El partido se jugó en día hábil y en horario de oficina. Pero eso poco importó a los fanáticos locales que, como suele ocurrir en los grandes hitos deportivos, se agolparon rápidamente en Plaza Italia para festejar el paso a la final de la Selección Chilena en la Copa Confederaciones. No fue una multitud tan grande como la que llega tras un partido de Copa del Mundo, sin embargo, se estimó que, al menos, un millar de personas llegó hasta el clásico punto capitalino. Varios de ellos, habían visto el duelo en los locales del Barrio Bellavista. Al final, sin embargo, se produjeron algunos incidentes que obligaron la intervención del carro lanzagua de Carabineros, que dispersó a los desordenados y con eso, culminó el desatado festejo.