío en la universidad. Le conté mi situación y se la jugó por mí", cuenta. Ahora viaja cada 15 días a Antofagasta en donde se queda cinco días: "Mi señora es la más contenta", dice entre risas.

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