Nicolás Labra G.

Perdido, superado, falto de ideas y más cercano al amor propio que a un fútbol trabajado. Ese fue el resumen del partido de Colo Colo ante Palestino. Derrota dolorosa la de ayer, porque lo deja bastante lejos de la opción del título, tanto por los tres puntos que se escaparon como por el discreto nivel de juego.

En la previa, la inclusión de Jorge Araya y Gabriel Suazo se veía como un espaldarazo de José Luis Sierra a la opción de los juveniles dentro del once estelar de Colo Colo. Pero, como un arma de doble filo, Nicolás Córdova demostró que su equipo supo explotar a la perfección la juventud y debilidad del mermado mediocampo albo, lo que se reflejó en que rápidamente convirtieron el 2-0.

Primero fue el defensa Fernando Meza a los ocho minutos. La cruzó de izquierda a derecha César Cortes, pivoteó Felipe Campos y en el centro del área Meza fue más rápido y puso el 1-0. Menos de un minuto pasó para la segunda cifra: Paredes reanudó el juego, la pelota le llegó a Jorge Araya, quien, presionado por tres jugadores árabes, la perdió. Abrieron a la izquierda y Enzo Gutiérrez puso el 2-0 ante Justo Villar, quien no pudo desviar la pelota, pese al manoteo.

José Luis Sierra, en una imagen que ya se repite en las últimas cinco fechas, se pasaba las manos por la cara y miraba intentando buscar alguna respuesta al juego, como recordando que su cuadro no gana desde la octava fecha en el 3-0 ante la UC. Y es que una explicación podría ser que Javier Reina no rindió como puntero izquierdo, o que Palestino aprovechó de gran manera todos los espacios por las bandas y permanentemente ganaron las espaldas a unos desguarnecidos Gonzalo Fierro y Jean Beausejour.

Cambios insuficientes

Al entretiempo ingresaron Juan Delgado y Bryan Carvallo por Reina y Araya. Ambos entraron más activos y aportaron mayor profundidad al juego albo. Eso sí, fue insuficiente a la hora de concretar opciones, las que sí tuvieron: un cabezazo de Esteban Paredes al 53' y una llegada desde el centro de Delgado que se lo perdió en el área a los 68'.

Al comienzo del duelo se hizo un minuto de silencio por Patricio Aylwin que la Garra Blanca no respetó, y a los 82' un pase largo de César Cortés dejó solo a Enzo Gutiérrez, quien fácilmente amagó a Justo Villar y puso el 3-0. En ese momento, sí que hubo un silencio en el estadio.

Gonzalo Fierro aportó el 3-1 para el honor y posteriormente Jaime Valdés hizo un descarnado análisis del momento albo: "Nos complicamos solos con el desorden, que es el reflejo de lo que venimos siendo en los últimos dos meses. Tenemos que hacer un examen de conciencia y ver si cada uno está dando lo mejor", declaró. "El máximo responsable de esto soy yo. No voy a buscar excusas en otras personas", dijo Sierra, quien defendió su trabajo: "Siempre ha habido un cuestionamiento a lo que nosotros hemos hecho", agregó el DT, que cada vez se ve más lejos de seguir en Macul.