Diego Gotelli

La semana pasada un hombre llegó al Hospital de Yungay, en la región del Biobío, portando una pistola, con la que amenazó al paramédico que lo atendió, avisándole que le dispararía si le dolía la inyección. Este caso, sumado a otras agresiones a funcionarios en las regiones de O'Higgins y La Araucanía, revivieron la polémica por la seguridad en los centros de salud, discusión a la que ayer salió al paso el Gobierno.

"No aceptaremos que se agreda a quienes desempeñan labores profesionales que buscan resguardar la salud de las personas (...) Vamos a iniciar y apoyar todas las querellas que se estén ejecutando", manifestó la ministra de Salud, Carmen Castillo, tras reunirse con su par del Interior (s), Mahmud Aleuy.

Tras el encuentro, Castillo anunció que se desarrollará una "Política de Seguridad para Establecimientos de Salud", la que busca aumentar las medidas de prevención que tienen actualmente los recintos. Para ello, explicó, se reunirá con Carabineros a fin de analizar los centros con mayor índices de ataques y determinar cuales serán las medidas concretas a tomar.

"El Ministerio del Interior verá alguna vía de acceso para implementar lo antes posible estas fórmulas, y ya se está iniciando este trabajo", agregó la autoridad.

Según las últimas cifras de la Agrupación Nacional de Médicos Generales (MGZ), un 65% de los profesionales del sector público del país ha sido agredido, mientras que un 52% se siente inseguro en su centro de salud.

Realidad santiaguina

En la Región Metropolitana los casos de ataques a médicos también son cotidianos, según afirma el director nacional de la MGZ, Jorge Vilches. "En todos los servicios de salud de la RM tenemos agresiones verbales", manifestó a hoyxhoy.

Vilches aclaró que si bien en la capital no se han detectado ataques físicos contra funcionarios en el último tiempo, los insultos son una realidad que viven a diario.

Entre las agresiones que más recuerda hay casos de insultos de género contra algunas funcionarias, destrucción de material de atención médica como camillas, e incluso "hubo un caso en Santiago donde le arrojaron un computador a una colega", rememoró.

Entre las motivaciones que provocan estas actitudes, Vilches culpa al sistema de salud, ya que "en parte también violenta a los pacientes por las esperas que muchas veces tienen que tener". Por ello señala que para acabar con estas situaciones hay que realizar una reforma estructural completa.

cansados En el Hospital de Loncoche, La Araucanía, están realizando turnos éticos tras agresión de una familia a funcionarios.

agresiones verbales Médicos afirman que en la RM no hay agresiones físicas, pero los insultos son diarios.

F. Gómez

El Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh) denunció ayer una agresión contra Sandra Ramírez, de 36 años, en San Bernardo, supuestamente debido a su orientación sexual.

Según la agrupación, el ataque se produjo en la esquina de la avenida San José con Ducaud, cuando donde dos hombres y una mujer comenzaron a insultar a la joven a viva voz por su forma de caminar y sus gestos, tratándola de "lesbiana asquerosa", "maricona" y escoria".

"Se acercaron, me dieron repetidos puñetazos y me golpearon con una botella, mientras gritaban que las personas como yo no merecían vivir. Me di cuenta que en sus chaquetas tenían el símbolo nazi, lo que me dio mucho miedo. No logro sobreponerme por lo vivido", contó la víctima.

Tras el ataque, escapó y denunció el hecho en la 14° comisaría de San Bernardo y constató lesiones en la Mutual de Seguridad. "Repudiamos con toda nuestra fuerza este cobarde abuso contra una mujer", dijo el vocero del Movilh, Óscar Rementería.