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En Brasil recomiendan visitar Chile durante los feriados de los Juegos Olímpicos de Río
Prensa local promueve viajes y la subsecretaría de Turismo chilena desplegará una campaña para fomentar los arribos al país.
L. Riquelme / V. Bustos
Para bien o para mal, los Juegos Olímpicos han alterado la vida de los habitantes de Río de Janeiro. La fiesta deportiva parte el 5 y termina el 21 de agosto, por lo que las autoridades locales han tomado una serie de medidas para facilitar su realización, lo que podría favorecer a Chile.
Un artículo publicado el viernes en el influyente sitio web del Jornal O Globo recordó que el evento llevó a decretar tres nuevos feriados en la ciudad, impedir el tránsito por importantes avenidas y a correr desde julio a agosto las vacaciones escolares. Por lo mismo, aconsejó salir de la ciudad y recomendó diez lugares a visitar durante esos días. Los tres que están fuera de su país son Buenos Aires de Argentina, Punta del Este de Uruguay y Santiago de Chile.
"Desde cualquier punto de Santiago se tiene una hermosa vista de los Andes. En invierno, la cima de la montaña está a menudo cubierto de nieve, lo que hace al paisaje aún más increíble. La elegante capital chilena se caracteriza por sus calles arboladas, plazas, centros comerciales, edificios históricos y parques como el Cerro San Cristóbal, desde donde se ve toda la ciudad", reseñó el artículo, que recuerda que los centros de esquí de El Colorado y Farellones están a 45' de la ciudad.
En la subsecretaría de Turismo de Chile la promoción carioca fue bien recibida.
"Brasil es un mercado prioritario para Chile tanto por su cantidad de llegadas, como también por el ingreso de divisas que su visita genera en nuestro país", dijo la subsecretaria Javiera Montes.
"El Gobierno de Chile está llevando adelante, durante las próximas cuatro semanas, una campaña táctica en Brasil con el fin de incentivar escapadas durante la temporada de invierno. Asimismo queremos entusiasmarlos para que aprovechen las actividades asociadas a la nieve mientras se desarrollan los Juegos Olímpicos", agregó.
Situación local
La posibilidad de una escapada no es alocada en un país tensionado por el evento.
En Río, los cinco anillos de colores se transforman en cinco coronas rojas con espinas en las imágenes que llaman a protestar contra los JJ.OO. A dos semanas de su inauguración sólo las obras donde se desarrollarán las competencias, algunas esculturas de arena y los medios dan cuenta de la cita.
Una extensión del metro también se prepara para recibir a medio millón de turistas, pero abrirá recién el 1 de agosto. Mientras, las máquinas levantan polvo y los obreros ajustan tornillos.
Frente a la playa de Copacabana, a un mes del evento las galerías para el voleibol se levantaban por segunda vez "porque la marea arrasó con varias vigas", relató Thiago Gordinho, vendedor de caipiriñas del sector.
Los Juegos llegan en medio de la alerta por el virus zika y una suerte de limbo político tras el impeachment que suspendió a Dilma Rousseff, quien enfrentará un juicio a fines de agosto. Pero el descontento viene de antes, dice Vinicius Fernandes Da Silva, vecino de Río, doctor en planificación urbana y sociólogo de la U. Federal de Juiz de Fora; precisamente desde 2013, año en que se desató una ola de protestas.
"La Copa del Mundo 2014 y los JJ.OO. fueron 'vendidos' a la población como una puerta de entrada al mundo desarrollado, pero la realidad social y los servicios públicos no confirmaron la promesa", dijo Fernandes. Amnistía Internacional de Brasil estima que entre 60 y 80 mil personas fueron expulsadas de sus hogares por las obras.
"¿Qué pasa con los recursos para los hospitales, la educación? Están usándose para las olimpiadas", denuncia el rapero Vinimax en una fiesta de hip hop en la favela Babilonia, al sur. Sus vecinos han dado a conocer su postura en eventos culturales y a través de llamados a protestas en redes sociales.
"La presencia policial en las favelas, más allá de las unidades pacificadoras de punto fijo, ha aumentado estos dos últimos meses por las Olimpiadas", explica Paulo Guevara, dueño del hostal Carioquinha, en ese mismo barrio. Vive ahí hace 25 años y dice que esta favela fue pacificada hace siete. Añade que si bien los policías con metralleta siempre están ahí, ahora realizan más verificaciones de documentos y vehículos.
Al comparar, expresa Guevara, "pese al descontento vivido el 2014, la Copa generaba muchas más expectativas. Hoy, la ciudadanía está más pendiente de la situación política que de los Juegos". El hotelero comparte un dato: a un mes de la actividad tenía un 70% de reservas en su recinto, mientras que para el Mundial ya estaba agotado.
Las dudas entre las autoridades llegan incluso al financiamiento, aunque el director de comunicaciones de "Río 2016", Mário Andrada, dijo que no hay chance de que los recursos afecten la realización de este evento, que busca recaudar más que los US$1.100 millones logrados en Londres 2012 y agregó que en este sentido, "el propio Estado fue transparente al ofrecer la información relacionada con las finanzas".
El despliegue de los Juegos está en marcha, con un comité de cien expertos en seguridad atento a cualquier amenaza terrorista. Sin embargo aún quedan entradas de las 7,5 millones que se esperaba vender. La demanda ha sido baja, por lo que la ciudad donará algunos boletos en Río para quienes quieran observar a los más de 10.500 deportistas en vivo y no detrás de la pantalla, que pocas buenas noticias ha exhibido estos días a los brasileños.
El Gobierno está llevando adelante durante las próximas cuatro semanas una campaña táctica en Brasil.
Javiera Montes
Subsecretaria de turismolos brasileños lideran la llegada de turistas extranjeros durante las vacaciones invierno en Chile.
parques y avenidas relevantes de Río estarán vetados para uso civil durante varios días por los JJ.OO.