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No todo está exento de polémica
por francisca corral / @FranCorralS
Todos tenemos derecho a opinar. Y a discrepar. Y a encontrar una cosa buena y otros la misma cosa mala. Eso sin duda ha sucedido con el proyecto de ley aprobado hace algunos días sobre "Tenencia responsable de mascotas" y que, como escribí anteriormente, tiene muchas cosas buenas y muchas otras por mejorar. Pero sí me molesta, debo admitir, que gente que en mi opinión nunca ha hecho nada por las mascotas -todo lo contrario, como leerán más adelante-, escriba una columna pidiendo que se vete un proyecto de ley que busca beneficiar a los animales de compañía para que éste no vea la luz, como es el caso del ex contralor general de la República Ramiro Mendoza.
Dejando de lado el error de forma en que incurre al identificarla con la "Ley Cholito" (que corresponde a otro proyecto de ley presentado hace sólo unos meses) y el error conceptual de asociar a las mascotas sólo con animales provenientes de criaderos (ojo que no sólo los animales de raza son mascotas), es preocupante que él anteponga el derecho de propiedad y de libertad económica -derechos que precisamente la ley puede restringir y regular- a políticas públicas que promueven un control poblacional preventivo (educación, esterilización versus matanzas), dejando de atacar el problema como se ha hecho hasta ahora, cuando el animal está en la calle y ya es "una molestia" para la población, como señala el señor Mendoza.
No es tan extraña su posición, ya que mientras ejercía el cargo de contralor general de la República validó dos modificaciones reglamentarias para los perros abandonados; la primera, al Reglamento de Caza y que permitía la cacería de perros en las comunas rurales (si, podías usar tu escopeta para deshacerte de tu "problema"), y que por otros motivos afortunadamente no prosperó; y, la segunda, al Reglamento de la Rabia, modificación de esta última que, contrariando lo señalado por la jurisprudencia de la propia Contraloría hasta entonces, efectúa una "curiosa" distinción entre el perro que ha mordido a alguien en función de si tiene dueño o no lo tiene, para efectos del análisis de la enfermedad (de la rabia), y permitiendo el sacrificio inmediato en el segundo caso, como si el virus aquel tuviera algo que ver con el derecho de propiedad.
Así que no sólo no ha hecho nada por las mascotas sino que todo lo contrario, ha atentado contra ellos en el ejercicio de su cargo. Es una lástima que además ahora siga haciéndolo desde otra tribuna, confundiendo y dando argumentos que francamente debiesen estar ya desechados a la luz de los avances que hemos tenido hasta hoy.
"Pero sí me molesta, debo admitir, que gente que en mi opinión nunca ha hecho nada por las mascotas escriba una columna pidiendo que se vete un proyecto de ley que busca beneficiar a los animales de compañía (...)"