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  • Línea 7 movilizará a 1,5 millones de personas

    Presidenta confirmó Metro entre Renca y Vitacura en su cuenta pública. Recorrido pasará por ocho comunas y costará US$2.500 millones, fondo que vendrán del Estado. Expertos piden que llegue al aeropuerto, pero la ministra Paola Tapia lo descartó por ahora.

    Diego Gotelli C.

    Era uno de los anuncios más esperados de la última cuenta pública de la Presidenta Michelle Bachelet, pero tuvieron que pasar más de sesenta minutos para que se refiriera al tema. Se trata del proceso de construcción de la Línea 7 del Metro santiaguino, el que la Mandataria confirmó ayer, indicando que el trazado irá desde Renca hasta Vitacura.

    "El Metro de Santiago lleva adelante el mayor crecimiento de su historia con la construcción de las nuevas Líneas 6 y 3 (...) Pero no podemos detenernos en este esfuerzo", comentó en su discurso antes de anunciar la construcción de la vía que "permitirá descongestionar la saturada Línea 1".

    El recorrido cruzará Renca, Cerro Navia, Quinta Normal, Recoleta, Independencia, Providencia, Las Condes y Vitacura, beneficiando a un millón y medio de personas. El viaje se acortará de las dos horas actuales, a 28 minutos.

    Su construcción requerirá una inversión que bordea los US$2.500 millones, para lo cual la Presidenta comprometió financiamiento estatal. La ministra de Transportes, Paola Tapia, confirmó a hoxhoy que por ahora se descarta un sistema concesionado ya que "se analizó (...) pero era mucho más eficiente buscar fórmulas de financiamiento a través del propio Estado y de las distintas herramientas con que se cuenta".

    Cronograma

    Tapia agregó que si bien ya se realizaron los estudios de pre factibilidad y de rentabilidad, ahora resta hacer la ingeniería de detalle. "Se trata de un proceso que es complejo, pero que tiene que ser muy bien realizado para luego no tener problemas en el desarrollo del proyecto".

    Concluida esta etapa se podría iniciar la construcción, algo que no pasará antes del primer trimestre del 2018. Así, la primera piedra la pondría el próximo gobierno, similar a lo que ocurrió con la Línea 6, cuyo anunció lo realizó Michelle Bachelet en su primer periodo, se construyó en el de Sebastián Piñera y se estrenará recién el próximo semestre.

    Críticas

    Tras el anuncio, las reacciones fueron diversas. Mientras los alcaldes de las comunas beneficiadas valoraron la medida, algunos expertos lamentaron que el trazado no incluyera el aeropuerto de Pudahuel, que está a siete kilómetros de uno de los brazos de la futura Línea 7.

    "Creemos que se debiera aprovechar esta iniciativa para extenderla hasta el aeropuerto y utilizar el modelo de asociación público privada para viabilizarla", manifestaron desde la Cámara Chilena de la Construcción.

    La ministra Tapia afirmó que se consideró esa alternativa pero "no era del todo rentable" para esta etapa. Sin embargo, instó a que a futuro se pueden buscar sistemas complementarios que incluya la integración con buses.

    Serán 197 km de rieles

    Con la Línea 7, que tendrá una extensión de 30 kilómetros, la Región Metropolitana sumará 197 km. de rieles, considerando las futuras 3 y 6 y el metrotren a Nos. Ante esto, el diputado UDI por Curicó, Celso Morales, acusó un "centralismo inmoral" de los gastos en Transporte y anunció que exigirán que en regiones se invierta en infraestructura lo mismo que costará el nuevo servicio de Metro.

    tres comunas tendrán por primera vez una estación de Metro: Vitacura, Cerro Navia y Renca.

    el próximo año se terminarían los estudios de ingeniería en detalle. Antes de eso no se podrá construir.

  • Buenas noticias, grandes oportunidades

    por ricardo hurtubia, profesor de ingeniería de transporte y logística uc.

    El anuncio de la Presidenta sobre la nueva Línea 7 del Metro es una buena noticia para Santiago. Aún falta conocer la versión oficial sobre detalles, como el trazado final y la localización de las estaciones. Sin embargo, sabemos que unirá Renca y Vitacura, en un trazado más o menos paralelo y al norte de la Línea 1. En principio, este trazado debería contribuir a descongestionar la ya saturada Línea 1, al tiempo que aumentará significativamente la accesibilidad del sector norponiente de la ciudad. Esto se logrará de mejor forma y se podría extender más allá del alcance del propio Metro, por ejemplo hacia Quilicura y Pudahuel, si se construyen estaciones intermodales y corredores de buses que permitan una fluida conexión entre el transporte público de superficie y el subterráneo.

    Asimismo, presenta una serie de oportunidades que sería bueno estudiar y aprovechar. Una es la posibilidad de reducir el número de usuarios del automóvil (el medio más ineficiente desde un punto de vista social) ya que la futura estación de Estoril está cerca de los barrios con mayor motorización y generación de viajes en auto de Chile. Para esto es importante que existan más y mejores servicios de transporte público, incluyendo ciclovías y bicicletas públicas, y estacionamientos que faciliten el acceso desde los barrios residenciales del oriente hacia el Metro. Esto debe ir acompañado de políticas de desincentivo al uso del automóvil en los sectores más congestionados de la ciudad.

    Otra posibilidad es extender el Metro hasta el aeropuerto en el futuro. Las grandes ciudades del mundo suelen tener buen acceso por transporte público a sus terminales aéreos. Santiago no tiene por qué ser diferente. Sin embargo, el Metro no es siempre la mejor solución. Se debe analizar cuidadosamente la demanda proyectada para asegurar que dicha extensión se justifique.

    Entre las oportunidades también está el desarrollo de nuevos polos de actividades, para distribuir de manera más eficiente los viajes. Es de esperar que los tramos centrales no sean demasiado cercanos a la Línea 1. Para ello, debería estudiarse la posibilidad de extender las Líneas 4 y 6 para que conecten con la Línea 7, reduciendo la necesidad de superponer a la última en un mismo eje con la Línea 1.

    Una última gran oportunidad que entrega la nueva línea, tiene que ver con mostrar de una vez por todas que las políticas públicas y decisiones de infraestructura en Santiago son en verdad equitativas. En este sentido, es de esperar que el trazado de la nueva línea sea subterráneo en su totalidad y que no emerja hacia la superficie en cuanto baja el ingreso medio de los barrios que atraviesa, como lamentablemente ha ocurrido en otros sectores de la ciudad.

    "Es de esperar que sea en su totalidad subterránea y no emerja apenas baja el ingreso de los barrios."

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