Las últimas declaraciones de la ministra han planteado un nuevo escenario para la tramitación del proyecto de ley que reforma la educación superior. La nueva posición del Gobierno es que se haría una indicación sustitutiva al presentado, lo que constituye modificaciones a diversos artículos.

La ministra no ha definido su alcance, que puede llegar a significar un cambio prácticamente completo del proyecto o sólo en algunos artículos. De todas maneras, ha planteado temas relacionados a las funciones de la Subsecretaria de Educación Superior, a las amplísimas competencias de la Superintendencia, y la modificación del CAE.

Para las universidades privadas, esos tres temas revisten gran importancia, lo que se suma a la modalidad de acreditación que define el proyecto inicial. Por una parte, la subsecretaría tiene funciones muy amplias, llegando a definir estándares de acreditación y cupos de matrícula; en la práctica, ese conjunto de tareas sería casi imposible de cumplir con eficacia y menos aún fiscalizar. Lo mismo es válido para la superintendencia, un órgano que requiere ser independiente del Gobierno, lo que no se da en el proyecto actual.

La modificación del CAE es muy sensible para los estudiantes de las universidades privadas. Este año, más de 174 mil alumnos de universidades privadas lo recibieron, por lo que cualquier modificación que disminuya su cobertura significará que muchos jóvenes no podrán proseguir sus estudios.

Por otra parte, usar la denominación crédito es considerado inaceptable por algunos dirigentes estudiantiles, los que prefieren transferencia directa de recursos a las instituciones o becas. Por supuesto es posible modificar los nombres, como ocurre con el Fondo Solidario al que sólo pueden acceder los alumnos de las universidades del Cruch; éste se paga en cuotas y corresponde a un porcentaje del sueldo que no puede superar el 5% - en el caso del CAE es 10%, lo que demuestra que este mecanismo discrimina a favor de algunos estudiantes-. En realidad, el cambio de denominación no modifica el fondo del instrumento, que tiene todas las características de un crédito universitario con un importante subsidio del Estado. Sin embargo, tanto el CAE como el Fondo Solidario requieren muchos menos recursos estatales que la gratuidad o las becas.

Hemos señalado que un buen diagnóstico realizado sobre la situación existente, es fundamental para diseñar políticas públicas que logren sus objetivos, entre lo cual, uno de los más importantes es un proyecto de ley que pretende transformar significativamente la educación superior chilena. En el caso del CAE, si ese principio de diagnóstico de buena calidad no está presente, se pueden cometer graves errores, con perjuicios para quienes se dice va a favorecer.

"La modificación del CAE es muy sensible para los estudiantes (...) Este año, más de 174 mil alumnos de universidades privadas lo recibieron."

Por Paulina Flores

Patricio Devia. Se casó joven con una polola de la niñez, su vecina de cuando vivía en Gran Avenida. Tuvo cuatro hijos, "todos profesionales y uno de ellos catedrático en Madrid". Trabajó 32 años en Chile hasta que se separó: "Con el tiempo empezó un distanciamiento entre ambos, por falta de comprensión, cariño y entendimiento. Una culpa que he asumido hace muchos años". Se radicó en New Jersey hasta que regresó a Santiago el 2006: "Saqué mi nulidad y estoy soltero. A pesar de mis intentos de conocer a una dama, me ha ido pésimo. Mi única amiga era mi madre, quien falleció hace 4 años. Actualmente mis compañías son mi biblioteca y los recuerdos". Trabaja como traductor para la Fiscalía Nacional desde su casa y su hobby es viajar "por Chile, Argentina, Uruguay, Perú, Ciudad de Panamá. También me gustan las excursiones, el trekking. En el futuro espero viajar a Madrid, para saludar a mi hijo, también a Francia, Portugal, Lourdes y Fátima, para saludar a la Santísima Virgen en sus lugares de aparición". Le gusta la música orquestada, los boleros y las óperas. Pero en las fiestas prefiere bailar cha-cha-cha, samba y merengue. "Mido 1,62 y peso 60 kilos. Soy serio, hogareño, sin vicios y muy, muy solo. La vida que me queda es poca, pero a pesar de todo, es mejor vivir acompañado que solo. Mi correo es munizaga.osvaldo@gmail.com y me gustaría conocer a una dama que también esté sola. Ojalá contactos serios. Creo que la felicidad se construye con esfuerzo y sacrificio. Todos los días, antes de dormirme, pido perdón a la Santísima Virgen y a Jesús, que son hoy mi única compañía".

"La vida que me queda es poca, pero a pesar de todo, es mejor vivir acompañado que solo.

patricio devia"

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Deseo denunciar al Injuv, puesto que borró una encuesta valórica que fue realizada entre el 19 y 22 de agosto, que arrojó que los jóvenes no están de acuerdo con el matrimonio igualitario ni con el aborto ni con la identidad de género. Me parece terrible que las elimine sólo por no concordar con lo que piensan. Es lamentable que se silencie la voz de los jóvenes. Como joven me siento pasada a llevar.

Judith Marín,

¿Salida expedita?

Cuando hace unos años la salida sur de Santiago colapsó, se dijo que los problemas se resolverían con el nuevo peaje de Angostura. Bueno, la obra se terminó y este fin de semana es Fiestas Patrias, vamos a ver si se cumple la promesa.

Matías Lara

Permitan fotos en la Biblioteca

Por trabajo, en las últimas semanas he asistido regularmente a la Biblioteca Nacional. Felicito a sus encargados por lo bien mantenida que está, con al menos dos exposiciones permanentes de gran belleza, como la dedicada al cómic chileno y a la tipografía. Pero no todo es tan bueno. Según avisan constantemente los funcionarios, hay una norma que impide tomar fotografías a los textos disponibles en la hemeroteca y en la sala Gabriela Mistral. Menciono a ambas porque es en las que he debido moverme. Entiendo que el flash daña el papel, que es necesario preservar porque mucho del material es de larga data. Sin embargo, los celulares hace rato tienen la capacidad para captar buenas imágenes sin flash. Por el buen uso del lugar y del tiempo de todos, deberían actualizar la norma.

Pamela Riquelme