por álvaro peralta / @dontinto

Muchos piensan que la presencia de las verduras en nuestra alimentación se limita casi exclusivamente a esa ensalada de lechuga con que acompañamos la carne, la ensalada chilena de las humitas o el diente de ajo con que aromatizamos el arroz graneado. Y en el caso de las frutas, no pocas personas se limitan a utilizarlas solamente en las colaciones de los niños, en el jugo de naranja del desayuno y -en pleno verano- en algún atracón de vacaciones a punta de sandías, duraznos, melones o uvas. Así las cosas, lo cierto es que verduras y frutas suelen ser tímidos actores de reparto en nuestras cocinas, siempre opacados por las carnes, el pan, los cereales y -era que no- la comida rápida. Triste pero cierto. Y lo peor… peligroso.

Sí, peligroso porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace mucho rato viene diciendo que es muy beneficioso para nuestra salud ingerir diariamente cinco porciones (de aproximadamente 80 gramos cada una) de frutas y verduras, ya que la ingesta sostenida de estos alimentos -en estas dosis- ayuda a reducir los niveles de colesterol y presión arterial, además de fortalecer nuestras defensas; entre otros beneficios. Pero hay más. Hace pocas semanas el Imperial College de Londres concluyó en un estudio que la dosis diaria de ingesta de frutas y verduras debe ser aún mayor, por lo que recomiendan a los adultos consumir diez porciones diarias. Además, este estudio estableció que dentro de estos productos los que resultan más beneficiosos para el cuerpo humano son las manzanas, peras, cítricos y ensaladas de hojas verdes, además de la familia del repollo, coliflor y brócoli. Ahora bien, más allá de si hay que ingerir cinco o 10 porciones de frutas y verduras diariamente, lo preocupante es que en Chile el consumo en este ámbito -según la Encuesta de Consumo Alimentario del 2014- andaría apenas bordeando las tres porciones diarias. Mala cosa.

¿Qué hacer entonces? Algo que parece simple pero no lo es tanto: aumentar nuestro consumo diario de frutas y verduras. Porque si seguimos ingiriéndolas tímidamente, como una pequeña ensalada con el almuerzo en el caso de las verduras o un snack de media tarde en las frutas, no vamos a llegar a ninguna parte. Lo que hay que hacer es transformar a estos alimentos en protagonistas de todas nuestras comidas. Con fuentes grandes y atractivas donde se puedan saborear de las más variadas formas. Y de muestra un botón: pastel de verduras.

"Así las cosas, lo cierto es que verduras y frutas suelen ser tímidos actores de reparto en nuestras cocinas."

Ingredientes (Para 4 personas)

1 cebolla

2 zapallitos italianos

2 berenjenas

1 pimiento rojo

1 pimiento verde

3 dientes de ajo

2 tomates bien maduros

300 g de espinacas

3 huevos

250 g de queso parmesano

Sal, pimienta y aceite de oliva

1Pelar la cebolla y cortarla en pluma. Lavar los zapallitos y las berenjenas, cortar en cubos de unos 2x2 centímetros y reservar. Lavar los pimientos, abrir y eliminar semillas y nervaduras; picar en tiras y reservar. Pelar los tomates, eliminar las semillas y picar en cubos.

2En una sartén con aceite de oliva rehogar la cebolla con los zapallitos, berenjenas y pimientos más un poco de sal. Cuando las verduras estén blandas agregar los dientes de ajo finamente picados y luego los tomates más algo de pimienta. Seguir revolviendo para que todo se mezcle bien y luego agregar la espinaca picada en trozos grandes. Cocinar hasta que las hojas estén blandas. Luego, retirar del fuego y esperar que se enfríe.

3Batir los huevos en un bol, agregarles la mezcla de verduras salteadas y revolver. Finalmente, verter todo esto en una budinera, añadir el queso rallado y llevar al horno fuerte por 25 minutos.