En medio de las falencias detectadas en la calidad de servicio de taxis básicos (cobros abusivos, mal estado de los vehículos, taxímetros adulterados); los problemas del Transantiago, el congelamiento del parque de taxis ejecutivos -que nos ha impedido ampliar la flota para brindarle servicio a todos los pasajeros que nos lo solicitan- y la cobertura de las prestaciones requeridas, han surgido servicios de empresas informales como Uber y Cabify que no cumplen con ninguna regulación estipulada por el Ministerio de Transportes, pero que captaron la atención de parte del público por la facilidad de uso de su aplicación en celulares, el tipo de vehículos y tarifas atractivas, situación que, de todos modos, ha experimentado cambios en los últimos meses, junto con el tema de la seguridad para los pasajeros.

Como asociación gremial ARTEM, que agrupa a más de dos mil taxis ejecutivos dedicados exclusivamente al transporte de pasajeros y a las empresas más importantes del sector, no estamos en contra de una empresa en particular o proteger el negocio de un sector, por el contrario, como país ya hemos visto demasiados casos donde el discurso de la libre competencia al final resulta ser la defensa de un monopolio o una posición dominante que, a la larga, redunda en altos costos y vulnerabilidad de los usuarios.

Por eso nos sorprende que la autoridad, lejos de hacer uso de sus atribuciones y buscar soluciones efectivas y comprobadas que beneficien a los clientes, haya escogido soslayar sus responsabilidades enviando al Congreso un proyecto de ley para regular estas aplicaciones, la cual genera un rechazo unánime, pudiendo resolver el actual problema en el marco de la normativa vigente a través de la incorporación de nuevas empresas y la concesión de nuevos cupos a los taxis ejecutivos, tal como ya lo hizo en el pasado en forma exitosa.

No hay problema en competir, siempre que sea en igualdad de condiciones y no con trajes a la medida de un solo actor. Todos debemos tener el mismo punto de partida y la misma meta. La propuesta del Ejecutivo no resolverá el tema de fondo -y que realmente debe ser la finalidad de toda normativa-, que es mejorar la calidad de servicio que se brinda a los usuarios, disponer de una oferta vehicular amplia y contar con tarifas justas y transparentes.

Ojalá las autoridades miren hacia atrás, rescaten lo que se ha hecho bien y aprendan de lo que ha ocurrido en el transporte público cuando se ha optado por improvisar. Nadie quiere otro Transantiago, y por eso creemos que el problema no es una empresa u otra, sino que el proyecto de ley es malo… para todos.

"Nadie quiere otro Transantiago, y por eso creemos que el problema no es una empresa u otra, sino el proyecto de ley..."

Por Paulina Flores

Roberto Correa. Vive en Independencia con sus tíos y padres. Por la mañana, se levanta a las 6:00 y hace todo muy rápido para llegar a su trabajo en el consultorio de Conchalí.

Se moviliza en auto prestado o Transantiago. Al llegar a su casa ve las noticias y disfruta de los partidos de fútbol o de programas políticos. En mayo de 2013 inauguró en la población Juan Antonio Ríos 1-B, el proyecto "La Huella de los Famosos", el cual reúne los pulgares de varios artistas locales en planchas de acero: "Surgió con la finalidad de que nuestro barrio y comuna tuviese mayor atención de la autoridad. También para acercar a los artistas a la comunidad y recuperar los espacios públicos y las áreas verdes. He tenido reuniones con el Serviu, la Intendencia Metropolitana y concejales de Independencia, pero al parecer a la municipalidad no le gusta el proyecto porque lo hizo una persona particular y no hemos recibido respuestas o apoyo más concreto". Algunos de los famosos que han participado son: Luis Dimas, El Potro Cabrera, el Kiwi, El Compadre Moncho, Pancho del Sur y ya está en conversaciones con Luis Jara. "La idea es no esperar a que los artistas fallezcan, sino que homenajearlos en vida. Ellos lo agradecen mucho y algunos incluso se emocionan, como Luli, que contó que era la primera vez que le entregaban un diploma. Mucha gente me ha preguntado si voy a ser candidato a concejal. Yo les digo que no descarto la posibilidad para más adelante, pero no es algo que me quite el sueño. Pongo todas mis energías en el proyecto, trabajar en conjunto con la agrupación de vecinos Block 9, y consolidarlo a nivel comuna y nacional.

"La idea es no esperar a que los artistas fallezcan, sino que homenajearlos en vida.

roberto correa"

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La situación de vulnerabilidad que viven niños, niñas y adolescentes (NNA) en Chile es un tema preocupante. El Estado que en el año 1990 ratificó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, en la actualidad opera con una ley que se remonta a 1967 y que en ninguna medida otorga una protección integral. La titularidad de derechos que debiesen tener los NNA de nuestro país, se ve expresada en cifras muy desalentadoras. Según el Informe Infancia Cuenta en Chile 2016, elaborado por el Observatorio Niñez y Adolescencia, en la actualidad 2 de cada 10 NNA se encuentra en situación de pobreza por ingreso, lo anterior sumado a que 1 de cada 4 NNA es pobre multidimensionalmente. Los datos nos hacen replantearnos sobre cuál es el rol que debiese tener el Estado frente a este problema y qué medidas debería implementar.

Natalia Bozo

El silencio de la guerra

Posicionándonos en el escenario actual, donde la guerra se ha vuelto incierta con grupos que no se rigen a las normas internacionales establecidas, se puede decir que las condiciones de seguridad para las personas en zonas de combate se han vuelto ínfimas. Hace años que el mundo está cambiando y ningún político sabe cómo manejar el problema. La cuestión está en cómo solucionamos los problemas de inseguridad en lugares en que ni siquiera sabemos lo que está pasando. El problemas es que es noticia cuando atacan a países poderosos, pero, ¿nos hemos dado cuenta, como sociedad, que en los países en guerra mueren niños, jóvenes, adultos y ancianos todos los días? A veces es necesario mirar más allá para que de una vez por todas la situación cambie. Estamos al fin del mundo pero aún así seguimos siendo parte de éste.

Scarlette Carrasco